Sucede, a veces, que un problema cambia de dueño, o sea de responsable, y, una simple sacudida de hombro lo ubica en los hombros de alguien más que, también, a partir de tal fecha es el nuevo responsable de darle solución.
En todo este entramado el único que no cambia de rol es el afectado. Y así ocurre con Rafael Cervantes Cervantes, vecino de Pasaje Arnaldo Ramírez, entre Margarita y Tejar, en Ciego de Ávila, quien fue víctima de los estragos del huracán Irma (y de otros ciclones) al sufrir un derrumbe total de techo, y quedar a merced del clima, en una facilidad temporal que, precisamente, se ha extendido en cuanto a lo que a “temporal” se refiere.
Con fecha 3 de febrero llegó una misiva firmada por José R. Sera Brito, director de Comercio en el municipio cabecera, quien expone como referencia: “(…) Fue inscripto de inmediato en la Oficina de trámites correspondiente. Expresa que se le asignó boleta con todos los materiales necesarios y a la Unidad de Base Transmec, perteneciente a Azcuba, como ejecutora de la obra. Explica que con Transmec se le venció la boleta en dos ocasiones por falta de combustible para transportar los materiales. Señaló, además, que después de varios reclamos en el Gobierno Municipal se le asignó a Comercio Municipal y, por ellos, fue posible obtener los recursos.
Como respuesta, el directivo alega: “Como señaló el compañero, la Empresa de Comercio asumió la tarea sin contar con transporte y garantizó la extracción de los materiales asignados (…): arena azul y artificial, diez metros de polvo de piedra, gravilla, bloques, 48 barras de acero, ocho vigas y tornillos para el techo y dos toneladas de cemento. Solo faltó el zinc por no asignación por faltante. Varios de estos recursos se utilizaron en los cimientos”.
La carta incluye una cronología:
—“Primeramente se le asignó al Cimex, empresa donde trabajó el compañero. No hicieron nada.
—“Posteriormente se la asignó a Transmec. Que tampoco ejecutó nada.
—“En 2018 por decisión de la Asamblea Municipal se le asignó a Comercio. (…). La mano de obra la puso el compañero, ya que Comercio no cuenta con brigada.
—“Con la llegada de la pandemia en 2020 y 2021 se paralizó todo.
—“A finales de 2021 la Asamblea Municipal del Poder Popular le asignó de nuevo al Cimex para su ejecución, pues es trabajador de esa empresa”.
Según lo expuesto por el remitente, corresponde a Cimex la solución al caso, heredado de todo lo dejado de hacer antes. Y no son conjeturas de este redactor.
Lo publicado aquí el 29 de mayo de 2021, a partir de otra carta enviada por Cervantes Cervantes, lo avala.
“(…) llueve más adentro que afuera, ya no cierra la puerta y la madera toda se ha podrido por las inundaciones. (…) tenemos nuestro solar con espacio suficiente para la construcción, sin embargo, nos quieren sacar para otro lugar sin condiciones (…) también los áridos que se han contaminado en este tiempo, incluso unos 30 sacos de cemento que se endurecieron porque no tenemos cómo protegerlos (…) y todo lo debo pagar con mi salario, único en mi casa, pues mi esposa padece de tiroides y no puede trabajar, más la manutención de mis dos niñas con padecimiento de alergias y asma, acentuadas por convivir sin los requerimientos mínimos”.
Párrafo aparte: “(…) llama la atención una carta firmada por la Dirección Municipal de la Vivienda, con fecha 21 de diciembre de 2018: ‘Se comprobó que el recurrente está contemplado en el Plan de Inversión Estatal de 2018, que tiene la documentación establecida (…) es cierto que no se ha iniciado y por tal motivo continúa en el Plan 2019 (…) —también estuvo en el de 2020. Siendo una queja Con razón, pendiente de solución’”. Confiemos en que Cimex, heredera del caso, ponga punto final a tanto naufragio.