Esquilo o la excelencia de la tragedia

 esquilo “No es sabio el que sabe muchas cosas, sino el que sabe cosas útiles”. Agudo el pensamiento del autor de esta cita, Esquilo (525 a.n.e-456 a.n.e.), dramaturgo y poeta griego, a quien se le considera el Padre de la Tragedia.

Un breve esbozo biográfico precisa que este notable autor nació en Ática y formó parte de un núcleo familiar noble, poseedores de tierra. Su progenitor fue Euforión, y a su hijo lo nombró igual que su padre. Y, por supuesto, el vástago devino, también, poeta, aunque no tan famoso como el autor de su existencia.

Esquilo fue, además, un hombre dado a la acción. Sí, él participó en varias conflagraciones bélicas, como los combates de Maratón, Salamina y Platea. Se conoce que ya a los 35 años sobresalía en las lides escénicas y había cosechado lauros en disímiles concursos que reunían a bardos trágicos. Por supuesto que sufrió derrotas, una de estas con un notable adversario: Sófocles.

En otra fuente se consigna que Esquilo fue un hombre muy apegado a la religión, y se presume que él fue el creador del género trágico. Pero les digo más, amigas y amigos de la Red de redes: otros entendidos lo identifican como Padre del Teatro y Padre de la Tragedia Griega.

A los más curiosos les traslado otros datos de interés: una fuente biográfica anónima habló, en su tiempo, de que Esquilo llegó a rubricar unas 60 obras, y que un quinteto de estas eran dramas satíricos; mientras que otro autor apunta a que escribió 90 piezas y que ganó el premio en 28 oportunidades.

Pero—ahí les va una conjunción adversativa— hasta la actualidad solo han llegado siete tragedias y algunos fragmentos de las demás piezas, las que, sin duda alguna, han aportado datos vitales para un mayor conocimiento de la obra de este destacado trágico, aunque también es bien conocida la obra de Sófocles y Eurípides.

Por obvias razones de espacio, les menciono solo los títulos de las obras que se conocen completas: Los persas, Los siete contra Tebas (esta formaba parte de una tetralogía que incluye a Layo, Edipo, y el drama satírico La esfinge), Las suplicantes (la más sencilla de sus tragedias), Prometeo encadenado, y la trilogía Orestía (Agamenón, Las coéforas y Las euménides).

Estudiosos de la vida del célebre dramaturgo apuntan que los últimos tres años de su existencia los pasó en Sicilia. Sobre su deceso se narra una fábula que cuenta que un águila atrapó a una tortuga, y que la rapaz, tomando la cabeza calva del poeta por un pedazo de roca, soltó la presa y esta golpeó a Esquilo. Bueno, amigos y amigas, como dije, fábula al fin…; aunque Plinio el Viejo, Valerio Máximo y Suidas toman esta historia como válida como causa de la muerte de Esquilo.

Curiosidades

• Se denomina metátesis a la figura que consiste en la alteración del orden de las letras en una palabra.

• Hace ya muchos años, cuando, en el fragor de una disputa, alguien quería poner a tope los ánimos o las pasiones de los que la dirimían, se afirmaba que estaba “echando aceite a la lumbre”. Ahora se dice “echándole leña al fuego”.

• “La abundancia me hizo pobre”, es una bella sentencia rubricada por el poeta latino Publio Ovidio Nasón (43 a.n.e.-17 n.e.)

• Entre los años 1337 y 1453 tuvo lugar la llamada Guerra de los 100 Años, contienda bélica entre Francia e Inglaterra. En esta conflagración tan larga transcurre la mística epopeya de Juana de Arco.