El arte conmovedor y peculiar de Yayoi Kusama

En los últimos años, más de ¡5 millones! de visitantes han conocido el trabajo de Yayoi Kusama (1929), y es que, esta artista japonesa, ha realizado exposiciones individuales de gran escala en Ciudad de México, Rio de Janeiro, Santiago de Chile, Seúl y Taiwán, además de importantes giras y exposiciones en Canadá, Estados Unidos y Europa.

Actualmente es tan famosa, que los visitantes a sus exhibiciones pueden pasar cada vez menos tiempo para admirar obras como las Habitaciones de espejos infinitos, instalaciones inmersivas de lunares, luces de colores y calabazas pintadas que se proyectan sin interrupción.

Sepan las amigas y amigos de la Gran Red de Redes que, en 2018, los visitantes del Museo Hirshhorn, en Washington D.C., que hicieron cola durante más de dos horas para ingresar al recinto, se tuvieron que conformar nada más y nada menos que con ¡30 segundos! para echar un rapidísimo vistazo a las instalaciones de la artista japonesa.

Pero eso no es nada, poco antes, el Museo Broad, en Los Ángeles, había vendido la friolera de 90,000 boletos en una sola tarde para acceder a la exhibición de esta peculiar artista.

Desde el hospital psiquiátrico de Tokio, donde se recluyó voluntariamente en 1977, tratando de escapar de las alucinaciones que la perseguían desde niña, Yayoi Kusama se ha convertido en una artista popular, querida y solicitada.

Nacida en el Japón rural y en una familia rica, desde muy pequeña, llevaba su cuaderno de dibujo a los terrenos de siembra y se sentaba entre las flores hasta que, como en un cuento de hadas, un día sintió que las flores le hablaban.

“Pensé que solo los humanos podían hablar… Estaba tan aterrorizada que mis piernas comenzaron a temblar” —así comenzaron una serie de alucinaciones que la atormentaron desde la infancia— y que al parecer, están relacionadas con su vida dentro de una familia profundamente infeliz, que sufría violencia doméstica.

Aparece en una de las fuentes que, tenía apenas 13 años, cuando, después del ataque a Pearl Harbor, fue reclutada para trabajar en una fábrica que producía telas para paracaídas. Por la noche pintaba flores una y otra vez. Su trauma infantil fue fundamental en su trabajo, no solo por su difícil familia, sino también por su contexto social y la pesadilla de la Segunda Guerra Mundial.

En 1958, animada por la artista estadounidense Georgia O’Keeffe, dejó Japón y viajó a Nueva York, con 27 años y, con unos cientos de dólares cosidos en el forro de sus vestidos; llevaba también, 60 kimonos de seda y algunos dibujos para vender. Cuenta ella misma que, en un inicio, subsistió comiendo restos de comida, incluidas cabezas de pescado, de la basura de una pescadería.

Agreguen a su acervo que logró vender los primeros cuadros a sus compañeros artistas Frank Stella y Donald Judd, por solo ¡75.00 dólares! Sin embargo, amables lectores, uno de estos lienzos se vendió en 2014 nada más y nada menos que por ¡7,1 millones! de dólares, constituyendo récord para una artista femenina viva, como cambian los tiempos, diría el amigo Cundo.

Kusama ha afirmado durante mucho tiempo que los artistas hombres —los cuáles la rodeaban—, hicieron pasar como propias sus ideas originales y encontraron la fama de esa manera.

“Me enseñaron que el sexo era sucio, vergonzoso, algo que debía ocultarse; además, fui testigo del acto sexual cuando era una niña pequeña y el miedo que entró por mis ojos se había disparado dentro de mí”, dijo en una ocasión; por ello, a partir de 1963 comenzó a fabricar sillas y otros objetos cubiertos con formas fálicas, a manera de autoterapia.

Se apoderó de la 33 Bienal de Venecia, aunque oficialmente no fue invitada a exponer. Su obra Narcissus Garden, un lago de ¡1500! esferas reflectantes en el que el rostro del espectador, se multiplicaba hasta el infinito y un letrero decía “Tu narcisismo en venta”.

Comenzó a vender las esferas a 2.00 dólares cada una y las autoridades de la Bienal detuvieron su actuación, arguyendo que no podía vender arte como si se tratase de “perros calientes o conos de helado”.

Refiere el portal cubano Ecured que, cuando llegó el Verano del Amor, Kusama escenificó Body Festivals y Anatomic Explosion happenings, pintando con lunares a los asistentes desnudos al festival. Estos actos fueron llevados también a la Bolsa de Valores o los escalones de la Estatua de la Libertad, creando, con personas desnudas, protestas contra la elección de Richard Nixon y la guerra de Vietnam.

Su única relación romántica conocida fue Joseph Cornell, quien le enviaba una docena de poemas al día y nunca colgaba una llamada telefónica, por lo que estaba allí cuando ella alzaba la bocina para marcar. Tal fue la depresión sufrida por ella al romperse la relación que, en una ocasión, saltó desde la ventana de su estudio, pero su caída fue frenada milagrosamente por una bicicleta que pasaba en ese momento por debajo.

Profundamente afectada por la muerte de Joseph Cornell y por la de su padre, regresó a Japón. Las alucinaciones y ataques de pánico de su adolescencia regresaron con toda su fuerza, teniendo que ser hospitalizada varias veces, hasta que decidió ingresar en un hospital psiquiátrico de forma voluntaria.

Encontró en la terapia artística (o arteterapia) una manera de manejar sus manías y dirigirlas hacia su creatividad: “Estoy decidida a crear el mundo de Kusama, que nadie ha hecho ni pisado nunca”. Desde entonces, duerme en el hospital todas las noches y trabaja en su estudio, al otro lado de la calle, seis días a la semana.

“Hace mucho tiempo, decidí que todo lo que podía hacer era expresar mis pensamientos a través de mi arte y que continuaría haciéndolo hasta que muriera, incluso si nadie viera mi trabajo. Hoy, nunca olvido que mis obras de arte han conmovido a millones de personas en todo el mundo”.

Curiosidades

Dura lex sed lex, que significa “la ley es dura pero es la ley”, es un principio general del derecho que proviene del derecho romano. 

• Sepan los amigos internautas que gustan de estas breves cápsulas del saber que en 2010 se encontró, en una cueva, el zapato de cuero más antiguo del mundo. Calculan que tiene nada más y nada menos que unos ¡5500! años, viejito, ¿no? Hoy, se ha convertido en reliquia cultural extremadamente valiosa en el mundo.

• De acuerdo con la ley aprobada por el sexto emperador de la dinastía Qing, el Emperador Qianlong (1711-1799), quien gobernó a lo largo de 59 año, los autores que escribían poemas tristes se condenaban a la pena de muerte.

• La medicina moderna utiliza análisis de orina para detectar y monitorear una variedad de condiciones de salud, pues, amables lectores, la orina, aunque a menudo se pasa por alto, puede ser un indicador clave de la salud renal y general. Cambios en su color, olor, o consistencia, pueden ser señales tempranas de enfermedad renal o de otros trastornos metabólicos y sistémicos.

• “Nunca rompas el silencio si no es para mejorarlo”, aguda sentencia rubricada por el compositor, director de orquesta, pianista y profesor de piano alemán Ludwig van Beethoven (1770-1827).