Fray Candil, polémico, mordaz, satírico, observador agudo…

Se le reconoce más por el pseudónimo que adopta desde joven: Fray Candil, sobre todo en sus trabajos periodísticos y en la crítica literaria, de la cual fue un destacadísimo cultor; aunque, en mucha menor medida, firmó alguna que otra vez con el de Dagoberto Mármara. Pero realmente se llamó Emilio Bobadilla y Lunar (1865-1921).

Vino al mundo en Cárdenas, Matanzas, y dejó de existir en la localidad francesa de Biarritz. Cultivó una variada gama de géneros: fue poeta, narrador, dramaturgo, periodista, crítico literario y diplomático. Según la opinión de Ana Núñez Machín, Bobadilla “fue un prosista de estilo limpio y penetrante, colaborador de las mejores revistas francesas, españolas e hispanoamericanas, y redactor de varias críticas que después reunió en varios tomos, además de ejercitar la literatura didáctica, y realizó estudios lingüísticos y gramaticales”.

En Cuba, desde joven, cultivó las humanidades. Así se da a conocer en su entorno natal en la revista Habana Cómica. Ganado un relativo prestigio literario, viajó por diferentes lugares del mundo, con publicaciones en periódicos de España e Iberoamérica. Se conoce que en 1887 se trasladó a Madrid, y también estuvo un grupo de años en París.

En los inicios del siglo XX retorna a Cuba por una breve temporada, para luego volver a Europa, donde fungía como diplomático en el Viejo Continente.

Vale resaltar que en esa etapa Fray Candil continuó realizando tanto su quehacer literario como periodístico. Fue designado, al final, como cónsul de su país en la ciudad de Biarritz, donde falleció en 1921.

Para abundar algo más en el quehacer de Emilio Bobadilla, y así satisfacer la curiosidad de las amigas y amigos de Internet, les diré que, como buen articulista, sobresalió fundamentalmente en el difícil ejercicio de la crítica literaria, en la que pronto llegó a ser un observador agudo y polémico.

En una de las fuentes revisadas se precisa que él “era poseedor de un lenguaje directo e iconoclasta que no guardaba respeto alguno a las figuras más destacadas del panorama literario hispanoamericano bajo el burlón disfraz de Fray Candil…”.

Publicaciones de la época resaltan que este cubano de profunda paciencia y cultura estuvo en el epicentro de las grandes polémicas literarias de finales del siglo XIX y principios del XX. Es válido destacar que uno de los estudiosos de la obra de Emilio Bobadilla, el intelectual cubano Elías Entralgo, ofreció una muestra antológica de su quehacer poético presentado bajo el epígrafe de Selección de poemas (La Habana, Edición de la Universidad de La Habana. Biblioteca de Autores Cubanos,1993).

En breve resumen de la obra de este cubano-hispanoamericano, se puede conocer que colaboró en más de 12 revistas y periódicos. Entre su novelística sobresalen, entre otros, los siguientes títulos: A fuego lento, Novelas en germen, La noche dormida, Capirotazos, A través de mis normas, Con la capucha suelta

En cuanto a los versos, resaltaron los volúmenes Sal y pimienta (colección de epigramas), publicado bajo el pseudónimo de Dagoberto Mármora, Mostaza (epigramas), Pueblos (poesía), Vórtice (poesía) y Rojeces de Marte (poemas y selección de poemas); y entre los artículos periodísticos: Reflejos de Fray Candil, Con la capucha suelta, y Crónicas y artículos periodísticos de Emilio Bobadilla.

Curiosidades

• Los ladrillos, ese valioso medio de construcción de casas, muros, torres, etcétera, no son tan de nuestros tiempos. De eso nananina. Sepan, mis amigas y amigos de la gran Red de redes, que, en la añeja Mesopotamia, los pueblos sumerios edificaban utilizando ladrillos de arcilla grandes templos escalonados.

• Un trío de asociaciones estudiantiles de Ciego de Ávila participaron, entre el 15 y el 25 de noviembre del año 1923, en el histórico Primer Congreso de Estudiantes, evento que estuvo liderado por Julio Antonio Mella. Estas agrupaciones fueron la Asociación de Estudiantes del Colegio de Inglés, Estudiantes del Colegio Belda y la Asociación de Estudiantes Avileños.

• Agreguen estas curiosidades al uso de nuestro rico idioma, por ejemplo: hay quien trabaja como un mulo o un caballo; y si una persona habla mucho, decimos que perora como una cotorra o un perico; y si por casualidad es invierno, está chiflando el mono. ¿Qué les parece?

• Los tres grandes récords de producción de azúcar en Cuba los ostentan los centrales Uruguay, con 225 636 toneladas métricas producidas en 1990; el Antonio Guiteras (Delicia), con 214 256, en 1985; y el avileño Ciro Redondo, con 194 880.

• Reflexionar serena, muy serenamente, es mejor que tomar decisiones desesperadas, sentenció Franz Kafka (1883-1924), escritor checo en lengua alemana.