Apuntes sobre la escultura avileña

La inserción escultórica resulta una interesante arista de la visibilidad artística avileña, la cual aparece registrada en las sistematizaciones de la obra científica Historia del arte avileño.

Cuando se atiende al período republicano, se demuestra cómo el emplazamiento escultórico estuvo estrechamente relacionado al acto conmemorativo; es decir, respondió a las acciones destinadas a perpetuar memorias de distinta índole.

En esos años, el comportamiento de la escultura estuvo condicionado por el desarrollo comercial alcanzado por la localidad; diferentes productos fueron importados desde los Estados Unidos de Norteamérica y Europa.

Consta, además, que, en la concreción de los proyectos escultóricos, desempeñaron un rol importantísimo las Casas Marmoleras, provenientes de Italia y España, a través de los contratistas relacionados con nuestro comercio.

Actualmente, en el histórico parque Martí de esta ciudad se concentra y exhibe una muestra de la creación escultórica republicana contentiva de exponentes representativos de las producciones artísticas, cuyas fechas de realización abarcan desde la década del veinte hasta la del cuarenta.

Se encuentran, entre estos monumentos, el de José Martí (1925) y del Doctor Roberto Martínez Reyes (1941). En nuestra localidad, fue la escultura exenta la que se manifestó de modo profuso y predominante; esta abarcó los repertorios religioso y funerario.

Precisamente en este último se da la mayor concentración de valores artísticos, a través del arte cementerial presente en los inmuebles —fundamentalmente en los 96 panteones— de la necrópolis fundacional de Ciego de Ávila (1911-1941).

parque

En el caso de la etapa revolucionaria, se apuntan aspectos correspondientes a una dirección cultural supeditada a la centralización política. Después de tantos intentos, emergen exponentes en el ámbito de la escultura.

Con la Revolución cambió la vida del cubano y, con ella, su expresión a través de las artes visuales; esto se manifestó de distintos modos y dimensiones a través de múltiples y atractivas personalidades artísticas, según fue transitando la vida revolucionaria. Se promovió, además, la posibilidad del acceso a la enseñanza artística de la mayoría, que, hasta ese momento, estuvo desvinculada del proceso artístico.

Para conmemorar el día de la caída en combate del General Antonio Maceo, el 7 de diciembre de 1959, desde horas tempranas de la mañana hasta la fría noche, con la amplia presencia del pueblo y dirigentes avileños, fue develado un busto en bronce con la imagen de Antonio Maceo, por el poeta manzanillero Manuel Navarro Luna, en el parque que lleva su nombre; Roberto León González, el entonces comisionado municipal de Ciego de Ávila, fue quien asumió tanto el encargo como la selección del proyecto definitivo, de entre otros prototipos presentados en maquetas en el entonces Ministerio de Obras Públicas, en la ciudad de La Habana.

La propuesta creada coincide con el criterio de selección del máximo responsable de su emplazamiento, porque la nueva imagen modela el carácter y personalidad del retratado. Esta escultura, además de perpetuar la imagen del Titán de Bronce y, de constituir una acción simbólica de continuidad en la intransigencia revolucionaria, se convirtió en la primera emplazada en la ciudad en este período.

El nuevo siglo no trajo aparejado a él una nueva escultura, pero sí la preocupación por el emplazamiento de las creaciones escultóricas avileñas en los espacios locales.

En Cayo Coco, entre noviembre y diciembre de 2004, se desarrolló ESMAR, evento de escultura convocado por el Consejo Provincial de las Artes Plásticas, con el auspicio del Ministerio de Turismo.

En Ciego de Ávila, los escultores que se encontraban en activo, por ejemplo, José Ramón Benítez Vieito y Nelson Torís Figueroa, experimentaban trabajos con el empleo de resinas; Maikel Mena Navarro necesitaba de la práctica escultórica, del patrocinio de su quehacer.

Más tarde, en agosto de 2006, convocado por el arquitecto Florencio Tornos Reyes; el Historiador de la Ciudad, Ángel Cabrera Sánchez; y la Comisión de Historia y Monumentos; el artista Nelson Torís Figueroa, unido al talentoso Darling Abstengo, dejaron su impronta a través de la ejecución de un mural cerámico en el Centro Histórico Urbano de la Ciudad. (1)

Este constituye una evocación …A los orígenes, o sea, una reproducción de un plano al Ciego de Ávila del siglo XIX, como elemento de rescate del entorno donde surgió el núcleo fundacional de Ciego de Ávila.

