Medallas del conocimiento: ¿un problema de difícil solución?
Fotos: Yosvany Sánchez Granado/Facebook y Neilán
Desde hace años, Ciego de Ávila muestra resultados desfavorables en concursos nacionales de conocimientos
Cuando Roimer Capote Brizuela llegó al Instituto Preuniversitario Vocacional de Ciencias Exactas (IPVCE) Cándido González Morales, no sabía descomponer un trinomio, aunque se supone que cualquier estudiante egresado de la Secundaria Básica domina esa habilidad matemática. Mucho menos entendía de Física, la asignatura por la que hoy su nombre aparece en la primera línea de este texto. En un breve período, casi de maduración acelerada, le tocó ponerse al día con los contenidos de la enseñanza anterior y con los del preuniversitario, como ocurre a muchos de los que llegan por primera vez a los pasillos anchos de Ceballos Seis.
Una tarde, por casualidad, participó en el concurso de conocimientos de Física que se realizaba en la escuela y, para sorpresa suya, obtuvo el segundo lugar. Desde entonces, descubrió algo en lo que parecía ser bueno y presentarse en el concurso nacional de esa asignatura se convirtió en reto y obsesión.
Tiempo después, tras sacrificar muchísimas horas libres y resolver más de 150 problemas como entrenamiento, tuvo en sus manos el cuestionario del concurso nacional, certamen en el que ganó una de las medallas de bronce. Lo cuenta sin esconder los sueños futuros: un mejor resultado el próximo curso, llegar a la preselección nacional, convertirse en físico nuclear y un largo etcétera para el cual, evidentemente, el muchacho tiene madera.
Sin embargo, su caso, lejos de ser regla, aparece como una feliz excepción en el panorama de los concursos de conocimiento de la enseñanza preuniversitaria en Ciego de Ávila. Este año la provincia quedó en el lugar 14, de 16 posibles, en lo que ya puede catalogarse como una tendencia negativa y sostenida.
De las 16 medallas ganadas por los concursantes avileños, dos fueron de oro, cuatro de plata y 10 de bronce; mientras que, de acuerdo con su distribución por asignaturas, hubo cuatro preseas en Inglés, tres en Español-Literatura, tres en Historia, dos en Matemática, y una en Geografía, Química, Física e Informática, respectivamente.
El IPVCE obtuvo siete medallas, mientras que el resto corrió a cuenta de varios institutos preuniversitarios urbanos del territorio: los planteles La Edad de Oro (tres preseas), Ernesto Che Guevara (dos), Pedro Valdivia Paz (dos), la escuela moronense Nguyen Van Troi (una) y el centro Sergio Antuña Rodríguez, en el municipio de Ciro Redondo (una).
Entrenadores: la variable a despejar
El joven profesor Yosvany Sánchez Granado, quien funge como coordinador del equipo de entrenadores avileños, y entrenador él mismo de la asignatura Física, explica que los resultados actuales fueron superiores a los de 2022, aunque la provincia no ha podido salirse de los derroteros de los últimos cursos.
Que Ciego de Ávila permanezca en la retaguardia del medallero nacional tiene varias explicaciones. Yosvany expone, como primer factor de peso, la notable carencia de entrenadores que faciliten la preparación de los concursantes.
“El claustro profesoral que estaría capacitado para entrenar a nuestros muchachos se encuentra visiblemente envejecido, y hoy no cuenta con las condiciones de salud necesarias para laborar en una escuela con régimen interno, como el IPVCE, y trasladarse desde sus municipios hasta Ciego de Ávila a diario”.
También influyen los problemas de cobertura docente que afectan a la mayoría de las escuelas avileñas, y el escaso adiestramiento de los maestros en los contenidos de concurso que, en su opinión, distan mucho de los temas impartidos normalmente en el aula.
• Sobre los problemas de cobertura docente en Ciego de Ávila y la necesidad de formar nuevos maestros, INVASOR ya escribió tiempo atrás
Xavier Regalón Jerez, estudiante de onceno grado en el IPVCE y concursante de Física, hace notar la visible diferencia entre el rigor del entrenamiento en provincias como Camagüey con respecto al recibido aquí. “Allí hay centros de entrenamiento, donde los concursantes se preparan prácticamente a diario, mientras que acá solo tenemos un grupo de concurso por grado y, a veces, turnos de preparación para estos eventos”.
“Además, sus entrenadores cuentan con un largo historial en la formación de concursantes y han integrado, en varias oportunidades, las delegaciones cubanas participantes en competencias internacionales. Los nuestros, incluso, mientras hacen un esfuerzo enorme por ayudarnos, deben cumplir otras tareas docentes en la escuela, por lo que no están disponibles a tiempo completo”.
Roimer y Yosvany en una competencia en Villa Clara
26 y uno, números que abruman
De los 16 medallistas avileños solo uno integró la preselección nacional y participó en la primera ronda de entrenamientos. Su nombre es Hugo Mustelier Soto, estudia en onceno grado y hace unos meses recibió la buena noticia de haber ganado una medalla de plata en el Concurso Nacional de Química.
Hugo se trasladó hasta la capital en la misma guagua que lo hacían sus compañeros camagüeyanos y el contraste numérico fue abrumador. Mientras él era el único avileño que había logrado llegar a la preselección, la Ciudad de los Tinajones enviaba a 26 estudiantes.
