Carteleras de capa caída

Hay consenso en que tan importante como los recursos, es el funcionamiento orgánico de las instituciones rectoras, la disciplina y la sensibilidad artística

Cuando en la junta de programación correspondiente al mes de septiembre se dio a conocer que Ciego de Ávila se ubicó entre las provincias con mayor número de actividades realizadas durante el verano en el país, la noticia no se gozó en toda su extensión, pues ya sabemos que cantidad no siempre es sinónimo de calidad. No todo lo hecho suma ni puede medirse con la misma vara.

Ni siquiera el tono de Roberto Jiménez González, subdirector de Cultura, dejó margen a errores: “necesitamos análisis más cualitativos, me preocupa el impacto logrado, a veces, menos es mejor que más”, sentenció, como antesala de una reunión que resultó, también, una foto fija de los desafíos y desaciertos, que todavía lastran el gremio.

Cumplir con la política cultural, administrar los presupuestos locales, mejorar la infraestructura y garantizar fuerza técnica calificada en puestos clave son partes indisolubles de ese todo neurálgico en el que se debate hoy la programación de la provincia. Sobran agravantes y faltan propuestas.

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Posted by Dirección Municipal de Educación, Morón, Ciego de Ávila Cuba on Thursday, July 27, 2023

¿Quién programa?

Se supone que en cada municipio funcionen las juntas de programación, como esos espacios de diálogo y concertación entre organizaciones e instituciones, que permiten definir con antelación las acciones culturales a realizar hasta las más intrincadas comunidades. Cada director es la voz líder en sus predios, una suerte de garante para el funcionamiento de los procesos y para el cumplimiento de la política cultural.

A esto se suma el rol de los departamentos de programas culturales, al menos con dos figuras fundamentales: el programador y el comunicador. Por aquí comienzan las primeras falencias.

Sucede que hoy el completamiento de estas estructuras está muy lejos de las necesidades y, al menos, en los municipios de Bolivia, Primero de Enero y Venezuela la situación es crítica, con una persona asumiendo varias funciones. Asimismo, la disyuntiva para el completamiento de la fuerza técnica corta alas a la iniciativa.

Mientras que en Florencia hay respaldo salarial para contratar más instructores de arte en el Sistema de Casas de Cultura y no hay quienes asuman esta responsabilidad, en otros municipios se da a la inversa, hay personas capacitadas, pero no dinero para ejecutar los pagos. Una suerte similar corren los promotores, quienes, si bien no diseñan programación alguna, son un punto de enlace imprescindible para concretarla. De una plantilla de 20, apenas seis están en funciones en el municipio cabecera.

Yoanys Villegas Multan, jefa del Departamento de Programas Culturales en la Dirección Provincial de Cultura, agrega que tampoco se ha logrado engranar a los organismos e instituciones con responsabilidad en la planificación de la programación y que no pertenecen, directamente, al sector. Además, la Organización de Pioneros José Martí, la Unión de Jóvenes Comunistas y la Brigada José Martí no son entes activos en estos espacios.

• Sobre el tema reflexionamos en este artículo de opinión: 

Han quedado como alternativa las videoconferencias y los chats de WhatsApp para sortear los altibajos del transporte, que dificultan el traslado hasta la ciudad cabecera y, quizás por eso, se ha enraizado la práctica de hacer la programación detrás de un buró, completando informes, y de espaldas al escenario y a las necesidades de los públicos. Se diseña como se puede y con lo que hay, sería la definición más exacta.

Sin embargo, el subdirector Roberto Jiménez González enumera otras deficiencias que no dependen exactamente de recursos o de las plazas vacías, sino de la voluntad. Habla del bajo poder de convocatoria, el desconocimiento de los principios básicos de la política cultural y el desbalance en las propuestas, de acuerdo con las manifestaciones artísticas y los grupos etarios.

• Un acercamiento similar al tema desde Guantánamo. Lea más aquí

“Durante visitas realizadas recientemente a los municipios, sugerimos ofrecer cursos de capacitación sobre colonización y política cultural en las estructuras gubernamentales para que las decisiones se tomen con claridad y con apego al criterio de los directores del sector, que son los máximos representantes del ministro en su demarcación”.