El mural se inauguró en marzo de 2007 en conmemoración del 130 Aniversario de la Municipalidad. Se trata de una rememoración en alto relieve, y al que se le añadió el siguiente dato histórico vinculado al sitio de su localización: “(...) en este lugar, confluencia de los antiguos caminos de Morón y Real o del Príncipe, se inició el proceso de urbanización de la ciudad de Ciego de Ávila.”(2)

Esta realización cerámica constituye una prueba de la identificación de los actuales avileños con sus predecesores, así como, también, los nexos y compromisos históricos y culturales de estos últimos con el futuro de la localidad.

La dirección provincial del Partido Comunista de Cuba, con Jorge Luis Tapia Fonseca, su primer secretario por entonces, al frente, potenció los proyectos de la Unidad de Diseño #2, perteneciente a la Empresa de Diseño e Ingeniería destinados a mejorar el aspecto de la ciudad.

Resultado de lo antes expuesto es el bulevar de la ciudad, cuya construcción abarcó el período 2008/2009, en el que se le brindó espacio a la escultura. En el mismo se encuentran las fuentes en mármol, de proyección moderna, con la autoría de los artistas José Ramón Benítez Vieito y Alfredo Martel Cárdenas (La Habana). Estas obras se hallan frente al restaurante El Colonial, y en uno de los extremos del parque del edificio de 12 plantas, respectivamente.

En el Parque de la Ciudad —ubicado al noreste y alrededor del lago artificial denominado La Turbina—, en el propósito de transformar una zona no urbanizada, se convirtió en un espacio de recreación y esparcimiento.

Allí se han emplazado esculturas logradas en el evento realizado en noviembre de 2009 destinado al reciclaje de chatarra en función de la creación escultórica. De los nueve participantes nacionales, solo Maikel Mena Navarro representó el quehacer avileño, quien donó dos obras ambientales de línea figurativa; estas son las interpretaciones de animales (un rinoceronte y un elefante).

Se encuentran en la nombrada Alameda de la Locución, las propuestas tridimensionales de Alcides M. Rivera Hernández (de Matanzas) y Félix Javier García López, escultor y artesano, artista de la filial avileña de la Asociación Cubana de Artesanos Artistas, respectivamente. En este tramo de la ciudad se presentan lo conmemorativo —sobre la trayectoria avileña en el ámbito de la locución—, así como lo contemplativo en la proyección escultórica.

De forma general, se puede plantear que, tanto las esculturas monumentales como las ambientales han contribuido no solo a la inclusión de esta manifestación como recurso artístico ideal para perpetuar la memoria de nuestras personalidades, sino, además, para el enriquecimiento ambiental de diferentes aristas de la ciudad.

Otras creaciones escultóricas conceden distinción artística, tanto a espacios exteriores como interiores, en nuestra ciudad. Artífices provenientes del pasado siglo, y noveles, insisten en que la vida cotidiana sea circundada por la belleza escultórica.

Si bien cada período histórico, de una manera u otra, aporta a la historia del arte avileño; es importante seguir convocando al escultor y su obra.

Decisores, gestores culturales e historiadores, somos responsables en contribuir no solo a la posibilidad de escribir e historiar, sino también evitar inadecuadas realizaciones en tres dimensiones; o sea, garantizar su proyección futura sobre la base de sus exigencias como manifestación artística.

Es imprescindible atender los deterioros, mutilaciones y profanaciones desde dinámicas de la cultura ciudadana.

Somos responsables, además, de fungir como celosos guardianes de la escultura, patrimonio cultural de la localidad; entonces, hagámosla digna de la apreciación y del disfrute en las generaciones venideras.

REFERENCIAS

1Los datos históricos relacionados con la creación de este mural fueron facilitados por Ángel Cabrera Sánchez, Historiador de la Ciudad de Ciego de Ávila.

2Texto incorporado a la composición artística del mencionado mural cerámico.

*Historiadora del arte e investigadora cultural.