Como portavoz de 36 vecinos, Yisel Cutiño Mendoza, residente en la calle Carlos Rodríguez, entre Abraham Delgado y Narciso López, en el municipio de Ciego de Ávila, escribe a Invasor para explicar la situación de insalubridad que están presentando.
“Hace más de un mes una brigada de Acueducto vino sin previo aviso a romper la calle y cuando se les preguntó a qué se debía este trabajo, nos dijeron que era producto a una tupición que existía a dos cuadras de nuestra calle, es decir, en Narciso López, entre Margarita y Pasaje Margarita.
“Al pasar los días vimos cómo se llenaban los dos hoyos, por las aguas albañales, la lluvia y la que viene de la conductora, mientras ya habían concluido los trabajos en la calle Narciso López.
“Además de los huecos llenos de podredumbre, se comenzaron a desbordar los registros y, por supuesto, la calle se llenó de desperdicios, excrementos y aguas negras.
“Varios vecinos llamaron a la oficina de atención a la población del Poder Popular Municipal, lugar en el cual le informaron que visitarían nuestra dirección. Posteriormente se comunicaron en el despacho de Acueducto con Adis, la jefa de la brigada encargada del saneamiento y tupición en las calles, quien les informó que los trabajadores habían ido a la cuadra y como estaban llenos de agua, no podían hacer nada, hasta tanto no estuvieran secos, cosa que no comprendemos, pues existen mecanismos para drenar el agua y poder trabajar en la solución del problema”.
Cutiño Mendoza explica en la misiva que otros vecinos, ante la envergadura de la situación que se estaba creando en la mencionada dirección, decidieron llamar al director de Acueducto en diferentes ocasiones, comunicándose algunas y, otras, sin recibir respuesta telefónica. Acudieron —a través del teléfono— a la emisora Radio Surco, nuevamente a la oficina de atención a la población, al puesto de mando del Poder Popular y al despacho de Acueducto; en cada uno de esos lugares les tomaban los datos personales y les solicitaban describir la situación que ocurría, sin embargo, nunca han tenido una solución.
“En la cuadra viven alrededor de 20 niños y adultos mayores con toda esa podredumbre frente a nuestras viviendas. Estamos expuestos a contraer enfermedades por la proliferación de mosquitos y otros vectores. Esto nos preocupa, más, cuando una vecina (Leidis) me comenta que la última vez que estuvieron los trabajadores en la calle, los escuchó diciendo que hacían lo que se les había indicado: desviar la tupición de Narciso López para otro lado, hacia nuestra calle”.
Al parecer estos residentes han sufrido las consecuencias de una incorrecta decisión y la dimensión del problema afecta a muchas personas.