Enrique Serpa, destacado narrador cubano

 enrique serpa • Cuando el Premio Nobel de Literatura Ernest Hemingway leyó la novela Contrabando, de la autoría del cubano Enrique Serpa, el laureado novelista norteamericano pidió conocer a su autor. La calidad del texto lo había impactado fuertemente.

Según le contó la ensayista Loló de la Torriente a Leonardo Depestre, ella fue la encargada de preparar el encuentro entre los dos escritores. Tras las presentaciones de rigor, la conversación fluyó. Juntos almorzaron en el Floridita.

En una parte del diálogo, Hemingway le pregunta a Serpa por qué perdía su tiempo como reportero, a lo que el cubano, ni corto ni perezoso, le respondía: “Porque aquí en Cuba no pagan 20 000.00 dólares por un cuento corto para el cine, ¿sabe usted?, y mi familia y también yo, comemos”.

Y fue entonces que Ernest, en tono afable, le dijo admirado: “Es usted el mejor novelista de la América Latina y debe dejarlo todo para escribir novelas”.

Enrique Serpa (1900 - 1968) periodista, escritor y diplomático cubano, está considerado por los especialistas como uno de los más representativos escritores de la narrativa cubana del siglo XX.

Fue condiscípulo de Rubén Martínez Villena en la enseñanza primaria, aunque la vida lo llevó duro en la infancia al punto de aprender y desempeñar distintos trabajos como mensajero de tintorería, zapatero y tipógrafo; cortó caña y laboró en la oficina de un ingenio de Matanzas y, más adelante, lo hizo en el bufete de Fernando Ortiz.

Conocida es su participación en la tertulia del Café Martí, en unión de Villena y otros intelectuales como Andrés Núñez Olano, quienes integraron el Grupo Minorista.

Serpa se desempeñó como jefe de corresponsalía y de información en el periódico El Mundo, director literario de la revista Chic, redactor de Excelsior y fue colaborador en otras importantes publicaciones como la Revista Bimestral Cubana, La Gaceta del Caribe, El Fígaro, Carteles y Bohemia. Viajó por Estados Unidos, Guatemala, Venezuela, Haití, España, Bélgica, Alemania, Suecia e Italia.

Entre 1952 y 1959 residió en París, donde se desempeñó como agregado de prensa de la embajada de Cuba. En 1959 regresó a la patria y colaboró en El Mundo, Bohemia, la revista Unión y en Mar y pesca.

Entre sus publicaciones se incluyen los libros La miel de las horas, Felissa y yo, Contrabando y La Trampa, Norteamérica en Guerra, Presencia de España, Noche de Fiesta, Días de Trinidad, Vitrina, entre otros.

Recibió múltiples premios y reconocimientos: Premio Nacional de Novela por Contrabando, y por sus mejores reportajes: “Raid Habana-Santiago de Cuba”, “Oro en la Isla de Pinos”; además del Premio Antonio Bachiller y Morales por Contrabando, entre muchos otros. Fue declarado Hijo Adoptivo de Remedios y Pinar del Río.

• La sentencia E pur si muove significa “Y sin embargo se mueve”. Fue atribuida a Galileo Galilei, obligado a retractarse al proclamar, después de Copérnico, que la Tierra giraba sobre sí misma.

• La Gaceta de La Habana, fundada en 1754, fue el primer periódico cubano, incluía una página “rosa” con notas sobre la nobleza de la Isla.

• En Física, se denomina incandescencia a la localidad y estado del cuerpo que, por alcanzar una elevada temperatura, emite luz propia.

• Termidor, amigo internauta, es el nombre que se le da al undécimo mes del calendario republicano francés (del 20 de julio al 18 de agosto).

• La fabulosa Ave Fénix era la única de su especie, según la mitología. Cuentan que vivía varias centurias en zonas desérticas de Arabia, y que se dejaba atrapar y ser quemada para luego renacer de sus propias cenizas.