La inestable disponibilidad de sellos de timbre de menor denominación en la red de Correos es caldo de cultivo para la reventa
Si esto fuera un concurso de chistes, podríamos decir que el colmo de un sello de 5.00 pesos es que lo vendan a 80.00; 16 veces su valor. Nos reiríamos todos y pasaríamos al siguiente colmo, porque ejemplos sobran. Pero la reventa descarada no da risa.
Desde que la COVID-19 permitió retomar los trámites en Cuba, la existencia de Sellos de Impuestos sobre Documentos (ISD) de la Oficina Nacional de Administración Tributaria (ONAT) ha tenido momentos muy críticos, al punto de no estar disponibles los de menor denominación (5.00 CUP).
Son los más solicitados, pues para cada certificación de nacimiento, defunción, estado civil, testamento, declaratoria de herederos, compraventa, permuta, divorcio, matrimonio (¡para todo!) es necesario, como mínimo, uno. Lo confirma el Anexo Único del Decreto Ley 21 de 2020, que lista los tipos impositivos vigentes para el Impuesto sobre Documentos: 82 de 205 documentos oficiales (el 40 por ciento) están gravados con 5.00 pesos.
Además del tiempo de suspensión de servicios provocado por la pandemia, habría que ser ciegos para no ver que la demanda de este tipo de sellos se ha disparado de la mano del movimiento migratorio internacional, desde finales del año pasado. Esa demanda abarrota notarías, registros civiles, oficinas del Carné de Identidad y hace que los sellos “vuelen” de los mostradores de Correos. Y cuando la oferta no suple la demanda, ya sabemos qué pasa.
• Un reporte de marzo de 2021 del telecentro cienfueguero Perlavisión daba cuenta del problema ya desde esa fecha.
Aparecen los Arquímedes Arquímedes ─me permito nombrarlo tal cual se presenta en Revolico Ciego de Ávila, porque evidentemente ese no es su nombre, a saber si es por aquello de la “palanca”─ con un pliego flamante de 45 sellos, a 25.00 pesos cada uno (cinco veces el valor oficial). Eso fue el 20 de marzo. El 11 de abril otra usuaria los propondría a 80.00. “El mercado es así”, diría un economista del siglo XVIII. Al parecer, el precio informal e ilegal depende de la disponibilidad en las unidades de correo y esta, a su vez, obedece a otros factores. El transporte, el combustible o la importación del material con que se imprimen, por ejemplo.
Aunque los sellos están bajo la jurisdicción de la ONAT, la custodia y distribución corresponde a Trasval y la comercialización a la Empresa Correos Ciego de Ávila. Media entre ellos contratación de servicios, de ahí que las demoras en solicitar o responder a las solicitudes pueden provocar “baches”. La urgencia de los trámites y el poder adquisitivo del necesitado también terminan comprobando las leyes del mercado. Este lunes 18 de abril solo el Correo central, en el municipio cabecera, tenía sellos de 5.00 pesos a la venta. Hasta las 3:00 de la tarde había expendido más de 400.
Ese dato lo aporta Juan Pablo Ferriol, Director de Seguridad Postal, Supervisión y Control en la empresa avileña, quien asegura que los sellos revendidos en las redes sociales no proceden de unidades del territorio. De conjunto con la Policía Técnica Investigativa, la dirección bajo su mando ha realizado acciones de control sobre revendedores y se demostró ─a partir de la numeración─ que los pliegos habían sido adquiridos en otras provincias.
Según Ferriol, el sistema informatizado de la empresa permite conocer en tiempo real la existencia de los sellos y el ritmo de venta, con lo cual se impide que un solo cliente compre cantidades excesivas. De hecho, ante los déficits puntuales, se ha indicado vender cinco sellos por persona.
La medida resuelve a medias el problema, porque no es menos cierto que cualquier trámite requiere más de cinco sellos. Luego está la situación concreta de que solo Correos puede comercializarlos, con lo cual la variante de que en las propias oficinas de trámites se puedan adquirir queda descartada, a menos que se ubique un gestor de ventas de la empresa.
• Con este nivel de urgencia, es lógico asumir que pagará lo que le pidan por un sello.
En mayo de 2021 el portal web de la ONAT publicó un artículo que llamaba a emplear el tipo de sello de timbre correcto para el pago de impuestos sobre documentos gravados. “Se recomienda a los expendedores (oficinas de Correos de Cuba) utilizar la denominación que más se acerque o que coincida con el tipo impositivo con que se grava el documento y, a los adquirientes, los insta a exigirle al vendedor el sello preciso o la combinación adecuada para su caso”.
Sin embargo, la realidad está diciendo que el problema no es la combinación, sino que faltan los sellos más utilizados y que, cuando hay, se trasvasan al mercado ilegal con aparente naturalidad.