Celina, reina del punto cubano

Que no quepa duda alguna. Ese reinado honorífico se lo otorgó un jurado muy exigente: su pueblo. En varias ocasiones ella lo reiteró ante micrófonos y cámaras. Con la modestia que la caracterizó siempre, aseveraba que su popularidad se debía al hecho de haberle sido fiel a su origen campesino y a su pueblo.

Nunca lo imaginó la guajirita que profirió su primer llanto en el humilde caserío de La Luisa, localizado en la matancera y feraz zona de Jovellanos.

Pero la influencia le llegó muy de cerca, pues, al decir de los estudiosos de su vida, sus padres unían a dúo sus “voces muy bellas” interpretando tonadas campesinas. Y, por si fuera poco, dos hermanos —una hembra y un varón— hacían sonar las cuerdas de cuanto tres y laúd le caían a mano.

Celina González Zamora (1929-2015) vivió poco tiempo en su tierra natal, en pos de mejores horizontes parte hacia Santiago de Cuba. La futura reina del punto cubano “tenía de nacimiento, una voz muy clara, potente y rítmica”, según describe una publicación de la época. Se sabe que ella conoció a Reutilio Domínguez en la década de 1940, “un guitarrista espectacular y notable segunda voz”. El dueto quedó formado en 1947, Celina y Reutilio —que así lo llamaron— ganaron popularidad enseguida.

En torno a la diva campesina se ha tejido una leyenda que llega a nuestros días. La propia Celina contó en reiteradas ocasiones que una noche de 1948 se le apareció Santa Bárbara, sintetizada en la deidad africana y gran guerrero Changó “(...) asegurándole a ella un triunfo artístico total si le dedicaba un canto artístico de alabanza. Es así que compone el Canto a Santa Bárbara o ¡Qué viva Changó!”. Ella desde joven simpatizó con la religión afrocubana Regla de Ocha o Santería, y tuvo su santo de cabecera.

El salto a la capital cubana de uno y otra cantante y compositores se produjo debido a que el dúo fue conocido cuando actuaban en la emisora Cadena Oriental de Radio por el ya famoso Antonio, Ñico Saquito, quien les brindó todo su apoyo. A partir de ese momento, al dúo se le abrieron importantes puertas en la radio nacional, teatros, centros nocturnos y más tarde en la televisión cubana. ¡Que viva Changó!  y Yo soy el punto cubano alcanzaron pronto altos índices de popularidad.

En 1964, el ya sobresaliente dueto se separó y comenzó una etapa vital para Celina, como solista. Contó con el acompañamiento de las más sobresalientes agrupaciones de la época: Campo Alegre, Los Montunos, Los Pinares; y su presencia se hizo notar en el espacio Palmas y Cañas. Se conoce que a partir de 1981 formó dúo junto a su hijo Reutilio, con el propósito de rescatar el repertorio del antiguo formato.

La popular artista y cultora del folclor campesino viajó con su esposo a República Dominicana y Nueva York, y tomaron parte en las películas cubanas tituladas Rincón criollo y Bella la Salvaje. Fue reclamada en distintas partes del mundo. Así, su arte, genuino y popular, llegó hasta Colombia, Ecuador, Argentina, México, Islas Canarias, España, Estados Unidos, África e Inglaterra. Y cosechó aplausos en los mejores teatros y estadios.

En el libro titulado Celina González; una historia de amor, la escritora Mireya Reyes Fanjul relata aspectos de la unión de Celina con Reutilio en la vida y el arte, con quien tuvo cinco hijos.

Entre otros premios y galardones, la estelar Reina del punto cubano mereció el Premio de Honor (2001), el Nacional Fernando Ortiz (2001), uno Especial (2005), el de la Fundación Fernando Ortiz y la Gala dedicada en el Cuba Disco (2010)

Curiosidades

• El físico danés Niels Bohr (1885-1962) fue el autor de una Teoría sobre la estructura del átomo. Por ese y otros aportes a esa rama del conocimiento humano, mereció el Premio Nobel de Física en 1922.

• El pelo y las uñas de los seres humanos no detienen nunca sus respectivos crecimientos. Aún después de la muerte, continúan aumentando su tamaño.

• A lo mejor usted es una de esas personas a las que le cuesta trabajo conciliar el sueño. Si es así, les traslado una recomendación de los especialistas, quienes indican ponerse unas medias gruesas. Afirman los duchos en la materia que cuando los pies se calientan se cae más rápido en los brazos de Morfeo.

• Entronizar es poner en el trono. Sin embargo, en sentido figurado se emplea esa palabra para ensalzar, o celebrar mucho a alguien.

• Si usted es de esos furibundos amantes del Séptimo Arte, debe saber que fueron varias las películas que llevaron al pináculo de la fama al destacado actor Humphrey Bogart, pero las fundamentales fueron El halcón maltés, y la archifamosa Casablanca. Una y otra fueron llevadas al celuloide en los años 1941 y 1942, respectivamente.