Luego de ciertos avances en los trabajos de supresión de salideros en las redes hidráulicas de la ciudad de Ciego de Ávila, la Empresa de Acueducto y Alcantarillado anuncia la adopción de un nuevo esquema de distribución de agua a las viviendas y entidades integradas al sistema de abasto.
A pesar de contar con el suficiente recurso, hasta la fecha había sitios que recibían la prestación cada tres o cuatro días y, a partir de ahora, hay programado un suministro en días alternos.
Según lo planificado, en las fechas impares se le ofrecerá el servicio a las áreas de los repartos Rivas Fraga, Vista Hermosa, Indalecio Montejo y el Microdistrito C; y durante las jornadas pares lo recibirán Lugones, Canaleta, Vista Alegre y el Centro de la Ciudad.
El suministro se realizará a razón de una media de ocho horas, que se concretará en dependencia de la ubicación del cliente sobre el terreno, pues en los lugares más bajos el agua permanece por más tiempo en las tuberías.
“Para atenuar tales diferencias, hemos dispuesto un régimen determinado para abrir y cerrar las grandes válvulas. Eso lo tenemos probado”, precisa Guillermo Núñez Trujillo, director de Operaciones de la Empresa de Acueducto.
A lo largo de 2018, en la cabecera avileña, fueron eliminadas 2 667 fugas de agua, a partir de las cuales 239 quedaron pendientes de solución. “¿Qué hemos hecho en lo que va de este año?, se cuestiona el directivo. Primero, los estudiantes de la facultad de Hidráulica, de la Universidad de Ciego de Ávila Máximo Gómez Báez, realizaron un exhaustivo levantamiento sobre la situación real del problema, barrio por barrio; y, después, empleamos las brigadas de operarios de diferentes municipios, incluidas las de Baraguá, Venezuela, Majagua y Ciego de Ávila.
“Hoy, que sepamos, nos quedan por resolver 175 salideros; aunque por el deterioro de las redes se sucede que los suprimimos en un lugar y salen en otros. Digamos que solo en la calle Fernando Callejas, en el área sur, resolvimos casi 200 fugas, equivalentes al bombeo de unos 10 litros por segundo y, allí, ya se ve un hilo de agua por los badenes.”
El manto freático mantiene un volumen suficiente, distante de los momentos críticos de la intensa sequía que se extendió de 2014 a 2017, aun cuando estamos casi al final del período poco lluvioso. En la actualidad, desde las fuentes se están bombeando hacia la ciudad 660 litros por segundo, 300 por el norte y 360 por el sur; lo preocupante es que casi la mitad de lo extraído del subsuelo no llega a las plumas de los usuarios (la eficiencia calculada del sistema de abasto es de solo el 53 por ciento).