Queja 567

A veces son pocas las líneas de que dispone esta sección para publicar, de forma íntegra, las misivas recibidas. Por eso, vamos directo a la enviada por Yaneivys López Pino, residente en calle Tres, No. 13-A, entre Independencia y Libertad, en la ciudad de Ciego de Ávila.

“A principios de noviembre de 2020 comenzamos a presentar problemas con el agua potable que, de pronto, caía en nuestras cisternas con mal olor, contaminándose en varias ocasiones, hasta que no pudimos coger más. El 20 de ese mes una vecina se personó en la Empresa Municipal de Acueducto y Alcantarillado (…), quedando formulada la queja No. 567.

“El día 28 pasaba el Gobernador de la provincia y un vecino le comentó la situación; miró los huecos de las aceras donde colocamos las turbinas, llenos de heces fecales y le explicamos que habíamos hecho la queja. Por su gestión, al rato vino el carro desobstruccionador (azul); también el Director Municipal de Acueducto y Alcantarillado (…); los operadores hicieron todo lo posible por resolver la situación, pero no fue posible.

“(…) nos comunicaron que tenían que mandar el otro carro que tenía la manguera más larga; pasaron varios días y no venía, por lo que llamamos al Director Municipal de Acueducto y Alcantarillado y nos dijo que estaba movilizado en Morón, que llamáramos al compañero Gisel que él lo había dejado al frente de la situación.

“Hicimos varias llamadas y nunca nos respondió. En una ocasión fue una vecina a verlo y este se negó a recibirla. (…) El 10 de diciembre acudieron dos vecinos al Órgano Provincial de Gobierno y allí los atendió Maryori (…), recogió los datos, llamó por teléfono a una persona para que nos enviara una pipa con agua; tomó los números telefónicos de las casas afectadas para darnos respuesta, algo que tampoco sucedió.

“El día 16 de diciembre volvimos, nos atendió la misma compañera y nos sugirió que fuéramos al Gobierno Municipal, donde nos recibió la compañera Yulia, quien llamó por teléfono al Coordinador de Programas y Objetivos que atiende Construcción y este le dijo que iba a revisar el problema. Yulia nos dio su número para que lo llamáramos y nunca hubo respuesta positiva.”

El periplo continuó, y el 22 de diciembre “volvimos al Gobierno Municipal, la misma compañera llamó a Inti para ver por qué no habían ido al lugar y este volvió a dar la misma respuesta; también se comunicó con Wilmer Matos, director de la Empresa Provincial de Acueducto y Alcantarillado, y le dijo que revisarían el caso.

“Regresamos el 29 y Yulia nos manifestó que Wilmer no contestaba el teléfono. El 13 de enero, luego de ser atendidos en la sede municipal del Partido, fuimos para el Gobierno Provincial y la compañera de Atención a la Población llamó a Wilmer, quien le explicó que estaban haciendo gestiones para que le prestaran un martillo neumático porque en el municipio no había, respuesta que ya le había dado a otra vecina unos 15 días atrás.

“Ese día nos dirigimos, también, al policlínico Belkis Sotomayor, al Departamento de Vectores, con una muestra de agua, nos recogieron los datos y… silencio. (…) El 12 de febrero vinieron los compañeros de Higiene revisando y encontraron larvas en los huecos de las aceras y le aplicaron una multa de 50.00 pesos a la residente en la vivienda, aun después de explicarles la situación (…).”

Según Yaneivys, la única respuesta recibida es que “los tubos están colapsados y necesitan cambiarlos, pero en estos momentos la provincia no dispone de tubos para sustituirlos”. Y concluye: “Todo este tiempo llevamos varios vecinos sin poder coger agua para llenar nuestras cisternas; solo cuando nos cansamos de llamar, envían una pipa cada siete u ocho días. La contaminación continúa y el mal olor dentro de las casas se torna insoportable”.