La lista de medicamentos en falta en Cuba ha rondado los 80 en el último año. Entre las causas del déficit, expertos nacionales y foráneos ubican, en primer lugar, al bloqueo estadounidense contra la Isla
El 3 de abril de 2020 ya mi mamá había sido diagnosticada con hipertensión arterial (HTA) y la COVID-19 se había instalado en Ciego de Ávila, cuando una experta de Naciones Unidas instó a los gobiernos a que “salvaran vidas mediante el levantamiento de todas las sanciones económicas, en medio de la pandemia”.
La primera elección de la doctora que valoró a mi madre fue el Enalapril, medicamento cuyo componente activo es un inhibidor de la actividad de la enzima convertidora de la angiotensina, por tanto, dilata los vasos sanguíneos y controla la tensión arterial. No me queda claro si en esa consulta le explicaron a mi vieja que una de las reacciones adversas más frecuentes de ese fármaco es la tos seca y persistente.
Lo cierto es que un par de meses después, mami tosía y nos alarmaba a todos porque, en tiempos de coronavirus, un síntoma como ese era, cuando menos, sospechoso. Pero la experiencia de la doctora Baró atendiendo a hipertensos puso las cosas en su lugar. Lo siguiente sería probar con el Amlodipino.
Expulsar al Enalapril del torrente sanguíneo sacó a la tos del cuadro clínico, pero el Amlodipino dejó los tobillos inflamados. A sus 60 años cumplidos mi madre comprobó en sí misma que los medicamentos se basan en la relación riesgo-beneficio, aunque no se pueda calcular exactamente en términos matemáticos.
De regreso en la consulta de la doctora Baró, ambas coincidieron en que se estaban agotando las alternativas farmacológicas. En la línea directa de los antihipertensores a utilizar solo iba quedando el Losartán, a estas alturas, considerado un “unicornio”.
El Losartán potásico es una tableta revestida de 50 gramos que produce en Cuba la planta Novatec de la Empresa Laboratorios Medsol, una entidad a la que en la página oficial de BioCubaFarma se le reconoce como “la mayor productora de medicamentos genéricos del país, mayor productora de tabletas, única productora de aerosoles de dosis metrada, única empresa productora de anticonceptivos orales, única productora de antiretrovirales orales y mayor productora de envases plásticos para la Industria Farmacéutica”.
Tan específico se torna que su circulación es intrahospitalaria y ni siquiera se cobra a los pacientes controlados. En este minuto, está suspendida la prescripción y el registro de nuevos contratos por el déficit sostenido. Reitero, el Losartán es un “unicornio” y en Ciego de Ávila, al cierre de 2019, 239 de cada 1 000 avileños padecían Hipertensión Arterial.
La prevalencia de HTA en Ciego de Ávila aumenta de acuerdo con los grupos etarios. Para las personas entre 60 y 64 años es de 759 por cada 1 000, mientras que para mayores de 65 años es de 508. En ambos segmentos las féminas llevan la peor parte. Si en el primer grupo la diferencia entre mujeres y hombres es de apenas cuatro casos, en el segundo es de 58. Fuente: Anuario Estadístico de Salud, 2019. Edición de 2020. |
Está considerado dentro del grupo de medicamentos con Prioridad Uno (en este grupo se incluyen medicamentos de tarjeta control, aquellos relacionados con los programas de oncohematología, materno-infantil y atención al paciente grave. Además, el tratamiento a los pacientes con VIH, y otros de uso ambulatorio que responden al cuadro de salud de la población cubana), dentro del cuadro de fármacos que BioCubaFarma aporta al Sistema Nacional de Salud, y ni así se salva de aparecer en los reportes de Medicamentos en Falta, publicados mensualmente por el grupo empresarial.
Al cierre de mayo de 2020, por ejemplo, la entrega del fármaco se comportó al 39 por ciento. Mientras que roturas en los equipos tecnológicos, a la altura de octubre de ese propio año, provocaron la paralización de la producción de Enalapril y Amlodipino (ambos fármacos controlados por “tarjetón”). En total, fueron 80 las faltas en el cuadro básico cubano en ese momento. Coincidiremos en que lo único que va sobrando son “unicornios”.
En ese informe de BioCubaFarma la rotura de equipos fue la causa del déficit de cinco medicamentos, mientras que la no disponibilidad de materias primas, producto terminado y materiales lo fue en 65 casos, entre ellos medicinas de amplio y extendido uso como el Atenolol, el Clorodiazepóxido, el Metronidazol, la Aspirina, la Amikacina, el Prenatal, la Dextrosa y la Amoxicilina, por solo citar algunas.
¿Y por qué faltan las materias primas? ¿Por qué no hay repuesto para los equipos?
