Tomada de EcuRed El eminente paleontólogo cubano, estudioso de los vertebrados fósiles cubanos del pliocuaternario, y miembro de la Sociedad Espeleológica de Cuba desde 1945, Oscar Paulino Arredondo de la Mata (1918-2001), llamó siempre pintoresco al Barrio del Pilar, en La Habana, lugar que lo viera nacer.
Conozcan las amigas y amigos de la Gran Red de Redes que su familia era muy humilde, de escasas posibilidades económicas, sin ambiente científico, ni formación académica alguna. A los nueve años ingresó en la Escuela Pública No. 33 y solo alcanzó el quinto grado de escolaridad.
Siendo aún infante, al igual que el resto de los hermanos, tuvo que abandonar los estudios y comenzar a trabajar para aumentar el ingreso económico de la prole. Pero, desde muy niño, sintió un profundo amor por la ornitología, y comenzó a incursionar en esta ciencia de forma autodidacta. La vida y costumbres de los animales fueron su mayor pasión desde los primeros momentos.
Según el portal cubano Ecured, comenzó a trabajar en una tienda de ropas y luego, en una peluquería. Se desempeñó como vendedor de frutas, representante fotográfico y, también teatral de una compañía de actores, donde trabajaban otros de sus hermanos, múltiples fueron las ocupaciones del momento para poder ganar algo de dinero.
Nunca dejó de leer mucho y observar los animales, poseía, además, dotes extraordinarios para dibujar y lo hizo, dejando numerosas postales a color sobre las aves cubanas.
Sepan, amables lectores, que ingresó en la Sociedad Espeleológica de Cuba y, una vuelta al sol después, comenzó a descubrir el fascinante mundo del estudio de los fósiles, o sea, la paleontología.
Es entonces que, a partir de ese momento, se produce un cambio en su vida en el orden cultural. Comienza a dedicarse al estudio de los restos fósiles que hallaba, junto a sus colegas de la Sociedad Espeleológica de Cuba, en las diferentes cavernas que visitaban durante las numerosas expediciones realizadas a diversos lugares del país.
Tuvo que asumir diversos trabajos como forma de ganarse la vida y poder comer en este período y, aquí les va una curiosidad: parte importante de sus ingresos monetarios los empleaba en costearse los viajes de expedición, según la agenda de trabajo de la entonces naciente Sociedad Espeleológica de Cuba que encausaba sus intereses y motivaciones investigativas.
Sus primeros 30 años de vida le sirvieron para afianzarse como hombre de bien, no sintió la más mínima vergüenza en realizar diversos trabajos, siempre que fuesen honrados con el fin de ganarse la vida y obtener el dinero que utilizaba en sus viajes de expedición.
En 1948 comienza a trabajar fijo como cartero en el Ministerio de Comunicaciones, labor que realizó con orgullo y dedicación durante, nada más y nada menos que 36 años, hasta que se jubiló laboralmente.
A partir de ese momento dedicó el resto de sus días a profundizar en el estudio de las osamentas fósiles de los vertebrados extintos cubanos, y para lograrlo no escatimó sacrificio alguno.
Centró su vasta obra paleontológica en el estudio de las aves y los mamíferos del Cuaternario de Cuba. El cóndor cubano, el águila de la prehistoria de Cuba, lechuzas y búhos de tamaños descomunales, el mayor gavilán de América y un teratórnido fueron descritos por Arredondo.
Sepan las amigas y amigos internautas que, tuvo el privilegio de descubrir y describir una fauna diversa de aves gigantes que poblaron prácticamente todo el territorio nacional, y percatarse del rol ecológico tan significativo que estas desarrollaron en tierras donde no había mamíferos carnívoros.
Describió y fundamentó diversas especies de mamíferos, entre las que se cuentan cánidos, perezosos, roedores y primates, especies propias de nuestro pasado prehistórico. El aporte al conocimiento de estas ha sido de gran valor en el campo de la osteología comparada, la paleobiogeografía de Cuba y la Antillana, e incluso en la arqueozoología y la antropología.
Sus enseñanzas fructificaron en varios jóvenes que hoy siguen sus pasos, se convirtió (sin proponérselo) en un pedagogo. Alumnos unos y compañeros de expediciones otros, supieron aprovechar sus experiencias y sobre todo valorar a un hombre sencillo, humilde y con extrema sensibilidad.
Con el propósito de proteger hasta el más insignificante de los habitantes de la tierra, utilizó la destreza y habilidad de sus ideas y palabras para reflejar en diversas revistas de la época, como Bohemia, Carteles, El Cartero Cubano, Lux e Ecos, entre otras, la riqueza de nuestra fauna y la necesidad de su protección.
Arredondo fue capaz de llevar temas puramente científicos a un lenguaje científico-divulgativo al alcance de jóvenes y profesionales, algo no usual en personas dedicadas puramente a las ciencias.
Tanto conocimiento no podía quedar sin publicarse. Vieron la luz 134 trabajos científicos especializados de su autoría, la mayoría se han dado a conocer en Cuba, otros muchos en Estados Unidos de América y en Venezuela.
En honor a su trabajo 38 morfoespecies de vertebrados del Cuaternario de Cuba llevan su nombre como único autor o en compañía de prestigiosos científicos cubanos o extranjeros, así como, también, 2 subfamilias, 10 géneros y 4 subgéneros, tanto de aves como de mamíferos nuevos para la ciencia.
Las especies dedicadas a este eminente paleontólogo incluyen Pulsatrix arredondoi Brodkorb, Capromys arredondoi Varona, Cerion (Strophiops) arredondoi Jaime y Solenodon arredondoi Morgan & Ottenwalder.
Perteneció a 10 organizaciones nacionales e internacionales como miembro correspondiente y de reconocido prestigio, y, en algunas de ellas, como miembro de honor.
Al morir, de su autoría, existían trabajos por ser publicados, incluyendo su mayor obra escrita Los Vertebrados Fósiles del Cuaternario de Cuba, un libro con nada más y nada menos que 800 cuartillas y ¡1300! grabados, así como zumba y suena.
Curiosidades
• Sepan amigas y amigos que gustan de estas breves cápsulas que, los submarinos varían enormemente en tamaño, pero algunos son verdaderamente gigantescos. Los submarinos de la clase Ohio y los rusos de la clase Typhoon son ejemplos de esta magnitud, con longitudes que superan los ¡170 metros! y desplazamientos de más de ¡20 000! toneladas.
• Las expectativas irracionales y el no valorar lo que uno tiene hace a las personas tremendamente infelices, por ello el gran pensador y educador, Confucio decía: “Solo puede ser feliz siempre el que sepa ser feliz con todo”
• El primero en utilizar un pararrayos fue Benjamín Franklin, en un experimento con un globo estático, en Filadelfia, Pensilvania. Pero conozcan que estos artefactos no están diseñados para proteger a las personas de los rayos. Así que, en caso de tormenta eléctrica busque refugio en un lugar seguro y evite los espacios abiertos y elevados.
• “La música es el tipo de arte que está más cerca de las lágrimas y la memoria”, una sentencia de Oscar Fingal O'Flahertie Wills Wilde, conocido como Oscar Wilde, escritor, poeta y dramaturgo británico de origen irlandés (1854-1900), quien creía que la música estaba muy conectada con la faceta emocional del ser humano.
• Sabían los amables lectores que, los hipopótamos pueden contener la respiración durante un promedio, nada más y nada menos que de ¡cinco! minutos. Ese tiempo es lo suficientemente largo como para dar paseos en los lechos de lagos y ríos. ¡No es de extrañar que su apodo sea el “caballo de río”!