“La elocuencia me hizo creer en mis propias palabras”. El autor de esta aleccionadora sentencia ya no está entre nosotros, aunque solo físicamente, pues su defensa a ultranza de la música campesina en general, las guajiras, guarachas y sones que interpretó y popularizó, lo mantienen en el recuerdo de citadinos y de gente de tierra adentro.
Infinitas veces interpretó Cuba, que linda es Cuba; otras tantas deleitó con Amorosa guajira o con Tabaco verde en flor o El carretero…
Claro, ustedes amigas y amigos de la Gran Red lo han identificado. ¿Cómo no? Se trata de Ramón Veloz (1927-1986), catalogado por los especialistas como “una destacada figura de la música campesina”, además haber sido un astro histriónico tanto de la radio, como de la televisión y el cine de nuestro verde y hermoso caimán antillano.
El arte tocó sus puertas a la temprana edad de 10 años, como integrante de la compañía en la sociedad Curros Enríquez. Debo decirles, según una de las fuentes consultadas, que en esos avatares conoció a quienes luego serían entes importantes para la cultura cubana, como lo fueron Obdulia Breijo, la famosa sevillanita; Esther Valdés, cultora del género lírico —soprano—, entre otras.
Un detalle curioso. La voz de Ramón era de un cancionero tenor. Así, no es de extrañar que en su repertorio de entonces hubiera lo mismo tangos que canciones líricas, también boleros y guarachas, y, además, temas del género campesino.
Se le vio como actor y cantante radial en la emisora 1010; también en la radiodifusora RCH Cadena Azul. Se le recuerda en personajes como Tito el Conejo y en las Aventuras de Diego Grillo o en El Spirit, donde dio vida a Ébano, ayudante del protagonista.
A Coralia Fernández, su compañera en el arte y en la vida, la conoció en la antigua CMQ, también ella una cantante poseedora de una linda voz. En la propia emisora fundó el Trio Cubanacán, en el que traba amistad con Eduardo Saborit —compositor y guitarrista—, y al laudista Miguel Ojeda.
Se conoce, según los entendidos en la materia, que Veloz siguió la línea de autores e intérpretes como José Ramón Sánchez—más conocido como El Madrugador—, Ñico Saquito, y Guillermo Portabales.
Para la disquera Paranat registró los primeros acetatos, acompañado por la agrupación liderada por Saborit. Grabó, además, para la firma Velvet.
Sepan, amables lectores, que, durante la lucha contra el dictador Fulgencio Batista, Coralia y Ramón cantaron temas que reflejaron la situación desesperante del pueblo. Entre estos, los titulados Pobre de mi Cuba, de Carlos Puebla. Colaboraron, además, en la construcción de la nueva Cuba.
Decirles quiero que Ramón Veloz y Coralia Fernández figuraron entre los fundadores de Palmas y Cañas, junto a Justo Vega, Adolfo Alfonso, Celina González, Radeunda Lima y su hermano Raúl. Y Miguel Ojeda, Coralia y Ramón, además, brindaron su arte en otras latitudes. Una y otro fallecieron con dos años de diferencia. Las muertes de ambos, en fechas cercanas, fueron catalogadas como una “pérdida irreparable para la cultura cubana”
Curiosidades
• El sonido más común lo es el de la vocal A. Se afirma por los especialistas —como zumba y suena— que no se conoce ningún idioma en el que no esté presente dicha vocal.
• Aunque ustedes ni se lo imaginen, amigas y amigos de la Gran Red, se llama metoposcopia al arte de adivinar el porvenir por las líneas del rostro.
• De la llamada Ciudad Maravilla, la hermosa Habana, es esta curiosidad: la calle de más corta longitud que posee la populosa urbe es la denominada Baratilla, que solo mide unos 50 metros de largo.
• El primer país de Iberoamérica y el tercero del mundo, tras Inglaterra y los EE.UU., que tuvo ferrocarril, fue Cuba. La historia recoge en sus anales que tal hecho ocurrió en 1837.
• Incorporen a su acervo, amigas y amigos que gustan de las curiosidades, la palabra “afirexia”. El vocablo de marras es voz médica que quiere decir “falto de fiebre”.