Einstein decía que el tiempo es relativo y aclaraba en sus anotaciones que dependía del observador, por eso para la avileña Marta Carmona Ledón, tres meses con tupición en sus redes sanitarias no es poco, “me parece una odisea, sobre todo porque estoy al cuidado de tres ancianos de 76, 78 y 85 años de edad”.
“Yo vivo en el reparto Rivas Fraga, de la ciudad cabecera, y aquí en la calle D hay una tupición, desde febrero del año en curso, que no acaban de resolver (…), ya no tengo a dónde acudir, porque, además, no tengo tiempo ni a quién dejar a mis viejos (…).
“Vinieron tres obreros a destupir, pero sin recursos, más bien con sus manos lo hicieron, pero fue en vano (…), yo pensé que el remedio era una fosa que hay aquí en casa, pero es muy pequeña y, lejos de resolver, es peor, porque el día que toca agua me entra por la tubería y se inunda el patio con aguas albañales (…).
“Tres meses —recalca la lectora— llevo sacando ‘heces fecales’ a cubo, sabiendo el riesgo de enfermarme, enfermarnos, con toda esa contaminación, además del mal olor constante.
Dice Marta en su misiva que los obreros de Acueducto y Alcantarillado del territorio que acudieron al lugar, comentaron que “ahí lo que hace falta es una retroexcavadora, pero la de ellos está rota. ¿Y no pueden pedirla a otra empresa? —les pregunté, pero no saben nada de eso”.
Buscando alternativas les planteó que le mandaran el carro-fosa, y le sugirieron se dirigiere a la UEB que se encarga de eso.
“El dilema es que ni hacen una inversión ni aparece una retroexcavadora ni el carro-fosa, para al menos aliviar la situación, que es extenuante y crítica, sobre todo en mi caso particular, yo ya no puedo más, y el tiempo sigue pasando sin respuesta alguna”.
Escenarios como este no solo ponen en riesgo la salud de los habitantes, sino que también inciden en la disminución de la calidad de las aguas superficiales y subterráneas, poniendo en riesgo la salud de la población.
Para Marta el tiempo se vuelve infinito, es estresante, abrumador, tan siniestro que le roba el sueño, piensa demasiado y no encuentra salida a su círculo vicioso. Todos hemos vivido estrés alguna vez en la vida, pero para ella la relatividad depende de que la ayuda llegue, para que el tiempo se reduzca a cero y seguir ocupándolo en los muchos otros problemas que tiene para invertirlo.