Hay que hacer algo pronto

En Abandono continuado, queja publicada en la sección Sin rodeos el 19 de octubre, se exponía el estado de deterioro y abandono creciente en que se encuentra el Círculo Social Esteban López Haynée, de Ciego de Ávila.

Este tema había sido tratado antes por el colega Mario Martín Martín en el comentario El Círculo Social sigue muriendo. Tanto el periodista como la población estaban muy preocupados por la situación que tiene este centro.

Lázaro E. Granados Gelenian, director general del Grupo Empresarial de Comercio en Ciego de Ávila (GECCA), explica en su misiva de respuesta que “al inicio del período de la COVID-19, esta instalación estaba prestando servicio, aunque no con todas las condiciones constructivas necesarias, al menos con las mínimas, en el área del restaurante y cocina, un ranchón, y la piscina.

“Como es conocido, en todas las unidades de Gastronomía se prohibió el acceso de la población; además, por las medidas de cierre de la ciudad y las limitaciones que existieron, no funcionó durante todo ese período, lo que provocó que se acentuara el deterioro del establecimiento.

“Cuando pasa el período de la COVID-19, la empresa de Gastronomía (en Ciego de Ávila), no contaba, como no cuenta en estos momentos, con el capital necesario para acometer la reparación de la instalación gastronómica. Se gestionó con el Gobierno del municipio y la respuesta fue que no tenían capital disponible para emprender la tarea, por lo que se procedió al arrendamiento del mismo. El arrendatario realizó muy pocas acciones constructivas y, después de varios contactos, decidió retirar el proyecto que había presentado.

“Se continuaron las gestiones y se presentó la convocatoria, como se establece en la Resolución 40/22, para el proceso de Licitación, efectuándose en la provincia en el año 2022 y no se presentó ningún oferente; se le han realizado propuestas a otras empresas estatales, las cuales no han mostrado interés en la unidad.

“Se propone realizar un nuevo proceso de Licitación para, si existen nuevas personas interesadas, después que se realicen todos los trámites establecidos, arrendar el local, y así poder rescatar una de las unidades emblemáticas de la gastronomía avileña”.

Aunque son entendibles los argumentos ofrecidos por el director de GECCA, y se conoce que las condiciones económicas actuales quizás no permitan la reparación de un lugar que fuera tan disfrutado por los avileños, no debe dejarse para después lo que urge hacer hoy, pues corremos el riesgo —más temprano que tarde— de perder definitivamente las instalaciones que allí perduran.