Villena, poesía y antimperialismo

• “Puedes venir desnuda a mi fiesta de amor. Yo te vestiré de caricias”, bello fragmento del poema Hexaedro rosa, que lleva la firma de Rubén Martínez Villena (1899 - 1934), poeta, escritor, ensayista y revolucionario cubano, quien tuvo una destacada e importante participación en la llamada Revolución del 30, según recoge la historia de luchas de la Mayor de las Antillas.

Desde muy joven, Villena llevó al papel sus versos primigenios. Fue un aplicado estudiante. Con excelentes resultados cursó el bachillerato en Letras y Ciencias, al igual que la carrera de Abogado, que hizo en la Universidad de La Habana.

Con apenas 21 años, ya era un reconocido poeta, y a los 23, en el propio centro de altos estudios inició su formación revolucionaria. Fue uno de los redactores de la archiconocida Protesta de los 13, hecho protagonizado por un grupo de estudiantes cubanos de izquierda.

Joven comprometido con las buenas causas en favor del pueblo, fue de los fundadores de la Falange de Acción Cubana. Desde entonces se introdujo de lleno en la arena política y se enfrentó de forma abierta a la dictadura imperante en su patria.

Para prepararse a fondo en la lucha contra la tiranía encabezada por Gerardo Machado, el tristemente conocido Asno con Garras, marchó a los Estados Unidos, de donde regresó en 1927. Ingresó en el Partido Comunista de Cuba.

Especialistas en la obra de este joven revolucionario precisan que la carga de trabajo que tenía sobre sus hombros lo hizo renunciar a su pasión de los años mozos: la poesía, para poder entregarse al combate en el terreno de las ideas que sustentaba.

El comprometimiento del joven con la causa revolucionaria hace que se incremente la persecución; su vida ya está en peligro y decide ir al exilio en los Estados Unidos, desde donde pasa a la Unión Soviética en 1930. Allí ingresa en un sanatorio para atenderse la tuberculosis que padecía. La enfermedad no cede, pero Villena continúa llevando adelante la obra revolucionaria. Los facultativos que lo atendían le confirman que no sanará. Es entonces que decide regresar a Cuba.

No obstante lo precario de su salud, tuvo que permanecer escondido y desde esa posición acelera la organización de los preparativos de una huelga general que dio al traste con la tiranía machadista.

Más delante ingresó en el sanatorio La Esperanza, donde falleció el 16 de enero de 1934.

Rubén Martínez Villena está considerado como uno de los intelectuales comprometidos más destacados del pensamiento marxista hispanoamericano del primer tercio del siglo XX y, además, se le cataloga como uno de los mejores poetas costumbristas en la historia de la literatura cubana. Se estima, además, que fue un sobresaliente ensayista.

Entre los libros publicados figuran La pupila insomne, Poemas, Cuba, factoría yanqui, Asela mía (Cartas), Ideario Político y Prosas.

• Se le dice intonso al libro que es encuadernado sin haberle cortado las barbas a los pliegos.

• Sepa, amigo internauta, que entre los roedores, las ratas tienen la capacidad de multiplicarse muy rápido. Las investigaciones precisan que en año y medio una pareja de ratas puede procrear un millón de hijos.

• El veterano dicho “Comulgar con ruedas de molino”, se les endilga a quienes creen en cosas inverosímiles.

• Recuerde que feraz es aquella tierra que está en disposición de producir, mientras que tierra fértil es la que ya nos brinda sus frutos.

Las avispas, es el título de una comedia del griego Aristófanes, estrenada en el 422, Antes de Nuestra Era. En esta obra, el autor se burla de la afición de los atenienses a los pleitos.