Archivo Provincial de Protocolos Notariales: Para luego es tarde

Mientras aparece un nuevo local, la espera pasa factura a quienes han visto dilatados sus trámites y al patrimonio documental allí archivado, que podría no sobrevivir al deterioro

Quizás haya unos cuantos avileños a los que el nombre Archivo de Protocolos Notariales no les diga nada, aunque de manera casi automática lo asocien con el papeleo. Habrá otros que caminen por la calle Simón Reyes, entre Independencia y Libertad, y volteen a ver su reflejo en el cristal del No. 9, bajos, sin imaginar que, del otro lado, hay una “bomba de tiempo”, a punto de estallar.

Así suele ser, hasta que un buen día se tropieza con el trámite cuyo final feliz, le dicen, depende, nada más y nada menos, de un papel encerrado en esas cuatro paredes, donde, además, nadie puede entrar, y lo más cercano que llega el grito es al cielo.

María Gómez González bien sabe de lo que hablo pues, en diciembre pasado, la solicitud de una copia del testamento de su esposo la hizo tropezar con esa piedra en el camino y “alarmada por el riesgo que corren los documentos guardados” allí, se comunicaba con este periódico en espera de una solución. Tampoco me dejará mentir Alianny Sánchez, que, cansada de dar carreras de un lado para otro, sigue sin poder obtener el “documento para presentar en la embajada española”, porque dondequiera le dicen lo mismo: “el archivo está cerrado por Salud Pública”, según contara desde su perfil en la red social Facebook el colega José Alemán Mesa.

Lo triste es que, a la par de estas dos historias sacadas a la luz, se añejan las de muchos avileños al borde de la queja, y no es para menos, si a la ya de por sí insoportable burocracia, también han debido sumarle el malestar añadido de este calvario que deja sus trámites en un limbo, como dejaron saber algunos en los comentarios de la referida publicación.

¿Le pasa esto a algún otro avileño? Trámites... Archivo cerrado por Salud Pública Alianny Sanchez nos cuenta...

Posted by José Alemán Mesa on Thursday, January 26, 2023

La historia, si bien está ahora en su punto más álgido, no es nueva. Cinco años atrás empezaban los problemas, tal y como cuenta en respuesta enviada a nuestro periódico Zoila Victoria Gutiérrez Lugones, directora provincial de Justicia. El inmueble “desde el 2017 (…) viene presentando pésimas condiciones constructivas” —entiéndase por pésimas, el alto grado de humedad sin circulación del aire y el deterioro en las paredes y techos—, las que comprometen las condiciones de bioseguridad de los trabajadores y ponen en jaque la misión de preservar los documentos notariales y los clasificados como archivos históricos.

A falta de una solución, el problema solo ha ido a peor, al punto de que el “11 de octubre de 2021, en inspección sanitaria de la Unidad Presupuestada Provincial de Higiene y Epidemiología, se determinó la paralización de las labores que se efectuaban en esta instalación”, y el dato, más que de contexto, sirve para ilustrar la gravedad del asunto.

Si el revuelo no se armó antes fue porque “la prestación de servicios no se detuvo por completo, ya que la directora provincial fue autorizada por la Dirección de Salud Pública a entrar al local una vez por semana. Este servicio se mantuvo hasta la primera quincena de octubre de 2022, debido a que las condiciones de salud de la directora no le permiten continuar entrando al local”, lo cual es perfectamente comprensible, no así que, de esa fecha para acá, el daño siga adueñándose de los documentos allí (mal) resguardados y la incertidumbre de los que dependen de ellos para avanzar en sus trámites. ¿Acaso se necesitaba llegar a este punto para que las alarmas se encendieran?

No es menos cierto que la construcción, “producto a su ubicación y estructura, no admite mantenimiento ni solución constructiva alguna, teniendo en cuenta que a ambos lados y parte trasera sus paredes colindan con viviendas, así como su parte superior”. Si la solución a todas luces está en “la asignación de un nuevo local (…) que reúna las características necesarias para las labores que allí se desempeñan”, petición que —muy a pesar de la insistencia en diferentes escenarios, como reconoce la directora provincial de Justicia— sigue aguardando en el banquillo de la espera, en detrimento de todo lo que ese tiempo significa, la solución nunca estará en cansarse.

Habrá que pensar con sentido más agudo en el costo que, tanto material e inmaterial, puede tener que esos archivos notariales con valores históricos sucumban a puertas cerradas, en espera de una solución y sin garantía alguna de poder sobrevivir al deterioro, con lo que se perdería, también, buena parte de la memoria histórica de esta provincia. Nada pagaría ese perjuicio, como tampoco los días perdidos de quienes siguen esperando por una respuesta para sacar del stand by sus trámites, pues sabemos de sobra que el tiempo es oro para perderlo en peloteos y malos tratos que no conducen a ninguna parte.

En esta carrera contrarreloj, en la que cada día pesa un poco más, se necesitan soluciones y no culpables, antes de que las puertas del Archivo Provincial de Protocolos Notariales vuelvan a abrirse para acabar demostrándonos que esperamos demasiado.