Ni silencio ni impunidad
Foto: Michel Guerra
Organismos e instituciones cubanas trabajan en el enfrentamiento y prevención de la violencia de género, para que ante un hecho de agresión los culpables no salgan ilesos
Ahora la llaman la marcada, por los queloides que tiene en el rostro y en el cuello, a consecuencia de unas heridas cosidas de prisa. Poco queda de su belleza natural, aquella que le valió para ser reina de carnaval en su pueblito de origen, ni del carácter alegre y sonriente que despertaba las simpatías de quienes la conocían.
Ana pensó que lo tenía todo, hasta el amor y un matrimonio feliz, pero los celos enfermizos de su pareja pronto le convirtieron la vida en un infierno. Sobrevivió a las cuatro puñaladas que él le dio un día bajo los efectos del alcohol, pero nunca pudo volver a sonreír igual.
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A pesar de la edad, pasados los 60, las curvas de su cuerpo denotan la hermosa mujer que fue en su juventud, pero llama la atención que aun en los meses más calurosos, las pocas veces que sale a la calle, lo hace vestida de mangas largas y cuello de tortuga.
En su cuerpo lleva las cicatrices de las 30 cuchilladas que le propinó su expareja, al saber, tiempo después de separados, que ella había iniciado una nueva relación. Gertrudis no se explica cómo resistió el shock hipovolémico ni los días en la terapia intensiva, pero evita desde entonces que alguna persona indiscreta le pregunte y la haga recordar aquella horrible experiencia.
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Ana y Gertrudis podrían considerarse afortunadas, a pesar de todo, porque sobrevivieron al horror y no engrosaron la cifra de femicidios, sin embargo, nadie es capaz de medir en términos sicológicos los daños que recibieron y las secuelas que arrastrarán de por vida. A pesar del tiempo transcurrido, hechos similares continúan repitiéndose en Cuba, año tras año, aunque no sean visibilizados en los medios de prensa.
Cuando datos no oficiales hablan de medio centenar de asesinatos de mujeres en el país en lo que va de 2023, la provincia de Ciego de Ávila tiene contabilizados cinco casos, según la Federación de Mujeres Cubanas (FMC) en el territorio.
Mas, sin llegar a acontecimientos fatales, la violencia de género se muestra de disímiles formas en el entorno femenino y decenas de mujeres son víctimas de este flagelo diariamente, muchas veces sin tener plena conciencia de ello. El acoso, menosprecio, ridiculización o exceso de control son expresiones de machismo presentes, no solo en las relaciones de pareja, sino también en el ámbito laboral.
Más allá de estadísticas que precisen las zonas más propensas a protagonizar tales hechos, las edades de las víctimas y sus victimarios, o los contextos que motivan estos sucesos —para identificar las causas culturales y estructurales y diseñar estrategias efectivas contra ellos—, es preciso encontrar, con carácter urgente, mecanismos eficaces de prevención, atención y enfrentamiento.
Es en esta dirección que, durante el presente año, se han dado pasos en el país, como el encuentro regional Voces de mujeres por la no violencia, efectuado en Santa Clara, en el mes de abril pasado, con la participación de unas 300 féminas en representación de las provincias de Ciego de Ávila, Sancti Spíritus, Cienfuegos y Villa Clara.
Allí el Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista y Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, subrayó que “tenemos que ir construyendo, entre todos, una cultura, una manera de hacer que nos permita prevenir y evitar que cualquier mujer pueda llegar a esa situación, y sobre todo cómo vamos resolviendo lo que está acumulado en nuestra sociedad”.
El tema también fue analizado en el pleno nacional de la FMC, en el mes de junio, el cual significó la necesidad de contar con una Línea de Ayuda única para atender los casos de violencia y estableció como prioridad la implementación de la Estrategia integral para la prevención a la violencia de género y en el escenario familiar.
• Descargue aquí la Estrategia integral para la prevención a la violencia de género y en el escenario familiar
En consonancia con estos objetivos, uno de los primeros pasos dados en la provincia avileña fue la creación de un grupo multifactorial, liderado por la organización femenina, que involucra, además, a fiscales, sicólogos del Centro de Educación para la Salud, la Policía Nacional Revolucionaria, Educación y trabajadores sociales, entre otros.
Adriana Verano Fuentes, especialista en prevención en la dirección provincial de la FMC, explica a Invasor que han desarrollado los talleres “Voces de mujeres por la no violencia de género” en comunidades y barrios vulnerables proclives a estas manifestaciones, centros de trabajo y escuelas de las diferentes enseñanzas, y han contribuido a visualizar las diversas expresiones de actitudes patriarcales y sexistas.
