Tomada de RFI Francés de pura cepa, el protagonista del tema que me ocupa en esta ocasión, destacadísimo en el mundo literario no solo por su solidez estilística y narrativa, y excelentes novelas, sino por dotar a lectoras y lectores de todo el mundo de dramas biográficos y minuciosas biografías, además de otros tópicos relacionados con el teatro y la música, también practicó con clase extra la docencia.
Me estoy refiriendo nada más y nada menos que a Romain Rolland (1866-1944), a quien fuera concedido, en 1915, el Premio Nobel de Literatura. Se conoce que vino al mundo en una familia de relativa bonanza económica y, por ende, que recibió una mejor educación.
Entre los estudios realizados por el joven Romain figura el de Filosofía, que, según sus biógrafos, no terminó, y que en 1899 se diplomó en Historia. Une a su amplio currículo el hecho de haber estado durante un bienio en Roma y que, a su retorno a casa, hizo el doctorado en Historia.
Así las cosas, dictó clases de esa disciplina en el Liceo Enrique IV, entre otros centros, y además se desempeña como docente en la asignatura Historia de la Música, en La Sorbona, y de Historia del Arte en la Escuela Normal Superior.
En su diccionario Premios Nobel de Literatura, el investigador, escritor y periodista Ricardo Benítez Fumero precisa que Rolland también “se destacó como musicólogo, y fundó y organizó la sección de música dependiente de la Escuela de Altos Estudios Sociales de París (1900) y el I Congreso Internacional de Historia de la Música”.
Sobre su trayectoria, otra fuente, ésta publicada en el portal digital cubano Ecured, señala que Romain Rolland, durante la I Guerra Mundial, mostró una actitud pacifista con publicaciones en periódicos y que, a la conclusión de esta, marchó a Ginebra. En el 1922 fundó la revista Europa.
Se sabe que en 1937 el laureado Nobel sentó definitivas raíces en Vézelay, donde continuó viviendo hasta su deceso en 1944.
Ganó celebridad con su novela Juan Cristóbal; así como con su amistad con Stefan Zweig y con la correspondencia con Sigmund Freud. Otras obras sobresalientes de este Nobel francés son El alma encantada, Memorias, Goethe y Beethoven, Los precursores, Vida de Tolstoi, Händel, El triunfo de la razón y Miguel Ángel, Danton, La Montespan, entre otras.
Como conclusión les dejo, a las amigas y amigos de la Gran Red de Redes, un trío de pensamientos acuñados por Romain Rolland:
“Un héroe es todo aquel que hace lo que puede”.
“La razón es un sol severo: ilumina, pero ciega”.
“La vida es una suerte de muertes y resurrecciones”.
Curiosidades
• Se identifica por los especialistas como el dujo de Santa Fe a un asiento ceremonial aborigen, tallado en un pedazo de árbol conocido como guayacán. Decirles quiero que fue encontrado en el Río Santa Fe, localizado en La Habana. Utilizaban dicho asiento tanto el cacique como el hechicero para dirigir y oficiar en las ceremonias de origen religioso precolombinas.
• “La felicidad humana está en ser libre, la libertad en vernos tal como somos”. Sin duda una aguda sentencia de la autoría del escritor, teólogo y filósofo Anthony de Mello (1931-1987), sacerdote jesuita y psicoterapeuta, quien ganó notoriedad por los textos y conferencias relacionadas con la espiritualidad, en los que empleaba elementos de otras religiones.
• Sepan, amigas y amigos de la Gran Red de Redes, que el coronógrafo es un instrumento que se emplea en el estudio de la atmósfera solar, sin necesidad de esperar los raros momentos en que la Luna oculta al Astro Rey.
• El ingeniero italiano Bautista Antonelli fue quien diseñó en el siglo XVI en La Habana, Ciudad Maravilla y capital de todos las cubanas y cubanos, el llamado Castillo de los Tres Reyes del Morro.
• Conozcan, queridos internautas que disfrutan de estas breves cápsulas, que en fecha tan lejana como 1861 fueron escritos los primeros folletos prácticos para la elaboración de azúcar de caña. Su autoría correspondió al ilustre maestro de azúcar E. Pimienta.