Directivos del grupo empresarial de las Industrias Biotecnológica y Farmacéutica de Cuba (BioCubaFarma) han denunciado el impacto que sobre sus investigaciones y producciones provoca el bloqueo económico, financiero y comercial impuesto por el gobierno de Estados Unidos contra Cuba.
“Nos afecta directamente en las adquisiciones de materias primas, reactivos, materiales de envase, piezas de repuesto, entre otros componentes necesarios para producirlos. Los proveedores habituales dejan de suministrarnos materias primas, y se dificulta realizar las transacciones bancarias para efectuar los pagos a dichos proveedores, y para cobrar las exportaciones, que generan los ingresos con que compramos nuevas materias primas.”
#EliminaElBloqueo. Afecta a la Industria biotecnológica y Farmacéutica de #Cuba en la adquisición de materias primas, piezas de repuestos e insumos para garantizar los medicamentos para el Sistema Nacional de Salud y también los proyectos de investigación. pic.twitter.com/P8pVAXfmPc
— BioCubaFarma (@BioCubaFarma) April 25, 2021
Por eso el 3 de abril de 2020, cuando Alena Douhan, relatora especial sobre las Repercusiones Negativas de las Medidas Coercitivas Unilaterales en el Disfrute de los Derechos Humanos, presentó su informe con referencias específicas al bloqueo estadounidense impuesto a Cuba, incluyó ejemplos de cómo impacta ese compendio de leyes y sanciones contra la Salud en la Isla.
“Para afrontar la crisis del COVID-19 es preciso disponer de una estrategia sensitiva de derechos humanos y eso incluye el levantamiento de todas las sanciones coercitivas establecidas entre los Estados. Pido a todos los gobiernos que usan las sanciones como instrumento de política exterior que retiren de inmediato todas las medidas orientadas a establecer barreras comerciales, y que suspendan los aranceles, las cuotas y las medidas no tarifarias, incluso las que impiden la financiación de la adquisición de medicamentos, equipos médicos, alimentos y otros bienes fundamentales”, dijo Douhan.
UN expert Alena Douhan calls for suspension of any #sanctions impeding trade or delivery of essential humanitarian goods, such as medicine & medical equipment or food. All States should be able to ensure the protection of their population during #COVID19: https://t.co/n13K7EH7gP
— UN Special Procedures (@UN_SPExperts) May 1, 2020
A ese documento tuvo acceso la Organización No Gubernamental Oxfam, quien en su informe Derecho a vivir sin bloqueo. Impactos de las sanciones de Estados Unidos en la población cubana y la vida de las mujeres, reproduce algunas de las afectaciones:
— Imposibilidad de utilizar el servicio Zoom desde la Isla para celebrar reuniones virtuales y seminarios dirigidos a la educación y la capacitación del personal médico o a poner en práctica servicios de telemedicina.
— La compañía estadounidense contratada por el empresario chino Jack Ma para trasladar material médico a Cuba con el propósito de combatir la COVID-19 se había negado a hacerlo.
— Las empresas suizas IMT Medical y Acutronic Medical Systems no pudieron enviar equipo médico a la Isla luego de ser adquiridas por la empresa estadounidense Vyaire Medical Inc.
— El bloqueo impidió a entidades bancarias suizas realizar transferencias monetarias a Cuba, lo que imposibilitó la colaboración de MediCuba-Suiza y la asociación Suiza-Cuba con entidades médicas cubanas.
— El Informe de la Relatora Especial de la ONU denunció las amenazas del Gobierno estadounidense a otros países para que rechazaran la ayuda humanitaria cubana.
Oxfam también compendia las sanciones ejecutadas por la administración de Donald Trump durante su mandato, que van desde multas a la compañía American Honda Finance Corporation por aprobar 13 acuerdos de arrendamiento de autos entre la embajada de Cuba en Canadá y un concesionario de Honda en Ottawa, en 2017; hasta sanciones a la compañía estadounidense BitGo en 2020, por permitir transacciones con bitcoin.
Como conclusión, Oxfam confirma lo que Cuba ha estado exponiendo en todos los foros internacionales posibles en más de 60 años de hostilidad: los daños reales producidos por los vaivenes de la política norteamericana violentan los derechos de los ciudadanos y las ciudadanas de la Isla a una vida digna y su acceso a productos básicos.
“Obstaculizan el desarrollo local en las esferas económica, social y ambiental. Entorpecen el acceso a algunos medicamentos para tratamientos específicos, a insumos destinados a la producción de pruebas para el diagnóstico de la COVID-19 e incluso a candidatos vacunales desarrollados en Cuba, en un contexto signado por la conjugación de las urgencias sanitarias y económicas impuestas por la pandemia.”
Concretamente: la política sancionadora y extraterritorial de Estados Unidos contra Cuba ha hecho que el medicamento para controlar la tensión arterial de mi mamá sea un “unicornio”. Algo que, a estas alturas, se sabe es un eufemismo, como también lo es llamarle embargo al bloqueo.