Voces por Familias libres de violencia, en Ciego de Ávila. Mucho trabajo educativo nos queda, con las mujeres y las familias, en las Escuelas y las comunidades, la violencia daña tanto a quién la recibe como a quien la ejerce. Tod@s podemos prevenirla.#toleranciacero @FMC_Cuba pic.twitter.com/kQfiPrvh0M
— @SecGFMC (@TeresaBoue) May 20, 2023
En lo que va de año, dice, se efectuaron 124 de esos encuentros en comunidades, con la participación de 1957 personas y 114 en centros laborales con más de 4000 asistentes.
La organización femenina funge como organizadora de estos intercambios, para los cuales ha contado con el apoyo de cerca de 200 colaboradores de otros organismos como Educación para la Salud, la Fiscalía y el Sistema de Atención a Menores, entre otros.
“Cuando apreciamos una señal de alarma, ofrecemos una atención personalizada y apoyamos con la intervención de los sicólogos, porque en muchas ocasiones el miedo no les permite denunciar al agresor”, precisa Adriana, quien insiste en la necesidad de divulgar las vías para solicitar ayuda.
• ¿Por qué las víctimas no piden ayuda?
“Es muy favorable el resultado hasta ahora, pues es evidente el desconocimiento de las leyes e instituciones que protegen a las mujeres de la violencia y vemos la reacción de personas vulneradas cuando se les explica”.
Hoy existen opciones como la Línea Ayuda, las Casas de Orientación a las Familias, las unidades de la Policía Nacional Revolucionaria y las Oficinas de la Fiscalía General de la República en todos los municipios, a donde acudir a denunciar un acto de violencia.
Están, además, las normativas concretas sobre los derechos, deberes y garantías, contenidas en la Constitución de la República de Cuba y en el Código de las Familias, que recoge, específicamente lo relacionado con la discriminación y la violencia en el ámbito familiar.
Por su parte, el Código Penal, Ley 151 del primero de diciembre de 2022, contempla en 33 artículos las sanciones que pueden aplicársele a quien incurra en este tipo de delitos.
No obstante, dirigentes femeninas en el territorio coinciden en que nunca será suficiente lo hecho en aras de potenciar la prevención, con la visibilización de los conflictos y el desmontaje de las circunstancias que lo permiten, para no llegar a las agresiones, ya sean solapadas o explícitas.
Odelsys Valcárcel, secretaria general de la FMC en Ciego de Ávila, reconocía recientemente en una entrevista a la Agencia Cubana de Noticias la necesidad de contar en cada unidad de la PNR con personal preparado para atender a quienes van a denunciar un acto de violencia, pues en no pocas ocasiones no encuentran el respaldo que merecen.
Asimismo, precisaba la urgencia de tener un centro de acogida y atención a las féminas víctimas de todo tipo de agresión hasta que se determine su situación legal.
Coincidían en este enfoque las autoras del artículo Algunos apuntes sobre la violencia de género en la legislación penal cubana, Arlín Pérez Duharte y Tania De Armas Fonticoba, Doctoras en Ciencias Jurídicas y Profesoras Titulares de Derecho Penal, de la Facultad de Derecho de la Universidad de La Habana.
• Algunos apuntes sobre la violencia de género en la legislación penal cubana (Parte I)
• Algunos apuntes sobre la violencia de género en la legislación penal cubana (Parte II)
En la segunda parte del texto afirman: “cuando estos delitos en los que se expresa la violencia de género son conocidos por las autoridades y procesados por el sistema de justicia penal, significa que los resortes educativos, preventivos y de protección han fracasado, por lo que estas acciones deben potenciarse, para que el Derecho penal siga siendo la rama del ordenamiento jurídico a la cual se acuda en última instancia.
“(…) el camino es más complejo que la existencia de buenas leyes y de buenos seres humanos para interpretarlas y aplicarlas; pues pasa por la construcción de una nueva cultura de derechos, respeto y paz, armazón del sueño de un Derecho mejor”.
Cierto es que, a pesar del camino recorrido, más allá de políticas y proyecciones, hay que insistir en la capacitación del personal que labora en sectores determinantes como educación, salud, la policía, los juristas y comunicadores, así como en la educación integral desde las edades tempranas, para combatir estereotipos de género.
Ir a la raíz y cambiar los gérmenes de una cultura patriarcal no es cosa de un día, pero si imprescindible para salvar la esencia de lo que somos, porque, como afirmó el Presidente de la República:
“No hay motivo que pueda explicar un acto de violencia contra quienes nos dan la vida y nos dan las primeras lecciones sobre qué es el amor. Esa es la convicción de la cual nosotros tenemos que partir para avanzar en el tratamiento de este tema”.