Aunque los sábados suelen ser bastante animados en el Parque Martí, de Ciego de Ávila, al menos para un segmento bien definido de público, mayoritariamente infanto-juvenil, este 1ro. de septiembre tuvo la particularidad de concentrar a numerosas personas, atraídas por actividades que marcan el cierre del verano 2018 en el territorio.
Opciones como las del proyecto Tejiendo un sueño, perteneciente a la Casa de la Cultura; las ocurrencias de la payasita Cascabelina; venta de helados, refresco y otros productos; o la posibilidad de emplear sanamente el tiempo libre mediante juegos tan populares como el "futbolito", o no tan conocidos como el de "dieciséis cruzados", el "tríquiti" o las "tarjetas de adivinación"; despertaron interés, al menos entre quienes acudieron, por sabatina costumbre, a ese céntrico lugar, o pasaron por allí, desde temprano en la mañana.
La intención de la comisión encargada de organizar las actividades durante julio y agosto, fue, sin duda, cerrar por todo lo alto y hacer estallar de gozo el parque y sus alrededores.
Niñas del proyecto tejiendo un sueño mostraron sus aptitudes artísticas
Amén de quienes lo lograron, el resultado general debe haber quedado por debajo de tales expectativas y no creo que solo por razones imputables a quienes cargaron con audio, música, productos comestibles e implementos deportivos o de esparcimiento… sino porque una vez más debe haber cancaneado la imprescindible promoción o convocatoria.
De otro modo, por lo menos durante la mañana, la concurrencia hubiera sido mayor, tal y como también debió ocurrir varias semanas atrás, durante la arrancada de la etapa estival, allá en el Parque de la Ciudad.
Sirva, pues, de pauta esa realidad tanto para quienes preparen el próximo verano, dentro de diez meses, como para todo lo que se haga a lo largo del calendario con el propósito de atraer, entretener y recrear a la población, en particular a nuestros niños, adolescentes y jóvenes.
Unos juegan, otros conversan… así es el verano
Es una lástima que áreas como esta se quedaran esperando por la algarabía de los niños
Un helado siempre viene bien