Adulto mayor: Movilidad y cuidados en alerta

Encontrar una silla de ruedas, un bastón o una muleta se puede volver un gran dolor de cabeza para muchas familias cubanas que tienen algún integrante de la tercera edad con necesidad de tales aparatos. En muchos casos hay que recurrir a los préstamos de un conocido que tiene alguna y, de casualidad, no está usándola.

El problema no es menor si consideramos que al cierre de 2020, según refrendan las estadísticas oficiales, el país exhibía un envejecimiento poblacional del 21,3 por ciento, mientras que en el caso de Ciego de Ávila el indicador era ligeramente inferior, pero no menos preocupante, pues una de cada cinco personas tenía 60 años o más. La esperanza de vida al nacer es cercana a las ocho décadas.

Los abuelos, por “el almanaque” o los achaques de la vida, llegan inevitablemente a sufrir ciertas discapacidades, y los cuidadores se preguntan ¿dónde buscar esos medios?

La venta o asignación de estos elementos, imprescindibles para la movilidad y el cuidado de los adultos mayores, no existe o es muy exigua ante una demanda cada vez más creciente.

Una información publicada por la Televisión Nacional semanas atrás, con motivo de la celebración del aniversario 42 de la Asociación Cubana de Limitados Físico Motores (ACLIFIM), mostraba un escenario bastante sombrío de lo que fue 2021, cuando “aumentaron las solicitudes de ayudas para la movilidad y la situación es extremadamente crítica, en ese aspecto estamos en 'opción cero'”, comentó sin medias tintas Mabel Ballesteros López, presidenta nacional de la organización.

Señalaba así un problema que toca de cerca a ese segmento de la población, pero que es un botón de muestra porque también afecta a otros como los ancianos. Una realidad que, entre otras causas, se ha visto transversalizada por el impacto de la crisis económica global, la pandemia y el recrudecimiento de la política hostil de los Estados Unidos hacia Cuba.

Los negativos efectos son mayores que lo imaginado. Me contaba un amigo que a mediados de marzo tuvo que llevar a su abuelo al Hospital Provincial General Docente Doctor Antonio Luaces Iraola por darse un golpe en la cabeza a causa de un accidente en la vía. Al trasladar al anciano en silla de ruedas, para realizarle las pruebas y atenciones médicas, se percató de la complejidad del asunto que golpea al servicio en el centro asistencial, pues solo existían cuatro o cinco de estos equipos y en su mayoría defectuosos por su excesivo uso al paso de los años.

El Gobierno cubano desde hace tiempo se ha proyectado hacia la solución de ese asunto que impacta de lleno en la política demográfica. El propio Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, en 2019 llamó la atención sobre la producción de sillas de ruedas, cuando ese año la industria nacional había proyectado la fabricación de unas 21 200.

En aquel análisis se insistía en ponerle toda la prioridad al asunto, al existir una gran deuda de producción y muchas personas necesitadas. Por su parte, se pedía a la industria nacional “una silla confortable, hecha con materiales duraderos, cómoda, que incluyera sus piezas de repuesto”.

En la consulta de reportes de prensa dispersos encontré que la fábrica de la marca Minerva, ubicada en Villa Clara, la única del país que tiene el mandato estatal de fabricar asientos para personas con dificultades en la movilidad, mostraba dentro de sus planes productivos la fabricación en 2015 de 22 000 unidades; en 2016 bajó drásticamente a cerca de 2 000; en 2017 ascendió a más de 27 000; durante 2019 las aludidas 21 200. Mientras que otra información hacía referencia a que la reanimación de la imprescindible línea sería efectiva para el segundo semestre del pasado año, de ahí tal vez el vacío de 2020.

Amén de que todos los planes se hayan cumplido, la realidad demuestra que esas cifras están muy por debajo de las necesidades reales de una población altamente envejecida y con perspectivas para el 2030 de que la proporción de personas de la tercera edad sobrepase el 33 por ciento de la población.

Los desafíos que plantea el fenómeno señalan que elementos como andadores, bastones, sillas de ruedas, muletas o sillas inodoro serán vitales para afrontar la existencia con mayor calidad de vida. Urge que, además de los financiamientos gubernamentales, se potencie más la innovación y la búsqueda de soluciones a través de encadenamientos entre entidades, la aprobación de proyectos de desarrollo local o el fomento de emprendimientos privados.

Es difícil, muy muy difícil, encontrar productos para el cuidado de adultos mayores en Cuba 👴🏽👵🏼...pero ¿y fabricarlos?...

Posted by El TCP on Monday, February 21, 2022