Su observación no es fortuita, más de una vez le ha tocado discutir y revertir las decisiones que en la base contradicen lo escrito y desoyen a quienes tienen el conocimiento y la experiencia. Solo así cobran sentido las anécdotas de Félix Vázquez Márquez luchando, contra viento y marea, para que el reguetonero conocido como El payaso X Ley no llegara hasta Chambas o del circo Haliom, ofreciendo presentaciones gratuitas en Baraguá, luego de ciertos malentendidos asociados a su remuneración.

Hay consenso en que tan importante como los recursos indispensables en una casa de cultura para que los talleres de creación sean exitosos, es el funcionamiento orgánico y la disciplina; cuando se altera el orden de estos factores, ya sabemos lo que pasa.

“Hay que hacer una programación cultural cada vez más diversa y de calidad”, exhortó el primer ministro, Manuel Marrero Cruz, durante el balance de trabajo del año 2022 del Ministerio de Cultura (Mincult).

• Lea el resumen de esa jornada siguiendo este enlace

Casos y cosas

Concretar una programación sin presupuesto es el colmo de la complejidad. En 2023 la Dirección Provincial de Cultura recibió 36 millones de pesos menos que lo asignado el pasado año, cuando tampoco las cuentas fueron holgadas.

De este modo, definir cada día qué eventos se realizan y qué espacios fijos permanecen activos es un quebradero de cabezas, que deja muy pocas opciones a mano; todavía más si tenemos en cuenta la infraestructura de la mayoría de las instituciones, así como de los cines y teatros del territorio, que impiden, muchas veces, una parada oficial para algunas de las giras nacionales.

 carteleraFeliz excepción en el panorama cultural avileño la Casa del Joven Creador

El otro extremo de la madeja es no saber aprovechar lo que ya está, tal cual sucede con el dinero existente en las cuentas de festejo de los municipios, la mayoría con disponibilidad y sin usarse en la planificación de actividades. Para poner en contexto la afirmación bastaría decir que la orquesta La Original de Manzanillo, aun cuando se presentó gratuitamente en Morón, no pudo hacerlo de igual modo en la ciudad cabecera porque no había cómo pagar un equipo de audio, a pesar de que en dicha cuenta sí existía dinero.

• ¿Qué sucedió con La Original de Manzanillo en Morón?

Al respecto, Roberto Jiménez González, subdirector de Cultura, explicó que estos montos pueden emplearse en tres momentos del año: en el verano, en las jornadas por el Día de la Cultura Cubana y el Triunfo de la Revolución, para el pago de talento artístico, luces y audio. “Enfrentamos el verano con dinero en las cuentas de festejo, sin embargo, muchas actividades no se hicieron y otras no tuvieron un impacto real porque su uso no fue aprobado en las asambleas municipales”, sentenció el directivo, como mortaja para las expectativas.

Desde el Centro Provincial de Casas de Cultura son categóricos cuando explican que no todo puede suplirse con el Movimiento de Artistas Aficionados y, de hacerse, también son necesarios los aseguramientos mínimos. Bien lo sabe Laura Martell Expósito, jefa del Departamento de Estudios Socioculturales, desde donde cada mes se las ingenian para armar una programación coherente saltando obstáculos, carencias y jerarquizando el producto artístico.

Es fácil comprender que, si falla la programación, mucho menos podrá insistirse en la promoción adecuada de cada certamen. Lisset Quintana Veranes, comunicadora de la Dirección Provincial de Cultura, lo tiene claro: “cuando se concibe un evento o un festival casi nunca se piensa en un plan de comunicación”.

Entonces, de vez en vez, los espectáculos se quedan con sillas vacías debido a la premura de la organización o, por ejemplo, sorprende sin previo aviso el Festival Regional de Artistas Aficionados de la Empresa de Telecomunicaciones de Cuba S.A. en el territorio y en un santiamén hay que buscar fuerza técnica que acompañe el proceso.

Celebrar los esfuerzos no puede nublarnos el juicio para valorar, en su justa medida, cuánto falta por hacer para que la cultura sea, verdaderamente, escudo y espada de la nación. Empezar por la programación, por la oferta cultural que honre las políticas aprobadas, las ensanche y las perfeccione, podría ser un punto de inflexión para romper el ciclo interminable de las carteleras vacías.

“Uno de los retos fundamentales que tiene la programación cultural es ese, independientemente de los contextos, de las realidades, de las problemáticas sociales, debe ser cada vez más heterogénea y diversa, capaz de ampliar el abanico y el espectro de acceso, de visualización, de apropiación, de aprehensión y de aprendizaje, culturalmente hablando, para la formación didáctica de ese público”.

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