El problema de emplear lo que no sobra en esa suerte de ensayo o dramatización de la contingencia es que, luego, no se logre a cabalidad el objetivo: precaver
¿Por qué en medio de la situación económica compleja que vive el país no se renunció al gasto que implicaron los ejercicios y la movilización de recursos humanos y materiales asociados al Meteoro 2019? Coincidirá conmigo en que es una pregunta válida, aun cuando cuestione decisiones al más alto nivel. La respuesta, sin embargo, es muy sencilla: porque aquí no se escatima a la hora de proteger.
Para no demorarme en la enumeración de ejemplos que confirmen el enunciado, solo mencionaré los más recientes: el millón de personas evacuadas ante el paso del Huracán Irma en 2017 y las 13 000 durante el azote de la tormenta subtropical Alberto, en 2018. Hay historias de familias que se protegieron con las mascotas y los animales de corral, de estructuras delicadas desmontadas con precisión y urgencia, de medios de transporte que solo se ven en Farvisión, puestos a disposición de la ciudadanía civil cuando son necesarios.
• Consulte aquí el informe elaborado por la Oficina de las Naciones Unidas en Cuba al paso del huracán Irma.
Las crónicas de esos días no se han escrito en su totalidad, porque a veces los periodistas ponderamos más el dato y la declaración de las autoridades que el recuento detallado de las emociones y los miedos; pero quienes han estado en peligro de inundaciones, fuertes vientos, penetraciones del mar o derrumbes, y han sido resguardados a tiempo, saben de qué hablo.
Meteoro, con todo y el gasto de combustibles y otros recursos materiales que conlleva, sirve para educar y ejercitar a la población y el mando en cada territorio sobre las acciones de prevención y mitigación de vulnerabilidades, justo en el umbral de la temporada ciclónica. Visto así, se justifica cualquier esfuerzo, cualquier desembolso.
Ejercicio "Meteoro 2019" días 18 y 19 de mayo con la preparación del personal para situaciones de contingencias desde su puesto de trabajo pic.twitter.com/6HcsKYMqMh
— CUPET División Comercialización Ciego de Ávila (@CupetCA) May 20, 2019
Varias acciones de saneamiento ambiental, antivectoriales, de eliminación de microvertederos y otras se desarrollan en el municipio de #CiegodeAvila como parte del Ejercicio meteoro 2019. #SomosCuba #SomosContinuidad pic.twitter.com/AN50CLKVGo
— Ciego de Ávila AsambleaProvincialPoderPopular (@apppciegodeavil) May 20, 2019
El problema de emplear lo que no sobra en esa suerte de ensayo o dramatización de la contingencia es que, luego, no se logre a cabalidad el objetivo: precaver. El problema sería que, organismos, entidades, directivos, trabajadores y población en general asuman el “teatro” solo como un par de días en el año de obligada participación, sin que la “puesta en escena” deje al final de la jornada un público realmente preparado.
De la seriedad con que realice su meteoro cada colectivo laboral, y también las comunidades, las familias, dependerá, llegado el momento, la capacidad para responder con anticipación o en tiempo real a los desafíos que los eventos meteorológicos o los desastres tecnológicos y sanitarios imponen. Si todos hiciéramos lo que toca cuando toca, nuestros resultados como Sistema de Defensa Civil serían, incluso, superiores.
Estos son algunos comentarios que dejaron los lectores de Invasor en la nota sobre el ejercicio Meteoro 2019, que apuntan a vulnerabilidades por erradicar
Recordemos que el año pasado, cuando la tormenta subtropical Alberto anegó medio país, se reportaron ocho fallecidos, dos de ellos en Ciego de Ávila. Según se dijo en esa ocasión, las muertes estuvieron asociadas a negligencias. También en septiembre de 2017, mientras Irma mordía la costa norte de la provincia, se reportó un fallecido, alguien que había incumplido el mandato de evacuación.
• Vuelva a leer el reportaje Los cielos abiertos que Irma dejó.
Desde el punto de vista económico, la falta de previsión y percepción del peligro, o el incumplimiento de los Planes de Vulnerabilidades y Riesgos, dejan saldos negativos importantes, que a veces se diluyen entre el total de la afectación.
Después del destrozo de un huracán, es más difícil distinguir dónde era inevitable y dónde previsible. Sin embargo, aquí, aunque no nos enteramos a tiempo, se mojaron varios quintales de arroz almacenados en una nave que no se protegió como debía al paso del huracán Irma, y eso que no estaban ubicados en las zonas más afectadas.
La pregunta, en definitiva, no es por qué gastar lo poco en una demostración. La pregunta que deberíamos hacernos siempre es si los informes al final del día —donde se detallan cantidad de participantes, número de acciones, alcances—, reflejan la realidad o son también ensayos.