Tomada de Zunzún Uno de los compositores cubanos que sentó pauta por su sólida formación en el panorama musical cubano, a lo que sumó valores tales como la fidelidad, la humildad y la valentía, lo es, sin duda alguna, el pianista, compositor y pedagogo habanero Ignacio Cervantes Kawanagh (1847-1905).
Está catalogado como un niño prodigio, habida cuenta —según los especialistas en su obra— de que con solo una docena de almanaques deshojados rubricó la primera contradanza que brotó de su talento, la que tituló La solitaria, cuya destinataria fue la autora de sus días.
Se conoce que Cervantes cursó estudios en la capital francesa por un quinquenio. En esa urbe conquistó lauros, entre estos el Gran Premio de Piano, con la obra Quinto concierto de Herz. En el propio Conservatorio Imperial de París obtuvo otro lauro: el Primer Premio de Armonía.
Es oportuno señalar que en Europa dio varios conciertos, además de acompañar con su instrumento a un grupo de señoras estrellas del bel canto como fueron Christina Nilsson y Adelina Patti. Tanto brillaron sus ejecuciones pianísticas que resultó elogiado nada menos que por afamados músicos de la talla de Rossini, Liszt y Gounod.
Entendidos en la materia señalan que Cervantes apoyó la contienda cubana independentista del 68 con sus ingresos personales. En una nota se consiga que por su “respaldo a la causa independentista mambisa fue condenado al exilio donde permaneció hasta 1879”. Se conoce, además, que en la de 1895 también tuvo que irse de su amada Isla.
Ignacio Cervantes escribió un nutrido grupo de obras, entre las que figuran la ópera Maledetta, varias piezas de música de cámara, sherzos, zarzuelas y mazurkas, así como las famosas 45 Danzas Cubanas en las cuales “recoge la esencia de lo cubano”. Estas danzas, según aparece en una crónica de la época, “conocidas hoy en todo el mundo, han devenido como la consagración del inmortal compositor y han sido editadas y publicadas en diferentes puntos de la geografía universal”.
Al respecto, el cronista y periodista cubano Ciro Bianchi destacó “que sus Danzas cubanas es lo más valioso de su producción (…)”. Para concebir sus danzas a veces Cervantes no necesitaba más que una frase escuchada al azar, o una escena para componerla.
No por gusto, Ignacio Cervantes fue catalogado como el músico cubano más importante del siglo XIX. Como asevera una breve semblanza biográfica, “sobresalió por la elegancia en el estilo y cabal sonido, presente, incluso, en sus obras menores”.
Curiosidades
• Las hojas de los árboles, ya secas, se desprenden de las ramas que las soportan, y dejan de ser vitales para la respiración de las plantas. Pero, aunque ustedes puedan dudarlo, estas hojas siguen reportando beneficios, ahora a la tierra, ya que lentamente se convierten en materia mineral que absorben las raíces.
• Si usted, amiga que lee estas páginas, se llama Gladys, entérese entonces que ese nombre, el suyo, es propio de mujer, es de origen latino, y que su significado es “pequeña espada”.
• Sobre algunos tipos de besos, es esta interesante cápsula. Si el beso está acompañado de un abrazo y si los cuerpos entran en contacto estrecho, entonces no cabe la menor duda de que se está en presencia de un intenso afecto, ya que los amantes se están aceptando tal como son. Pero si uno de los dos le coge la cara al otro, muestra una expresión de dulzura, y si lo acompaña de una intensa mirada, significa la intensidad del amor que se está sintiendo.
• Recuerde siempre que el alivio no es más que disminución de un padecimiento, mientras que la mejoría es el restablecimiento final de la salud.
• “La brevedad es el alma de la agudeza”. Bella e ingeniosa esta sentencia de la autoría de William Shakespeare, famoso poeta y dramaturgo inglés, quien, durante su exitosa carrera dio a la humanidad una inmensa obra literaria, con títulos muy destacados; entre estos, Romeo y Julieta, El rey Lear, Otelo, Macbeth, El mercader de Venecia y Hamlet.