Unos construyen y otros desbaratan

“Yo quisiera leer, participar, escuchar los trabajos que puede desarrollar la Dirección Provincial de Comunales en Ciego de Ávila con relación a las obras que se realizan en función de la higiene comunal y en específico en la construcción de colectores de basura (creo que erróneamente les decimos supiaderos, pero creo que esa palabra no existe) y que luego destruyen ellos mismos durante la recogida.

“Me imagino que las direcciones de Comunales les paguen a terceros la construcción de estos depósitos, lo mismo la unidad constructora del propio organismo o COMCAVILA o, he visto que a fuerzas de la Empresa de la Construcción o de la Empresa Provincial de Abastecimiento y Servicios a la Educación.

“Sea como sea, debe ser un presupuesto que se destina a construir y que, posteriormente, otras acciones, que ocurren lo mismo por accidentes, descuidos o irresponsabilidades, acaban con esas construcciones y no considero que sea —tengo los ejemplos, que expondré más adelante— por las indisciplinas sociales o falta de combustible para recoger los desechos sólidos”.

Así nos dice en su carta José Antonio Sardiñas Falcón, residente en la calle Eladia, No. 179, entre Martí y Onelio Hernández, en el municipio de Ciego de Ávila, y continúa diciendo: “nuestro municipio es un eterno basurero, en todas las esquinas se deposita basura por cualquiera, pues por falta de combustible, neumáticos, baterías, etcétera, no se puede recoger sistemáticamente y ello provoca que estos depósitos se llenen y se llenen, lo mismo de la basura cotidiana, que de escombros, podas y talas de árboles, animales muertos y demás.

“Al tiempo, se hace imprescindible el empleo de equipos pesados ‘especializados’, lo mismo de Comunales, que de otras entidades a quienes se les da la tarea o se contratan, para recoger masivamente los cientos de metros cúbicos acumulados en el período.

“En ese proceso de recogida ‘pesada’, ocurren los ‘desastres’ y aquí pongo mínimos ejemplos: hace algunas semanas en la calle Onelio Hernández esquina Isabel —este no lo vi, pero me lo dijeron los vecinos—, fue con una pala mecánica enorme de esas de la construcción. Otro caso fue con el tractor, alzadora del propio Comunales en el depósito que está en calle Martí frente a la Empresa Municipal de Gastronomía de Ciego de Avila.

“Esto, por supuesto provoca las fechorías de quienes vienen a robarse los bloques, las paredes y... desaparece la obra que se había construido de una cifra X de depósitos en la ciudad y se continúa convirtiendo organizadamente en más sucia.

“Hasta que no se tomen medidas con los que destruyen, lo mismo personas naturales que jurídicas, seguiremos acabando con la ciudad. Unos construyen y otros desbaratan, ya sea de forma accidental o premeditada.

“Se necesita hacer cumplir la máxima ‘el que rompe, repara; el que rompe, construye’ para no seguir en las mismas o peores. No se trata de indemnizar, pues el día que la Empresa de la Construcción tenga que reparar lo que provocó su equipo pesado y que ellos mismos habían construido e inaugurado hace unos meses, ese mismo equipo tendrá más cuidado en una próxima ocasión. Si las entidades estatales no cuidan lo suyo ¿quién lo hará?”.