Comienza la era Biden y Cuba espera

El tiempo de La Habana no se mide en los relojes de Washington. Mucho menos la soberanía. Biden debe saberlo

 joe bidenTomada de https://img2.rtve.es A todo el pragmatismo y la literalidad “tuiteriana” de la administración Trump, el nuevo presidente de Estados Unidos, Joseph R. Biden antepuso el mismísimo Día Inaugural una construcción simbólica que echó mano a disímiles referentes. Desde Jennifer López en representación del componente latino de esa sociedad, una poetisa joven y negra muy elocuente, una Biblia con historia propia, hasta atuendos de colores específicos, a los que la prensa no demoró en encontrar significados.

Eso y un discurso conciliatorio llamando a la unidad nacional, diciendo, casi sin decir, que su antecesor exacerbó las contradicciones internas y echó combustible a viejos y profundos “problemas” como el racismo, la xenofobia, el supremacismo blanco y un nacionalismo fatuo que ya no es posible sostener en el siglo XXI.

¿Quiere decir que el gobierno del presidente número 46 en la historia estadounidense será más dado a los gestos y las apariencias que a las acciones? A 10 días de su toma de posesión no se puede caer en la tentación de los juegos adivinatorios. De momento, ha comenzado por deshacer algunos entuertos internacionales y domésticos heredados de Trump: la estrategia para enfrentar la COVID-19, el regreso al Acuerdo de París sobre Cambio Climático y a la Organización Mundial de la Salud, poner fin a la construcción del muro fronterizo con México, y la eliminación de la prohibición de entrada al país a ciudadanos procedentes de países musulmanes, entre otras.

El poema con el que Amanda Gorman conmovió al público en la toma de posesión de Joe Biden

Amanda Gorman se convirtió en la poeta más joven en actuar en una investidura presidencial. Esta es una versión editada de su poema "The Hill We Climb" ("La Colina que Subimos") ? Y aquí te contamos más sobre ella ? https://bbc.in/360DfVq

Posted by BBC News Mundo on Thursday, January 21, 2021

En cierta medida, han sido acciones ejecutivas “fáciles”, que se caían de la mata por lógicas y políticamente correctas para una administración con dos dedos de frente. De ahora en más es cuando Biden tendrá que empezar a mostrar músculo y concretar un programa de cambios que comiencen a desmontar cuatro años de la retórica y práctica trumpista. ¿Le alcanzará el capital simbólico con el que llega?, ¿podrá gobernar teniendo mayoría en ambas cámaras o este aspecto es solo una formalidad? ¿Qué propone en política exterior? Ya se verá.

Y aunque, por razones obvias, a todo el mundo le interesa qué pasa en Estados Unidos, a los cubanos nos importa un poquito más, pues este pequeño archipiélago ha sido manzana y luego hueso de manzana en la garganta imperialista. Pareciera que no se justifica la importancia de Cuba en la política exterior estadounidense atendiendo a su tamaño o capacidad de influencia, sin embargo, administración tras administración allá han dejado en blanco y negro su intención de promover un cambio de régimen aquí. Dicen que hacia uno más democrático, pero habría que ver si es la democracia del seis de enero en el Capitolio, una democracia blanca de cabeza de bisonte, arrasando a su paso mientras enarbolaba las banderas de la segregación y la esclavitud. Cinco muertos dejó esa turba democrática y un país en estupor. No, gracias.

El hecho es que, después de cuatro años de hostilidad llevada al límite, más de 200 medidas coercitivas y de arreciamiento del bloqueo, una embajada en desuso y relaciones bilaterales reducidas a cero, cualquier gesto de Biden podría ser interpretado como un cambio fundamental. Mas, expertos criollos en el tema y think tanks norteamericanos coinciden en que el principal desafío en el mano a mano Estados Unidos-Cuba es la “credibilidad duradera” de esa política exterior hacia la Isla. Si Biden debe hacerlo todo a golpe de decretos presidenciales, tal cual le sucedió a Obama, ya sabemos cómo terminan las buenas intenciones cuando otro inquilino se instala en la Casa Blanca.

No obstante, el actual gobierno estadounidense, si quisiera, tiene mucho por hacer en relación con Cuba, empezando por desmantelar la ejecutoria de Trump y retrotraer las relaciones entre los dos países al escenario de 2015-2016, para empezar. Los expertos creen que retomar la normalización de relaciones con la Isla sería un importante paso de cara a desafíos más urgentes y definitorios, como el diferendo con Venezuela, Irán, China y Rusia, pero también alertan que no servirá una postura de exigir concesiones. La Historia está ahí para ilustrar cómo la negociación con condicionamientos nunca ha llegado a ninguna parte.

Biden cumple hoy apenas 8 días como presidente. La prudencia aconseja esperar para emitir juicios. Podría parecer que Cuba está apurada por “caerle bien” al nuevo gobierno del vecino del Norte, teniendo en cuenta la asfixia económica promovida desde allá, empero, ya lo dijimos una vez, el tiempo de La Habana no se mide en los relojes de Washington. Mucho menos la soberanía.

• Así ve Russia Today al nuevo presidente de EE.UU.

Si para algunos Obama fue esperanza de cambio, juventud y renovación, no está de más recordar que Joe Biden es la versión tradicional, anciana y conservadora de Obama

Posted by RT Play en Español on Friday, January 22, 2021