Gómez, el Napoleón de las guerrillas

Luego de una larga visita a familiares y amigos de la provincia de Camagüey, periplo que extendió con similar empeño a cuatro de las cinco provincias del Oriente cubano, se me apareció el carnal camarada, avezado lector y “desapolillador de archivos” Cundo, con una amplia sonrisa y un pequeñito libro en sus manos.

El abrazo y el saludo no faltó, al igual que una que otra noticia de conocidos comunes. Sin mediar aviso, esgrimió el texto en cuestion y me espetó en plena cara: “Periodista, fíjate en el título. Y después te emplazo a que le regales a tus amigos algo que, según mi criterio muy humilde, es poco conocido. Y me voy, que debo un montón de visitas”.

Bueno, amigos de la gran Red de Redes, les desvelo la primera interrogante: el título es El Napoleón de las guerrillas. Su autor es el escritor y político dominicano Juan Bosch, quien la dedicó al Generalísimo Máximo Gómez Báez, harto conocido por generaciones de cubanas y cubanos.

Como todo —o casi todo— tiene su lógica, comienzo dando a conocer que el número ocho del periódico argentino Cuba Libre, que se editaba en Buenos Aires, Argentina, estuvo dedicado al Jefe del Ejército Libertador cubano, el Mayor General Máximo Gómez Báez. Era el 23 de enero de 1897.

En la primera página, a todo tamaño, aparece una estampa a colores del ilustre dominicano-cubano, a quien el The London News (Noticias de Londres) identificaba como “El Napoleón de las guerrillas”.

En el libro de marras, su autor, Juan Bosch, explica que el Pequeño Corso, como llamaban a Napoleón Bonaparte, quien está considerado por los estudiosos y especialistas como el más extraordinario organizador y jefe de ejércitos de todos los tiempos, se catalogaba, también, como el “Dios de todas las batallas”.

Pero —y vale la conjunción adversativa— sucedió que no obstante esos epítetos, él terminó su ejecutoria militar con la nefasta derrota sufrida en Waterloo.

De tal manera, el gran estratega no pudo llevarse a su último lugar de descanso terrenal, el laurel del “general invicto”, palabra que significa que nunca fuera vencido.

Y en este punto de la narración, Bosch puntualiza que, en cambio, “nuestro Máximo Gómez supo convertir en victoria sus hechos de armas, desde la primera carga al machete dada en Cuba hasta la de la Demajagua, cumplida el 14 de marzo de 1887” (últimos encuentros de la increíble campaña de La Reforma) o sea, queridos internautas, que según Juan Bosch “el título de Napoleón de las guerrillas no le quedaba grande al veterano triunfador y militar dominicano-cubano”.

Unas breves líneas sobre el autor: Juan Bosch, escritor y político dominicano, está considerado como una de las principales figuras de la intelectualidad de América Latina y del Caribe del siglo XX. En su obra sobresale el ensayo histórico De Cristóbal Colón a Fidel Castro.

Los invito, pues, a que busquen este pequeño texto de solo algo más de 90 páginas. Les aseguro que su lectura los atrapará de inmediato porque recoge, de forma muy amena e histórica, tres aspectos básicos: La campaña de la tea incendiaria, la lucha de clases y la campaña de La Reforma.

Curiosidades

• En fecha tan lejana como 1866, Cuba fue la primera nación de Iberoamérica, con la inclusión de España y Portugal, que tuvo el primer cementerio aislado de iglesias.

• Sepan que el mercurio, conocido por el vulgo como azogue, se encuentra en estado nativo en la naturaleza, y en forma de sulfuro (cenabrio). Añadan a su acervo que los alquimistas le dieron ese nombre para honrar la deidad mitológica del mencionado nombre.

• “Aprendí que no se puede dar marcha atrás, que la esencia de la vida es ir hacia adelante”. Sabio y oportuno consejo rubricado por la excelente novelista inglesa Agatha Christie (1891-1976).

• No lo olviden, amigos internautas: Lo que, en determinada altura, se haya en un lugar inferior, está abajo. Sin embargo, está debajo aquello que tiene algo puesto encima. De ahí la diferencia.

• Una sobre las banderas: Conozcan que algo más de 80 enseñas nacionales presentan franjas y alrededor de 30 poseen estrellas, una quincena cruces y solo cuatro de ellas, triángulos. Añado, además, que la inmensa mayoría de las banderas nacionales tienen forma de rectángulo, con excepción de la de Suiza (cuadrada) y Nepal (triangular).