Dora Alonso, una escritora natural

DoraTomada de Juventud Rebelde“Donde hay un niño, debe haber un libro”. Sentenció Doralina de la Caridad Alonso y Pérez-Corcho (1910-2001), aunque en su Cuba adorada, y en otros puntos geográficos, se le conoce mucho más por el nombre artístico que utilizó para rubricar tanto sus narraciones dedicadas a la grey infantil como los reportajes y otros trabajos de la profesión periodística que la acompañó siempre.

Su padre, David, fue un emigrante español, quien unió su destino a la campesina Adela. Como es de suponer, Dora se desarrolló en un ambiente rural, entorno que la marcó para siempre y que estaría presente en su labor literaria. Con solo nueve años ella ganó su primer concurso literario. A los 16, las páginas de El Mundo recogieron con agrado su primer poema, que ella tituló Amor.

Fue corresponsal del periódico Prensa Libre, de Cárdenas, y en la nota consultada se precisa que la primera obra de teatro suya para adultos fue titulada La hora de estar ciegos, en la cual trata sobre los problemas raciales en la Isla antillana. Se conoce que en 1956 aparece su ópera prima para niños en el teatro, con el título de Pelusín y los pájaros.

Varias de sus novelas fueron publicadas en radioemisoras de diferentes países: Puerto Rico, Panamá, El Salvador, México, Nicaragua, Colombia, Brasil, Venezuela, y en otros territorios, con singular éxito de radio audiencia.

El amor que siente por su patria toma altos vuelos cuando se produce la artera invasión mercenaria por Bahía de Cochinos. Allí, en las arenas de Playa Larga y Playa Girón, Dora Alonso permaneció del 15 al 19 de abril como corresponsal de guerra acreditada por la revista Bohemia. Igual lo hizo cuando la llamada Crisis de Octubre o de los Misiles. Especialistas en su obra consignan que esta cubana de su tiempo contribuyó a la preparación de varios libros de textos para la educación primaria.

La Alonso se hizo sentir también en la revista de la familia cubana, Bohemia, mediante la gustada sección Páginas Nuevas, que abrazaba el noble propósito de “promover y orientar la expresión literaria y artística de los niños y adolescentes cubanos”. Vale destacar que su novela Tierra Inerme mereció el lugar cimero en el II Concurso Literario Hispanoamericano auspiciado por la Casa de las Américas.

La obra creativa de la matancera Doralina de la Caridad no se detuvo, sino todo lo contrario; creció como la espuma. En el caso del periodismo realiza importantes entrevistas a personalidades de diferentes esferas, entre ellos al chileno Pablo Neruda. La radio le abre las puertas y firma guiones de las novelas La mensajera y La sombra lúcida y de la temática campesina Entre monte y cielo.

Entendidos en la materia resaltan la buena acogida de sus piezas Sol de batey y Media Luna, que pronto ganaron radiante popularidad y que fueron adaptadas para la programación de la televisión cubana (la segunda con el título Tierra brava). Estas dos obras son “historias ambientadas, fundamentalmente en el pasado colonial y en la primera etapa de la República, respectivamente”.

Dora Alonso fue, según su propia categorización, una escritora natural que, apoyada en el autodidactismo, supo tomar de la vida, con sus conflictos y experiencias, ideas o temas, o ambas, para urdir sus tramas y dotarlos de criterios constructivos, belleza y buen gusto.

Resultó, además una autora multipremiada y muy reconocida, tanto por la crítica especializada como por la grey infantil y el público en general.

Entre otros lauros, ella obtuvo el I Premio en el Primer Festival de Teatro Infantil de Vallenas, Chile, con la obra Cómo el trompo aprendió a bailar.

Por su parte, las Aventuras de Guille resultó ser en 1973 el libro más demandado entre los jóvenes lectores cubanos, mientras El cochero azul tuvo una versión libre por la emisora Radio Progreso.

Por si resultara poco, en 1980 el cuento El valle de la Pájara Pinta conquistó el premio de la Casa de las Américas y ella recibió con toda humildad la Distinción por la Cultura Nacional en 1982 y la Medalla Alejo Carpentier, a lo que se unió la Orden Félix Varela de I Grado y el Premio Nacional de Literatura por el conjunto de su obra.

Curiosidades

• Entre los representantes del amplio mundo animal, es la jirafa la que mayor estatura alcanza, ya que llega a medir unos seis metros de alto. Otro dato curioso: las madres dan a luz paradas por lo que las crías caen desde la altura de un metro.

• “No es fuerte la fuerza si no viene seguida de la astucia”. Esta aguda sentencia pertenece al eminente naturalista y escritor francés Jorge Luis Leclere, conde de Boffón (1707-1788). Los estudiosos de su obra precisan que el valor de lo escrito radica en que puso al público lector en contexto los conocimientos científicos del tiempo que le tocó vivir.

• Sepan, amigas y amigos que disfrutan estas breves cápsulas, que Groenlandia, con una superficie de 840 000 millas cuadradas, se inscribe coma la mayor isla del planeta Tierra. Por orden de tamaño le siguen Nueva Guinea, con 316 801, y Borneo, con 290 012.

• Fueron los chinos los primeros que emplearon el papel moneda. Se estima, por estudiosos de la materia, que el inicio de dar representación monetaria al papel comenzó en China en el siglo IX antes de nuestra era.

• En eso de acumular años, el árbol llamado Auchuete tiene el uno. Se le encuentra en México y está catalogado como el más antiguo de nuestro planeta. Algunos ejemplares ya han sobrepasado los ¡6000! años.