Amplia es la carta enviada por Yamilka Pozo Ibarguen, quien reside en Carretera Central, No. 86, en El Centro, Gaspar, municipio de Baraguá. Resulta que, desde hace más de 40 años, reside en esa dirección, propiedad de sus abuelos fallecidos y que ella tramita por herencia. La manzana de la discordia es un terreno aledaño a la vivienda, de 15 metros de ancho, el cual siempre fue utilizado por su familia, quienes lo sembraron de árboles frutales y, además, consta de otros siete metros donde construyeron un pozo, una cisterna y un cuarto de desahogo.
Como franja reguladora de un río de carretera, a Pozo Ibarguen le negaron el usufructo de esa área, cuando hizo la solicitud en enero de 2023. Sin embargo, luego de un marcado interés de su vecino en el terreno, para hacer un camino, a pesar de disposiciones legales que prohíben la demolición de plantaciones y árboles frutales, y luego de que el Tribunal Popular Municipal de Baraguá declarara Sin lugar una demanda del morador en cuestión, la cual fue ratificada por el Tribunal Provincial de Ciego de Ávila, hay quienes persisten en entregársela a este.
“Tengo conocimiento de que la tierra se otorga en usufructo a la persona que la atiende. Aunque es propiedad de la Empresa Agropecuaria Ruta Invasora, nunca esa entidad ha mostrado interés en la misma, por ser un terreno irregular y una franja reguladora de un río de carretera, donde no se pueden realizar construcciones, por peligro de inundación.
“Tanto la delegada de la Agricultura del municipio, Amanda Quintana Calvo, como Daniel Joel González Jiménez, de Catastro, en el Instituto de Ordenamiento Territorial y Urbanismo (INOTU) en Ciego de Ávila, otras personas de esa institución en el municipio, y la directora de la Empresa Agropecuaria Ruta Invasora en Baraguá, Noelia Rodríguez Batista, sin poseer ningún documento legal que los ampare para realizar cualquier proceder, han irrumpido en mi casa en más de siete ocasiones, faltándome al respeto, insultándome y amenazándome; esta última porque dice que la tierra es de ella y solo ella puede hacer con esta lo que quiera.
“Todo eso es de conocimiento del delegado provincial de la Agricultura, con quien he hablado de la situación en varias ocasiones.
“Estoy actualizando la documentación de mi vivienda (...) en la INOTU de Baraguá, desde hace dos años, y aún no se ha terminado la tramitación (...). Incluso, por la demora (...) he tenido que buscar documentos vencidos en tres ocasiones.
“¿Por qué no se tienen en cuenta los años que llevamos utilizando ese terreno, obteniendo frutos y compartiéndolos con la vecindad? ¿Por qué no se me podía entregar esa franja de tierra a mí, a pesar de los años de uso, de explotación y solicitándola formalmente; y ahora la quieren entregar a otra persona que nunca la utilizó? ¿Por qué quieren destruir lo que se ha sembrado y cosechado durante más de 40 años, para construir un camino para animales y medios de transporte?”, añade.
Tantas interrogantes merecen atención y respuestas oportunas que le ponga fin a esa incómoda situación.