“Estos malos resultados son de antaño, y es triste, porque conozco a muchos concursantes que, de tener la ayuda necesaria, mostrarían un mayor rendimiento. A veces, ese apoyo viene de estudiantes de grados superiores, más experimentados, que no solucionan del todo el problema, pero, al menos, contribuyen a que el concursante llegue al certamen en mejores condiciones”, dice apesadumbrado.
El joven sostiene que una de las pocas alternativas para sacar a Ciego de Ávila de entre las provincias más rezagadas del país es el trabajo con los alumnos de Secundaria Básica, para garantizar su preparación y participación en concursos
En este sentido, recomienda una selección más rigurosa, pues en ocasiones dichos estudiantes presentan muy malos resultados, no solo en las competiciones, sino, incluso, en la docencia recibida en el aula.
“¿Qué más se puede hacer? Fomentar que los concursantes avileños pasen temporadas en los centros de entrenamiento de otras provincias, y así se fogueen con los grandes; insistir en que los estudiantes mayores compartan y tengan un papel más activo en la preparación de los más noveles; e intentar que los alumnos varones con buenos resultados en concursos pasen su año de Servicio Militar como profesores en el IPVCE”, propone.
Continúa la preparación en el CPE en el Ipvce Cándido González Morales de #CiegodeÁvila de los estudiantes de concurso...
Posted by Yosvany Sanchez Granado on Monday, June 26, 2023
Vivian González Rodríguez, jefa del Departamento de Educación Preuniversitaria en la Dirección Provincial de Educación, pone de relieve que los resultados de este año, a pesar de la escasez de preseas, suponen una mejoría considerable con respecto a etapas anteriores. “Hace tiempo que no obteníamos tantas medallas. Aunque no lo parezca, para nosotros esto ha sido un gran avance. Sin embargo, estamos conscientes de que la situación no es muy alentadora”, reconoce con esa sensación rara de hablar de avances que, sin embargo, no se notan demasiado.
“La atención efectiva a los concursantes permanece como una tarea pendiente, no solo dentro de las aulas del IPVCE, sino también en el resto de nuestras escuelas, donde la preparación para estas competencias es casi nula, y aun así los muchachos han sabido demostrar sus conocimientos”, recalca la profesora Vivian, mientras abre una tabla de Microsoft Excel y constata cómo un sinfín de casillas traducen al lenguaje frío de las estadísticas ese antepenúltimo lugar del medallero nacional, reservado para Ciego de Ávila.
Las dificultades en la preparación de concursantes se deben, entre otros motivos, a la insuficiencia de la cobertura docente en los preuniversitarios avileños
¿Un problema que sí tiene solución?
Yosvany Sánchez Granado permanece optimista. El jefe de los entrenadores avileños asegura que ya se trazan nuevas estrategias de trabajo para alcanzar mayores cotas en los concursos de 2024, aunque también comprende que estas acciones no generen, al menos a corto plazo, el cambio deseado.
“Estamos inmersos en lograr una mejor preparación para los concursantes en el próximo período lectivo, con especial énfasis en la atención a los jóvenes que no estudian en el IPVCE, sino que se encuentran disgregados por los diferentes municipios avileños, pero demuestran un talento extraordinario.
“Este año en los concursos nacionales tuvimos más medallas de los preuniversitarios de los municipios que del propio IPVCE, lo que habla muy bien de un grupo de estudiantes que, sin recibir entrenamiento, demostraron gran dominio y talento en las asignaturas en competencia”.
Excelentes resultados obtenidos en la Copa "Abel Santamaría" por el IPVCE Cándido González con la presentación de 7...
Posted by Ipvce Cándido González Morales on Friday, June 9, 2023
Para identificar y captar a muchos de estos alumnos, y para potenciar su preparación, el próximo octubre el IPVCE organizará la primera copa de concursos Oscar Acosta Marín, que llevará el nombre de un destacado entrenador de Física y pedagogo avileño, fallecido en 2017.
Asimismo, se proyecta dar seguimiento a los estudiantes de Secundaria Básica que obtengan medallas en concursos nacionales, con el fin de vincularlos al IPVCE en materia de entrenamiento y formación vocacional.
En la vida real, como en las matemáticas, se necesita mucho ingenio para encontrar salidas a problemas que parecen no tener solución. Ciertamente, a concursantes y entrenadores les queda un largo camino por recorrer, si aspiran a conseguir para su provincia una mejor posición en el medallero cubano. Frente a esa meta quijotesca, no cabe otra cosa que la ayuda y la colaboración oportuna de todas las instituciones interesadas en que, también para Ciego de Ávila, el futuro sea de hombres y mujeres de ciencia.
En 2015 Juventud Técnica se acercó a los concursos y las olimpiadas de conocimientos. La publicación dijo en ese momento: “Se precisa de mayor liderazgo institucional del MINED y de la prédica de un trato justo hacia ese crisol encanecido y, mayoritariamente, anónimo, ‘gracias’ al bajo perfil de un tipo de esfuerzo que suele pasar sin penas ni glorias por el calendario de funcionarios, medios de comunicación y organizaciones políticas y de masas”.