Sea resiliente, descúbrase a sí mismo

La realidad que vivimos y sentimos hoy nos afecta desde lo personal, emocional, familiar, laboral y social.

Es una realidad complicada, sí, pero es nuestra realidad. Por eso necesita de ser vivida sin desesperación, tristezas, ansiedades, temores, desesperanzas y para ello, ante ocasiones especiales, también necesitamos recursos que nos ayuden, nos orienten para sustentar nuestras vidas, a pesar de los momentos difíciles, con resiliencia, esperanza, buen ánimo, tranquilidad y quietud.

Reflexione, entonces, acerca de este tema, su salud mental tiene que ser una de sus prioridades ante tantas preocupaciones.

Para ello conozca que el estrés, este factor que desencadena tanto malestar, es un pésimo acompañante, y aunque es considerado como un sentimiento natural, de no poder hacerle frente, puede convertirse en una afección crónica. Pues, cuando se experimenta, el cuerpo humano retrasa algunas funciones corporales normales, como las que realizan los sistemas digestivo e inmunitario.

El cuerpo puede concentrar sus recursos en la respiración, el flujo sanguíneo, el estado de alerta y la preparación de los músculos para uso repentino. En otras palabras: se acelera el ritmo cardíaco, la presión arterial, la respiración, la actividad inmunológica puede disminuir, así como el sueño, entre otros.

La persona que siente que no tiene suficientes recursos para salir adelante, probablemente tendrá una reacción más fuerte que podría provocar problemas de salud. Los factores estresantes afectan de diferentes maneras.

Pues sí, la manera en que una persona reacciona ante una situación difícil determinará los efectos del estrés en su salud en general, algunas pueden experimentar varios factores estresantes seguidos, o a la vez, sin que esto provoque una reacción de estrés grave. Otros pueden tener una respuesta más fuerte a un único factor estresante.

Y si, además de estas condiciones, le abre la puerta emocional a la desazón, la desesperanza, el desánimo, el mal carácter u otra reacción emocional negativa, sin un adecuado manejo se agudiza todo.

Recuerde que no hay una forma “correcta” o “incorrecta” de sentirse. Cada cual reacciona de forma diferente ante una situación difícil, así que no se desanime, hoy le comparto una manera eficaz de sobrellevar la vida y los problemas, le hablo de la resiliencia, como una herramienta con poder de curar el alma y mantener las fortalezas antes las adversidades.

¿Qué entendemos por resiliencia?

La resiliencia es el proceso de adaptarse bien a la adversidad, a un trauma, tragedia, amenaza, o fuentes de tensión significativas, como problemas familiares o de relaciones personales, problemas serios de salud o situaciones estresantes del trabajo o financieras.

Y no es inalcanzable, hágalo un propósito de vida, para ello establezca relaciones, es recomendable mantener buenas relaciones con familiares cercanos, amistades y otras personas importantes en su vida.

Aceptar ayuda y apoyo de quienes lo quieren y escuchan, fortalece la resiliencia. Quizás no le ayuden a resolver los problemas, pero compartirlos, hablarlos, escuchar otras opciones de personas significativas sí ayuda.

Evite ver las crisis como obstáculos insuperables, usted no puede evitar que ocurran eventos que producen mucha tensión, pero sí puede cambiar la manera como los interpreta y reacciona ante ellos, trate de mirar más allá del presente y piense que en el futuro las cosas mejorarán. Observe si hay alguna forma sutil en que se sienta mejor, mientras se enfrenta a las situaciones difíciles.

Acepte que el cambio es parte de la vida, es posible que como resultado de una situación adversa no le sea posible alcanzar ciertas metas. Aceptar las circunstancias que no puede cambiar le puede ayudar a enfocarse en las circunstancias que sí le puede alterar.

Lleve a cabo acciones decisivas, en situaciones adversas, actúe de la mejor manera que pueda. Llevar a cabo acciones decisivas es mejor que ignorar los problemas y las tensiones, y desear que desaparezcan.

Busque oportunidades para descubrirse a sí mismo, muchas veces como resultado de su lucha contra la adversidad, las personas pueden aprender algo sobre sí mismas y sentir que han crecido de alguna forma a nivel personal.

Cultive una visión positiva de sí mismo, desarrollar la confianza en su capacidad para resolver problemas y confiar en sus instintos, ayuda a construir la resiliencia.

Nunca pierda la esperanza, una visión optimista le permite esperar que ocurran cosas buenas en su vida. Trate de visualizar lo que quiere en vez de preocuparse por lo que teme.

Cuide de sí mismo, preste atención a sus necesidades y deseos. Interésese en actividades que disfrute y encuentre relajantes. Cuidar de sí mismo le ayuda a mantener su mente y cuerpo listos para enfrentarse a situaciones que requieren resiliencia.

Evite la sobreestimulación de información con respecto a sucesos y eventos desagradables, busque fuentes confiables de información y regule su acceso a las redes sociales en Internet, no toda la información es veraz, en ocasiones más que ayudar, desfavorece sus mecanismos personales.

Este tema quizás les resulte controversial, pero es una manera de ayudar y sentir que ante los desafíos siempre hay oportunidades de volver a sentir estabilidad emocional.

Sea resiliente, comience hoy mismo a practicarlo y recuerde que para las personas resilientes no existe una vida dura, sino momentos difíciles.

No se trata de una simple disquisición terminológica, sino de una manera diferente y más optimista de ver el mundo, ya que son conscientes de que después de la tormenta llega la calma. De hecho, estas personas a menudo sorprenden por su buen humor y nos hacen preguntarnos cómo es posible que, después de todo lo que han pasado, puedan afrontar la vida con una sonrisa en los labios.

*Licenciada en Psicología. Máster en Educación Especial y profesora de la Universidad de Ciego de Ávila Máximo Gómez Báez