Colita, fotografías y exposiciones

 colita Con más de 44 años de profesión, realizó una treintena de publicaciones fotográficas y alrededor de ¡50 exposiciones!, así como zumba y suena. Hablamos de la fotógrafa y retratista barcelonesa Isabel Steva Hernández (1940-2023) quien pasó a la historia como Colita.

Resulta, amigas y amigos de la Gran Red de Redes, que ese apodo se lo puso su padre cuando ella era una niña, al decirle que había nacido debajo de una col.

Cursó estudios hasta los diecisiete años en el colegio del Sagrado Corazón y, tras concluir el preuniversitario, se trasladó a París con el propósito de estudiar Civilización Francesa en la Universidad de la Sorbona. Pero su aventura parisina solo duraría un año.

A su regreso a Barcelona empezó a despertarse en ella la pasión por la fotografía, de la mano del pintor Paco Rebés, quien se convertiría en su mentor y maestro; además, los fotógrafos Oriol Maspons, Julio Ubiña, Francesc Catalá Roca y Xavier Miserachs también iniciaron a Colita en el mundo de la fotografía.

Conozcan que, al principio, y a pesar de sus innegables apoyos, Colita parecía no tener muy claro su futuro con cámara y lente en ristre. Sin embargo, fue cuando colaboró en la película Los Tarantos, de Francesc Rovira-Beleta y conoció a la bailadora Carmen Amaya, que su vida cambió completamente.

Con Amaya, apodada La Capitana, trabó una profunda amistad. Se apasionó por el flamenco, al punto de dejar Barcelona para trasladarse a Madrid. Allí tomaría las fotografías promocionales de dos grandes representantes de este arte: Micaela Flores Amaya, La Chunga, y Antonio Gades

El portal cubano Ecured recoge que viajó a Andalucía —la cuna del flamenco—, de cuyo viaje surgiría el libro Luces y sombras del flamenco, una legendaria obra en la cual Colita realiza un magnífico recorrido fotográfico por el universo del flamenco y de los gitanos, un mundo que la fascinaba.

Regresó a Barcelona con el fin del franquismo y colaboró con algunos medios como Fotogramas, Tele-Expres, Mundo Diario o Destino. También con la denominada Escuela de Barcelona, un movimiento cinematográfico catalán entre cuyos principales miembros se contaban Vicente Aranda, Jaime Camino o Jacinto Esteva. Era gran amante del séptimo arte, y contribuyó a la creación de un cine europeo de carácter más progresista.

Su primera exposición, titulada Evocació del Modernisme la realizó en el Colegio de Arquitectos de Barcelona, junto con otros artistas. También inició una colaboración con la discográfica Edigsa y el movimiento de la Nova Cançó, realizando carteles promocionales y de prensa para los artistas más famosos del momento como Núria Feliu, Joan Manuel Serrat o Guillermina Motta.

Especialistas en su obra refieren que se unió al movimiento de izquierdas Gauche Divine (Izquierda Divina), de cuyos principales representantes (tanto intelectuales como artistas) realizaría varios retratos, con los que organizó una gran exposición titulada La gauche qui rit (La izquierda que ríe) en la Sala Aixelà de Barcelona. La policía clausuró la muestra al día siguiente de su inauguración.

La editorial barcelonesa Tusquets lanzó una colección de libros titulada Serie Negra, en la que, gracias a su pasión por la novela policíaca y de misterio, pudo colaborar; un trabajo que compaginaba con su tarea como directora del Departamento de Fotografía de la revista Vindicación Feminista.

Amigos internautas, con el propósito de plasmar la vida cultural y social de la ciudad y documentar su evolución a lo largo de los años, Colita colaboró asimismo con las revistas Interviú, Cuadernos para el diálogo y Bocaccio, entre otras, dedicándose a fotografiar Barcelona y su área metropolitana.

Aquí les dejo una nota interesante: el mundo de los gitanos del Somorrostro, el barrio chino, Las Ramblas, la arquitectura modernista y las más diversas facetas de la Ciudad Condal de las décadas de los años sesenta y setenta —una ciudad bulliciosa que empezaba a abrirse al mundo—, fueron blanco del objetivo de su cámara fotográfica; ella supo captarla como nadie, con ávida mirada, y se han convertido en auténticas obras de arte que, aún en la actualidad, nos siguen cautivando.

Sepan, amables internautas, que la larga trayectoria de Colita fue colmada de premios y galardones, como fiel cronista de unas décadas que cambiarían para siempre la historia de España. Fue, además, una de las mayores representantes de la fotografía crítica española, acreedora del Premio Nacional de Fotografía, un galardón que rechazó a modo de protesta por la delicada situación que, según afirmaba, atravesaban la cultura y la educación de su país.

Una exposición en el edificio de La Pedrera, en Barcelona, llevaba por nombre Colita ¡perquè sí! (Colita ¡porque sí!), y en el cartel aparecía la fotógrafa acompañada de su inseparable cámara.

Colita fue nombrada maestra de la Cadena de Mestres FAD, la más alta distinción que otorga esta importante institución catalana dedicada al mundo de las artes y el diseño y, con motivo del aniversario 40 de la aprobación de la Constitución Española, se organizó en Madrid una gran exposición en el Senado y el Congreso de los Diputados titulada El poder del arte, en la que Colita expuso ¡40 fotografías! pertenecientes al fondo del Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía.

Curiosidades

• En realidad amables internautas, los bosques no son los principales productores de oxígeno de nuestro planeta, aunque los árboles juegan un papel fundamental en la producción de oxígeno; sino que son los océanos con el fitoplancton, que, gracias a su trabajo fotosintético, producen entre el ¡50 y el 85! por ciento del oxígeno que se libera cada año a la atmósfera.

• ¿Han leído Los miserables, del poeta, dramaturgo y novelista romántico francés Víctor Hugo (1802-1885)? Es un excelente libro en el que el autor dice: “Es en las noches de diciembre, cuando el termómetro está a cero, cuando más pensamos en el sol”, lo cual nos recuerda: si cuando tenemos algo, no lo valoramos, cuando lo perdemos, lo echamos de menos.

• Para imponer la dominancia y atraer a las hembras, los camellos machos tienen un órgano llamado doula en su cuello, un gran saco inflable que protruye de su boca cuando está en celo.

• Sepan los amables lectores que, a nivel local, además de disminuir la temperatura en un día caluroso, durante la noche las nubes son capaces de almacenar y emitir calor hacia la superficie terrestre. Son un gas de efecto invernadero muy eficiente, lo que permite que las noches nubladas sean más cálidas que aquellas con cielo despejado.

• Un viejo refrán reza: “Si a la abeja ves beber, muy pronto verás llover”. Así que, por estos días de verano intenso en esta bella isla, ¡atentos!