Tomada de www.britannica.comMary Wollstonecraft Shelley, óleo sobre lienzo de Richard Rothwell.“No deseo que las mujeres tengan más poder que los hombres, sino que tengan más poder sobre sí mismas”, es una sentencia en defensa del empoderamiento femenino —en tan temprana época—, que fue rubricada por Mary Wollstonecraft (1797-1851), creadora de la primera obra de ciencia ficción y mejor conocida como Mary Shelley.
A los pocos días su nacimiento, su madre, una avanzada feminista, que había escrito Vindication of Women Rights, murió de fiebres dejando a Mary y su hermana de tres años y medio, Fanny Imlay, al cuidado de su padre, quien posteriormente contrajo nuevas nupcias y tuvo un vástago.
Los niños suelen temer a los cementerios —tal vez por la protección que ejercen los padres—, pero ese no era el caso de Mary: siendo una niña se evadía en el cementerio de Saint Pancras, donde fue enterrada su progenitora. Sobre su tumba aprendió a leer. Su padre solía acompañarla y practicaban lectura sobre las lápidas.
Tenía 16 años cuando, perdidamente enamorada y habiendo iniciado una relación con el poeta Percy Shelley —quien estaba casado, y su esposa embarazada—, abandonó su hogar y su país junto a él, viajando a Francia y a Suiza.
Sepan las amigas y amigos de la Gran Red de Redes que, después de que la primera esposa de Shelley se quitara la vida ahogándose, al no soportar que su esposo la abandonara, la pareja contrajo matrimonio y, luego de varios embarazos perdidos, tuvieron un único hijo, un varón, el pequeño Percy Florence.
Mucho no duró la felicidad. Percy murió mientras navegaba, a causa de una tormenta —no había cumplido los treinta años—. Aquí les va un dato escalofriante: Su cuerpo fue incinerado, pero antes se le extrajo el corazón, el que Mary envolvió en la página de una poesía y trasladó la reliquia durante nada más y nada menos que ¡25! años, hasta la fecha de su muerte.
No les extrañe entonces a las amigas y amigos internautas que de la mente de esta casi adolescente saliera una de las criaturas más fascinantes de todos los tiempos: Frankenstein (1831)
Según aparece en las fuentes consultadas, esta niña precoz desarrolló un relato sensacional con apenas 18 años, cuando escribió la historia de Victor Frankenstein por una apuesta con el ya famoso Lord Byron de escribir un relato sobre bases que podía sugerir la ciencia moderna.
Había tormenta aquella noche. Encerrados en la casa de una villa en los alrededores de Ginebra, dieron lectura a cuentos de terror para entretenerse. Ella tuvo posteriormente una pesadilla, y ello la inspiró a crear esta obra cumbre de la literatura gótica, que inauguraría la ciencia ficción y, aún hoy, se erige como uno de los grandes relatos de horror de todos los tiempos.
La historia de Frankenstein, estudiante de lo oculto y de su criatura subhumana, creada a partir de cadáveres humanos, se convirtió de inmediato en un éxito de crítica y público. Además de ser un relato cautivador por sí mismo, también ha generado numerosas interpretaciones y análisis sobre temas como la ética científica, la naturaleza humana y la responsabilidad. Esta obra ha sido llevada tanto al teatro como al cine en varias ocasiones.
Esta magnífica novela nos hace reflexionar en varios temas que aquí les dejo para que piensen: ¿Tenemos miedo a lo diferente? ¿La absoluta soledad puede convertirnos en seres horribles y temibles? ¿Es posible que la ausencia de la felicidad nos haga crueles?
Entendidos en la materia resaltan que la autora nos enfrenta a la desdicha y el sufrimiento de ser considerado un monstruo. Y, tal y como presintió, la criatura nacida de su imaginación y de la locura del científico Víctor Frankenstein sobrevivió a todos y lo sigue haciendo más de dos siglos después de su alumbramiento.
Conozcan que ninguna de las obras escritas posteriormente tuvo la popularidad o la excelencia de esta primera, pese a haber escrito otras cuatro novelas, varios libros de viajes, relatos y poemas. Su novela El último hombre (1826), considerada lo mejor de su producción, narra la futura destrucción de la raza humana por una terrible plaga. Fue autora, además de Lodore (1835) una autobiografía novelada; Valperga y Las fortunas de Perkin Warbecka.
Mary también difundió la poesía de su esposo fallecido; así publicó sus Poemas póstumos (1824) y editó sus Obras poéticas (1839) con valiosas y detalladas notas. Falleció a causa de un tumor cerebral y fue enterrada junto a sus padres.
Curiosidades
• Según el doctor Tomayuki Yamamoto y su equipo de investigación del Instituto Avanzado para la Ciencia y la Tecnología, “bailar y ejercitar las caderas es esencial para mejorar la movilidad del resto del cuerpo”. Concretamente, la samba es un excelente entrenamiento para los futbolistas, por ello algunos decidieron entrenar a un equipo de fútbol bailando samba.
• ¿Sabían las amigas y amigos que gustan de estas pequeñas cápsulas del saber que, solo 12 personas han caminado sobre la superficie de la Luna? El primero de ellos fue Neil Armstrong (1969) como parte de la misión Apollo 11, y el último fue Eugene Cernan (1972) en la misión Apollo 17; todos hombres y de nacionalidad estadounidense. Desde 1972, todas las misiones lunares han sido naves espaciales no tripuladas.
• La camiseta que usó Michael Jeffrey Jordan (1963), el exjugador de baloncesto estadounidense en el partido de las finales de la NBA en 1997, se vendió en una subasta por la astronómica cifra de ¡480.000! dólares, convirtiéndose así, en la camiseta de baloncesto más cara jamás vendida.
• Sepan que Luis XIV, rey de Francia, siempre llevaba tacones, así como zumba y suena. Resulta que solo medía ¡1.63! metros de estatura. Sus zapatos eran carísimos y exclusivos, creados para él por su zapatero personal, siempre con vistosos lazos, piedras preciosas, bordados en plata y tacones ligeramente curvados. Ah, y lo más impresionante era que, nadie podía calzar este mismo modelo, bajo pena de muerte.
• “En cada niño se debería poner un cartel que dijera: Tratar con cuidado, contiene sueños”, bello e ingenioso aforismo rubricado por el pintor y escritor italiano Mirko Badiale (1904-1989).