Johannes Bisse y el Jardín Botánico Nacional

Destacado botánico y educador universitario, el alemán Johannes Bisse (1935-1984) pudo haber ganado notoriedad debido a los aportes realizados por él. Sin embargo, en nuestro país es conocido por el diseño y desarrollo de una de sus más grandes creaciones: el Jardín Botánico Nacional.

Llegó a esta bella isla caribeña con solo 30 años, en 1966, para asesorar el Departamento de Botánica de la Universidad de La Habana, pero sus planes cambiaron cuando conoció al Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, y de esa fructífera amistad surgió la idea, y él recibió el encargo —en 1967— de crear un jardín botánico de proyección nacional, obra a la que dedicó su entusiasmo creador desde su inicio.

Sepan, amigas y amigos de la Gran Red de Redes, que el propio Fidel, en la inauguración del pueblo de Valle Grande, en el entonces Cordón de La Habana, explicó que quedaría ubicado a unos 25 km al sur de la capital, abarcaría unas 500 hectáreas, y estaría a cargo de la Universidad de La Habana. Además, que, se proyectaba desarrollar jardines botánicos en todas las capitales de provincias, como sitios de estudio y recreación.

Quiero decirles a mis amigos internautas que fueron años de trabajo febril. La construcción de viveros provisionales, realización de expediciones a las provincias orientales para colectar plantas y semillas, y limpieza de los terrenos, visitados continuamente por Celia Sánchez Manduley, la heroína que desbordaba su amor por la naturaleza.

El apoyo de la máxima dirección del país también se materializó en viajes de colecta de plantas a Panamá, México, Nicaragua, Guyana y Jamaica, lo que permitió un salto cualitativo en las colecciones de plantas vivas del Jardín. Se conoce que, luego de inaugurado, se construyó un Jardín Japonés, como obsequio del gobierno de ese país a Cuba por el aniversario 30 de la Revolución cubana.

Les digo, amables lectores, que quien fuera su alumna y colaboradora más cercana en Cuba, la profesora Lutgarda González Géigel, botánica cubana, se convirtió, también, en su esposa, y ambos resultaron formadores de la gran mayoría de los botánicos cubanos actuales.

Juntos impulsaron la creación del herbario de la Flora de Cuba, que hoy lleva el nombre de “Johannes Bisse”. Compilaron una preciada biblioteca botánica para el Jardín Botánico Nacional, pero, sobre todo, y aquí les va una curiosidad de esta pareja, disfrutaron el placer que les producía explorar Cuba y sus montes, desarrollando los cimientos de lo que es hoy la monumental obra Flora de la República de Cuba.

Como fruto de los recorridos por gran parte de la Isla, recopilando especies para la gran obra encargada, el Dr. Bisse —como se le conocía—, rápidamente, se convirtió en profundo conocedor de la flora cubana y quedó fascinado por la riqueza de las especies existentes. Por dos familias en particular: Orchidaceae, porque tenía experiencias en el trabajo con la misma, y Cactaceae que representaba indiscutiblemente al Neotrópico.

Comenzó el estudio de la Cactaceae, y en particular el género Melocactus, escribiendo algunas notas en alemán —pues en ese momento aún no dominaba bien el español—, con el interés de publicar las mismas y. en especial una especie nueva que él denominó Melocactus valentinii Bisse.

Según el portal cubano Ecured, el eminente botánico no terminó y publicó ese trabajo; los que lo conocieron sabían que la causa fue que su alumno de entonces, Alberto Areces Mallea, se interesó por la familia y él —sencillamente— le cedió la misma sin tratar de influir en los resultados que obtuviera ni reclamarle la paternidad de la nueva especie.

Su notoriedad se incrementó al llegar a ser socio fundador de la Sociedad Cubana de Ciencias Biológicas y la Sociedad Cubana de Botánica, a la que realizó valiosos aportes, entre ellos el libro Árboles de Cuba, como resultado de 12 años de estudios e investigaciones. En este volumen describe 550 árboles del archipiélago cubano, en el que incluye las denominaciones científicas y comunes de cada una de las especies y la distribución geográfica de las mismas.

Un trágico accidente automovilístico terminó con la vida del Dr. Johannes Bisse, poco tiempo después de la inauguración del Jardín, en 1984 y muy cerca del lugar grande, moderno, científicamente bien documentado y organizado, que soñó y que dirigía. Sus cenizas, junto a las de su esposa, fueron esparcidas, en 2015, en el Jardín Botánico Nacional, que hoy cuenta con un colectivo de profesores e investigadores capaces de llevar adelante una institución de altos estándares.

La otrora Universidad de Ciencias Pedagógicas José Martí de Camagüey, la Universidad de Camagüey Ignacio Agramonte y Loynaz, el Jardín Botánico Nacional y la Sociedad Cubana de Botánica, honran a este estudioso de la flora cubana, con la realización del Encuentro de Botánica Johannes Bisse in Memoriam, en el cual, los participantes y especialistas intercambian experiencias sobre educación ambiental, la biodiversidad y la importancia para la docencia de las expediciones científicas.

Curiosidades

• Quizás los amigos internautas no conozcan el Laberinto de las Doce Leguas. Este hermoso conjunto de isletas en extensión similar, que dan una impresión laberíntica, está ubicado en el archipiélago Jardines de la Reina y posee playas muy hermosas debido a la extensa franja de arena fina, y aguas cálidas y transparentes. Su estado de conservación y la virginidad del ecosistema lo sitúa entre los sitios marinos más interesantes del mundo.

• Agreguen a su acervo que la bebida más popular de Rusia no es el vodka, sino el té. Casi todos los rusos lo toman y lo hacen más de una vez al día. Es acompañado regularmente con pasteles, bocadillos o bombones. Además, uno de los iconos de la cultura del té en Rusia es el samovar, un hervidor de agua que se usaba antiguamente.

• Los refranes, aunque suelen ser anónimos, por décadas se los escuchamos decir a nuestros abuelos y luego a nuestros padres y muchos ya forman parte de nuestra memoria familiar:

• No hay peor ciego que el que no quiere ver. Significa: Aunque una verdad se encuentre claramente expuesta delante de nuestros ojos, podemos no verla porque nuestro corazón prefiere evitar saberla.

• Dime con quién andas y te diré quién eres. Significa: Que las personas que elegimos como amigas hablan de quiénes somos nosotros.

• La locución latina modus operandi (literalmente: modo de obrar), alude a la forma de proceder de alguien o algo.