Justo por pecadores

Fue un reclamo de los diputados a la Asamblea Nacional del Poder Popular, que se revisaran los procedimientos en las Oficodas, pues no eran pocas las quejas y denuncias sobre personas emigradas o fallecidas, que seguían recibiendo sus “mandados”, muchas veces una violación a la vista de todos.

“Sí, lo entiendo, amo mi patria y respeto las decisiones que se toman, pero me siento maltratada. Yo salí del país el 15 de junio de 2022, fui por problemas familiares a España, pero regresé el 27 de noviembre de ese propio año, por otros problemas que, con una tía, se me presentaron en Ciego de Ávila, y aquí estoy desde esa fecha, tratando de buscarle a esos, solución, pero cada día surgen otros que me complican la vida y a mis años no es fácil”, eso nos cuenta Mirtha González López, residente en el edificio 17, apartamento 14, del Micro A, en Ciego de Ávila.

“En el mes de abril de 2024, me informa el mensajero que me trae los mandados de la bodega 521 en el Micro A, que allí le quitaron mi libreta, pues me habían dado baja. Fui rápidamente a ver al administrador y me informó, muy respetuosamente, que aparecía en una lista de personas que habían salido del país, que fuera a Oficoda para aclarar la situación, yo le pedí la libreta para llevarla y se negó a dármela.

“Como hace un año y cinco meses que estoy en Cuba, pensé que rápidamente me devolverían mi libreta, pero no. En contra de mi voluntad, me aplicaron la medida como si yo hubiese estado todo ese tiempo fuera de mi país y entrara en abril de 2024.

“Me dijeron que Inmigración era quien les mandaba el listado de las salidas del país y, ¿las entradas, quién revisó si la persona regresó a la Isla? Yo no emigré, regresé antes de que se aprobara esta medida, y tengo que estar tres meses sin libreta; hasta que me la puedan volver a entregar, todos los meses tengo que ir a la Oficoda a buscar un vale para comprar en la tienda piloto, donde tampoco tengo derecho a recibir el pan, los cárnicos, ni otro producto que entre como donación.

“Considero que cuando una persona que no es emigrada, regrese de un viaje, el trámite debe ser más sencillo para reincorporarse y si tiene —porque no haya más alternativas—, que comprar en la piloto, que le garanticen todo lo que viene a la bodega.

“Esto les ha sucedido a varias personas que conozco, que se sienten incómodas e irritadas, al igual que yo, con esta situación. Me he sentido afectada por errores que otros han cometido y no lo considero justo”.

Sabemos que la actualización realizada por las Oficodas, no es algo nuevo, que quizá ahora se esté llevando a cabo con mayor rigor, como corresponde, pero el rigor debe ser para todo, si de verdad queremos evitar que se sigan cometiendo ilegalidades. Pero, ojo, hay que tener cuidado, revisar y profundizar en cada caso, para evitar disgusto e incomodidad en la población, sobre todo en los más ancianos.