Luis Marquetti, el bolerista tardío

Por qué tú eres así/ si el alma entera te di/ y te burlaste, tranquilamente/ de mi pasión/ Si triunfa el bien sobre el mal/ si la razón se impone al fin/ Sé que sufrirás/ porque hiciste sufrir mi corazón/ es una deuda que tienes que pagar/ como se pagan las deudas del amor/

Así comienza Deuda, el bolero que, literalmente, catapultó al pináculo de la fama a su autor, el maestro y compositor alquizareño Luis Marquetti (1901 - 1991), catalogado por los especialistas como una de las más grandes figuras del bolero, no solo en Cuba, sino internacionalmente.

Marquetti fue conocido como El bolerista tardío, debido a que se inició como compositor pasados los 40 años.

Su primera obra fue la canción titulada A ti madrecita mía. Según narró en una entrevista, la inspiración de Deuda le llegó en apenas un minuto, mientras escuchaba música de la radio en el hogar. “Saqué un lápiz, hice la letra y le tarareé la melodía a mi ahijada Reglita. Luego le enseñé la cuartilla a mi hermano Israel y dijo: Esto va a ser un hit”.

Fue Orlando Vallejo, un popular intérprete de la época, quien le estrenó Deuda. Pero su difusión allende el mar le correspondió al destacado cantante mexicano Pedro Vargas, conocido como El tenor de Las Américas, quien la grabó para la casa disquera RCA Víctor.

Deuda cuenta con más de una treintena de versiones y, de hecho, se convirtió en una de las páginas musicales más difundida en diferentes latitudes del mundo. Es notorio destacar que, sin abandonar él su terruño natal, sus composiciones es escucharon en los cinco continentes.

Entre los intérpretes y las agrupaciones de distinto tipo que versionaron Deuda se encuentran Alfredo Sadel, Bobby Capó, Antonio Machín, el conjunto Los bocucos, los tríos San Juan y Los embajadores; Gina León, Roberto Sánchez a dúo con Fernando Álvarez, el conjunto Tropicuba, Julio Jaramillo, Cheo Feliciano, Arsenio Rodríguez, e Ibrahim Ferrer con el Buena Vista Social Club…

Mediante el Séptimo Arte quedó registrada la memoria del archifamoso bolero, en la película titulada Sueños de gloria, cantado por el popular vocalista mexicano Luis Aguilar; y en la cinta cubana María Antonia, en la voz de la actriz Deysi Granados.

Luis Marquetti compuso unas 70 obras musicales de diferentes géneros, en las que, por supuesto, primó el bolero. Algunos de los títulos son Este desengaño, Cuba en mí, Llevarás la marca, Me robaste la vida, Porfiado corazón, Plazos traicioneros, Cañaveral, y Desastre, entre otros. Las letras de sus composiciones están marcadas por elevadas dosis de lirismo y poesía, con melodías irrepetibles. Vale destacar que nunca tuvo trato discriminatorio para la mujer en sus obras.

Marquetti estudió magisterio junto a su esposa en la Escuela Normal para Maestros, hermosa profesión a la que ambos dedicaron gran parte de sus vidas. Quienes lo conocieron aseveran que fue un notable educador, con una alta preparación. Adquirió también conocimientos sobre música y literatura, de ahí la belleza de sus textos. Escribió, además, dos novelas y poesía.

El entonces Sindicato Nacional de Artes y Espectáculos lo distinguió con la Orden por·treinta años dedicados al arte, y fue declarado Hijo Ilustre de Alquízar. En su memoria, cada 24 de agosto se celebra el Día del Autor Cubano.

• No lo olvide: la leche materna le proporciona al bebé todo el calcio y el fósforo que este necesita para el rápido desarrollo del esqueleto.

• Tencoloto es voz mexicana empleada para identificar una especie de jaula grande en la que suelen llevar las aves de corral al comercio.

• Dos importantes aportes a la humanidad hicieron en 1843 el estadounidense Samuel Morse y el inglés John Mercer: el primero, la clave telegráfica, y el segundo, la mercerización, operación que dota de brillantez los hilos y tejidos de algodón.

• “El lenguaje es el vestido del pensamiento”, es un bello pensamiento de la autoría del poeta, ensayista y biógrafo inglés Samuel Johnson (1709–1784).

• Sepa, amigo que lee estas líneas, que la locución latina Ad valorem significa Según el valor. Se dice así a los derechos arancelarios basados en el valor de los objetos importados.