La situación de Irialys E. Pardo Jiménez comenzó hace dos años atrás, cuando se realizó la ejecución de una obra de impacto social y el terreno de su vivienda fue afectado por la construcción del desvío de la Carretera Central hacia la calle República, según nos cuenta en su misiva.
“La acometida para el agua potable y salida sanitaria fue afectada e instalada en otro lugar, quedando, además, la de mi vivienda, por debajo del tramo de carretera construido”.
Ahora con la llegada de la primavera y el incremento de las lluvias, el problema comienza a tomar envergadura, puesto que el registro de alcantarillado urbano ubicado en la Carretera Central ha colapsado y las afectaciones se extienden a viviendas aledañas.
“El día 9 de febrero del año en curso, se presentó una queja —la número 53, especifica—, en la oficina de Acueducto y Alcantarillado del municipio de Ciego de Ávila, (…) donde se nos informó que el carro fosa estaba roto, pero que, además, no tenían combustible.
“El día 31 del mes siguiente, logré comunicarme por vía telefónica con el compañero Wilmer Matos Lamber, director provincial de Acueducto y Alcantarillado, quien atendió mi queja y envió un carro para extraer los sólidos, pero dicho sistema estaba roto, por lo que se hizo un trabajo de destupición a presión de agua, y el resultado fue infructuoso, (…) en ningún momento se presentan los especialistas para evaluar la situación”.
Cuenta Irialys que “con anterioridad, otros vecinos han formulado quejas, pero de igual forma, por la situación complicada del registro, no se logra el resultado deseado, (…) en estos momentos también se contactó con el compañero Luis Mario, director de Mantenimiento de Acueducto y Alcantarillado en el municipio, quien conoce la situación que presentamos (…) en el CDR 2 de la Circunscripción 20, Zona 20, del Consejo Popular Pedro Martínez Brito”.
Los casos de contaminación como este generalmente comienzan con tupiciones en el sistema sanitario y, posteriormente, las aguas albañales inundan el espacio de las redes de acueducto durante los meses del período húmedo, cuando las lluvias hacen colapsar el sistema de alcantarillado.
Para Irialys se hace insoportable lidiar con esta situación, sobre todo porque en casa vive un nieto de 18 meses, y pide una respuesta inmediata en nombre de todos sus vecinos, puesto que en el lugar también habitan ancianos y embarazadas.
“Hemos hecho innumerables gestiones y no tenemos una respuesta, (…) ¿el problema es el petróleo?, ¿el carro no tendrá arreglo? O ¿es falta de gestión?”, se cuestiona en la misiva.
Confiemos en que la solución llegue pronto. El reclamo de este caso exige no ser desoído (más).