Cubahora Durante varias decenas de años su figura enjuta y elegante entró sin pedir permiso a cientos de miles de hogares cubanos, a través del popular programa televisivo Palmas y Cañas. La radio y luego la pequeña pantalla fueron sus tribunas preferidas para defender y ennoblecer a la décima guajira.
Claro que sí, amigas y amigos de la Gran Red de Redes, se trata de Justo Pastor Vega Enríquez (1909-1993), más conocido por su nombre artístico de Justo Vega, y, con toda razón, llamado por el pueblo, que así lo decidió, como El Caballero de la Décima Cubana.
Su adolescencia y primeros años de la juventud fueron verdaderamente duros; la universidad de la vida lo graduó con el título de hombre de bien, recto y educado hasta el descanso final. Con apenas tres lustros ya laboraba como peón de obras públicas, luego en un almacén de madera, después en una fábrica de hielo; en breve quedó cesante y de nuevo a buscarse donde ganarse el sustento, y fue dependiente de cafetería, mozo de limpieza…
Un breve esbozo biográfico precisa de sus inicios en la radiodifusión, con el cuarteto Trovadores cubanos. Daban conciertos no solo en La Habana, sino en otros pueblos cercanos del interior y con otra agrupación medían fuerzas. Se sabe que rentó una hora radial para hacer publicidad en la estación CMQ de García Serra. Tampoco le fue muy fácil, pues él mismo tenía que agenciarse los comerciales.
Esta labor, junto con los conciertos, fue de un éxito total, a tal extremo que Justo Vega organizó algo así como una competencia de repentistas en nada menos que los Jardines de la Tropical, pero —así es la vida— la solicitud le fue denegada.
Andando el tiempo, y gracias a su espíritu emprendedor, era el publicista de la fábrica de cigarros Partagás. Tan bien le fue allí que se mantuvo unos 14 años; anunciaba de pueblo en pueblo, en un vehículo; y simultáneamente lidera la Hora Partagás, en la radiodifusora COCO, donde la audiencia fue algo sin paralelo. Sepan que introdujo innovaciones bien aceptadas en ese medio. Entre estas una que tituló El correo del amor.
Previsor como muchos otros, nunca abandonó su trabajo —cualquiera que fuera— pero continuó cultivando la espinela y, sobre todo, la improvisación. El material consultado refleja sostenidas canturías, concursos poéticos, dirección de espacios en la radio. Justo Vega fue uno de los más populares repentistas cubanos, y siempre con su eterno compañero Adolfo Alfonso.
Con el triunfo de la Revolución, el inspirado bardo guajiro se incorporó de lleno a las lides revolucionarias y en su espacio radial Patria guajira se improvisaba a los triunfos del pueblo, a los logros del sector cooperativo y campesino; también con la espinela cantada los contrarrevolucionarios recibían lo suyo, en su espacio “se leían décimas de fuego contra el imperialismo”.
Vale recordar que Justo integró un batallón de trabajo voluntario cuyos miembros lo mismo cortaban caña que participaban en otras faenas agrícolas. Al disolverse esa fuerza, él siguió aportando su voluntad, tanto como artista del pueblo que era, que como obrero.
En el año 1968 pasó a laborar en el Consejo Nacional de Cultura y se especificó la labor: actuaba en programas radiales y televisivos y en actividades relevantes junto a Adolfo Alfonso. Visitó, además, un grupo de países de Latinoamérica, donde cosechó éxitos como cultor de la música y el folclor campesino.
El Caballero de la Décima recibió un grupo de importantes reconocimientos, según los portales Cubarte y Magón: dos Girasoles de Opina, Distinción por la Cultura Nacional, Medalla 26 de Septiembre y Aniversario 40 de la TV cubana, la Réplica del machete de Máximo Gómez, entre otras.
Cercano a su casa fue construido e inaugurado un parque que lleva su nombre, en honor a su legado; la Casa de Cultura del municipio de Arroyo Naranjo también lleva su nombre.
Curiosidades
• El 21 de octubre de 1492, hace ya una friolera de años, quedó escrito, por vez primera, el nombre de nuestra querida Isla. Así aparecen las cuatro letras de CUBA, en el Diario de Navegación de Cristóbal Colón. Y escribió el Gran Almirante el 23 del décimo mes: “Quisiera hoy partir para la isla de Cuba”.
• Las serpientes son sordas y ello es debido a que estos escalofriantes y silenciosos reptiles carecen de pabellones auditivos. Pero la madre natura los dotó de un sentido de la vista y un olfato fuera de liga.
• “Dios perdona al hombre a veces. La Naturaleza no perdona jamás”, aleccionadora sentencia rubricada por el naturalista y realizador español de documentales Félix Rodríguez de la Fuente (1928-1980).
• Ático es una palabra de empleo común en la arquitectura. Es este un cuerpo que se coloca para ornato sobre la cornisa de un edificio, y ocupa una parte, y a veces toda la fachada del inmueble.
• Sepan amigas y amigos de la Gran Red de Redes que la locución latina motu proprio significa espontáneamente, voluntariamente. Por ejemplo: “Todo lo que tienes te lo he dado motu propio”.
• La Orestíada es el nombre de una trilogía dramática de Esquilo representada en Atenas en el 458 a.n.e. Comprende tres tragedias; las tituladas Agamenón, Las coéforas y Las euménides. El tema trata sobre las aventuras de Orestes.