Cuando se dice que alguien es la mano derecha de uno, se le está concediendo un valor excepcional. Filosofía popular desde la cual vale decir que los delegados de circunscripción tienen, también, su mano derecha. Puntal de la gestión de los representantes de los barrios que, para su mejor accionar, requieren, por igual, de determinadas condiciones, y las van teniendo.
En ese camino la capacidad de respuesta que alcancen las entidades productivas y de prestación de servicios, con los consejos de la Administración al frente, sobresale y decide, no solo a partir de la sensibilidad de sus dirigentes y trabajadores ante los problemas, sino, al propio tiempo, desde las posibilidades materiales y financieras de enfrentar una tarea.
Es finalidad del Estado, no de ahora, data de años, lograr la elevación de la eficiencia del sistema del Poder Popular, y quien haya seguido durante cierto tiempo la gestión de gobierno dará fe de que esa búsqueda se ha ido armando desde una visión integral.
Perspectiva que vive un instante crucial, en la que los avileños percibimos con intensidad la reciente visita de control gubernamental, encabezada por su Presidente, Miguel Díaz-Canel Bermúdez; desde la mirada, además, de un evento que antecede al comienzo del primer proceso de rendición de cuenta de los delegados de circunscripción, correspondiente, incluso, a un mandato que recién inicia.
Visto así, cuál de las “manos derecha” ha quedado exenta de precisiones con respecto a su horizonte de actividad, toda vez que al control se incorporó la mayoría de los integrantes del Consejo de Ministros. Curso de los acontecimientos que, como decimos los cubanos, “las va teniendo todas (las condiciones)” para extraerle el mayor provecho, cuando los vecinos, en los próximos días, comiencen las reuniones en los barrios.
Ciclo de encuentros que por estructura, de poder del pueblo, constituye el instante más relevante en el ejercicio de gobierno en Cuba, concebido, para más, a través de una rendición de cuenta, la cual, seguramente, se verá reforzada una vez determinadas, procesadas y organizadas las orientaciones emitidas, de forma directa, por la máxima dirección del país, incluidas las relacionadas con la asignación de algunos recursos destinados a destrabar viejos y nuevos problemas. La vía más directa y efectiva para rendir cuenta.
Sin pasar por alto tampoco que el escenario para adoptar decisiones en el vecindario continúa abierto, puesto que la consulta popular sobre el Proyecto de Constitución de la República de Cuba proseguirá hasta el venidero 15 de noviembre y, después, el resultado final será sometido a referendo, en cuyo texto aparecen, también, ciertas novedades vinculadas con la actividad de gobierno, incluso, en la base.
La naciente Carta Magna explica las razones, no obstante la propuesta de elevar el tiempo de permanencia del delegado en el cargo, de dos y medio años a cinco, implicaría el imperativo de seguir apoyando, con todo, la labor de esos hombres y mujeres que, la mayoría de las veces, lo que hacen es ponerles el pecho y el hombro a las dificultades de los vecinos.
De manera que la otra mano poderosa de ese delegado “todoterreno”, es su propia gestión y la participación, no solo en idea, además, “con la manga al codo”, de quienes lo eligieron, por añadidura, en mayoría.
Aunque todavía no ha sido convocado, de manera oficial, el cercano proceso de rendición de cuenta se advierte en un contexto diferente como fruto de esa readecuación que, paso a paso, va asumiendo ese poder ejercido entre todos.