Si algo dejó bien claro la vice primera ministra Inés María Chapman Waugh, durante la segunda visita gubernamental a Ciego de Ávila, es lo mucho que aún resta por hacer aquí, por el bienestar del pueblo, en materia de abasto de agua potable.
“Hay que hacer un diagnóstico, lugarcito a lugarcito, donde persista esta dificultad, por muy pequeño y recóndito que sea, y, a la par, resolverlo allí donde sea factible. Se trata de un derecho humano fundamental, reflejado en la Constitución de la República de Cuba, al que hay que darle cumplimiento; no es fácil, pero contamos con una inteligencia colectiva que nos ayuda a resolver los problemas”.
Sin embargo, Pablo Rogelio Socorro Carbonell nos escribe en representación de los residentes de las 16 viviendas ubicadas en la calle Isabel, entre Arnaldo Ramírez y Cuarta, en la cabecera provincial —designado en reunión de vecinos—, y en su misiva expone que hace más de 15 años que no reciben agua potable.
“Todas esas casas tienen sistema hidráulico instalado en la toma de la calle Eladia —la de la parte de atrás—, que queda en bajos con relación a nuestras viviendas, lo que no nos permite que nos llegue el agua, a pesar de estar a menos de una cuadra del tanque elevado del reparto Vista Hermosa.
“Hemos sido asistidos durante más de una y media década por pipas de agua y, en la actualidad, con la situación de asignación de combustible, nos hemos visto afectados con el abasto.
“Los vecinos consideramos que una posible solución a este seco problema es conectarnos a la toma de la calle Arnaldo Ramírez, por la cual —gracias a los muchos salideros— se despilfarra el vital líquido en grandes cantidades.
“Esta situación es de conocimiento, desde hace varios años, del delegado de la Circunscripción 27, y ha sido planteada en reuniones de rendición de cuentas a los electores, sin que haya sido resuelta.
“Somos del criterio de que resulta necesaria la presencia de compañeros competentes que puedan realizar una revisión a fondo de la problemática y buscarle una solución que no continúe afectando a los moradores del lugar, quienes sortean innumerables escollos para acceder al vital líquido”.
El diálogo permanente con la población para conocer las necesidades de la gente y actuar en consecuencia, y así evitar chocar con las mismas dificultades, una y otra vez, fue otra de las indicaciones dejadas aquí por Chapman Waugh. Como un planteamiento de los electores de la Circunscripción 27, se impone, entonces, ajustar los recursos y trabajar para solucionar 15 años de sequía prolongada.