Más allá del ámbito competitivo, la práctica de ejercicios, incluidas las modalidades de combate, influye en la eficiencia física del personal en el Ejército Central, cuerpo armado creado por orden del Comandante en Jefe el 4 de abril de 1961.
La tranquilidad es el elemento que, en apariencias, caracteriza a cualquier unidad del Ejército Central. Ese ambiente se percibe en uno de los principales campamentos en Ciego de Ávila, sin embargo, la vida en su interior resulta bastante activa.
Campos para rebasar obstáculos, pista de atletismo, áreas de fútbol, gimnasios, baloncesto y voleibol indican que la actividad muscular tiene muchos aliados en la institución. Así lo confirma el Mayor Yurkis Cano Fraga, jefe de batallón de Tropas Especiales.
Intentar una canasta, entre las preferencias
“En nuestra unidad el personal tiene la oportunidad de iniciar cada día con la gimnasia matutina, también se puede practicar el deporte favorito una vez a la semana durante dos horas y contamos con una jornada al mes dedicada por completo al deporte y la recreación.”
A simple vista da la impresión de que es poco el tiempo para esas actividades, aunque la realidad demuestra que las tropas se ejercitan bastante. De ello depende la forma óptima para asumir la diversidad de misiones que les asignan a sargentos, oficiales y soldados.
Síntesis de las artes marciales
Manuel y Yasmany en combate de entrenamiento
Una modalidad esencial en la preparación de los jóvenes combatientes es el kick sul, arte marcial coreano que abarca elementos de todas las técnicas para el combate cuerpo a cuerpo.
El sargento de primera Enorge Gondres Daniel es uno de los instructores con mayor experiencia. Lo avalan su condición de Maestro Primer Nivel y, por supuesto, el prestigioso cinturón negro.
“Aquí entrenamos a los soldados para los Campeonatos Territoriales de Tropas Especiales en el Ejército Central. En 2018 terminamos en primer lugar y en 2019 en el segundo. Ahora nos preparamos para, cuando las condiciones epidemiológicas lo permitan, asistir al torneo de este año.”
A la par del diálogo, en las áreas se aprecia la acción de un grupo de muchachos aspirantes a integrar la selección avileña encargada de mostrar sus habilidades en el combate cuerpo a cuerpo por divisiones, e intervenir en la superación del campo de obstáculos y la orientación en el terreno, variantes en las que se concursa por equipos: el que más rápido lo haga vence.
Boxeadores con más recursos
El soldado Yasmany Rivero López tiene 18 años y entró a las Fuerzas Armadas Revolucionarias en el llamado del pasado 3 de septiembre. Asegura que practicó el boxeo desde los ocho hasta los 14 años.
“Ahora amplío mis conocimientos en el kick sul. Esto representa mucho para mí por la preparación en varias artes marciales. Siento orgullo por lo aprendido con mi maestro y por ser parte del equipo que asistirá al torneo regional, que debe realizarse en Sancti Spíritus.”
Uno de sus colegas, con el que ha rivalizado en las prácticas, es Manuel Alejandro Núñez Debrot, con similar edad y un peso corporal que ronda los 66 kilogramos.
La superación de obstáculos implica riesgos y resulta espectacular
“Provengo de la Escuela de Iniciación Deportiva Escolar Marina Samuel Noble, donde integraba la selección de boxeo, lo cual me facilitó el aprendizaje del kick sul. Cuando termine el Servicio Militar deseo estudiar la Licenciatura en Cultura Física.”
Parejo con la rudeza de las artes marciales, el cuidado de los soldados atletas es una norma establecida. El doctor Yankiel Ramírez Portal asegura que lo primero radica en cumplir los protocolos establecidos por los ministerios de Salud Pública y de las Fuerzas Armadas Revolucionarias para el enfrentamiento a la COVID-19.
“Empezamos con la toma de la temperatura en las mañanas, la pesquisa, mantenemos los filtros sanitarios en cada local y el distanciamiento para las prácticas de ejercicios. En cuanto al nasobuco, solo se permite retirarlo en prácticas a más de dos metros, en las carreras y los combates para facilitar la respiración.”
El joven galeno es uno de los integrantes de la Brigada Henry Reeve que estuvo de misión en Lombardía, Italia, experiencia que mucho le aporta a sus actuales funciones.
Con respecto a los soldados atletas, afirma que no se lesionan tanto al ser jóvenes atléticos, sanos, además, llegan al Servicio Militar con buena preparación física, más un detalle que les corresponde al personal sanitario y a los profesores. “Les exigimos el calentamiento durante 15 minutos antes de entrenar, y cuando terminan deben hacer estiramientos por 10 minutos para evitar contracturas musculares y lesiones articulares.”
A las tradicionales celebraciones del 4 de Abril, cuando la Organización de Pioneros José Martí cumplirá 61 años y 60 la Unión de Jóvenes Comunistas, llega también la sexta década de vida del Ejército Central, dotado de una generación encargada de preservar la tradición que identifica a ese cuerpo como “El más estable en la vanguardia”.
La herencia de coraje transmitida por su fundador, el Comandante de la Revolución Juan Almeida Bosque, perdura en los soldados, quienes a través del deporte suman herramientas de lucha para preservar los bienes del pueblo y la tranquilidad ciudadana.