Cristianos de toda Cuba agradecen visita a Ciego de Ávila

Instituciones, organismos y entidades sociales de la provincia de Ciego de Ávila vuelven a abrir espacio para el contacto  que con la realidad cubana continúan buscando y agradeciendo personas, mayoritariamente jóvenes cristianos de las diferentes zonas del país.

Siguiendo la tendencia de años anteriores, alrededor de un centenar de hombres, mujeres, jóvenes y niños, vinculados a distintas denominaciones cristianas, e integrados en la Brigada ecuménica de trabajo voluntario Frank País, han llegado al territorio, para, desde el norteño municipio de Morón, ofrecer aporte en obras e instalaciones sociales, sobre todo de los sectores educacional y de la cultura.

A la par de la huella que han dejado en la creación de condiciones con vistas al venidero curso escolar, los miembros de la referida brigada acaban de participar en una jornada productiva de siembra de caña, en áreas que tributan la gramínea para el central Ciro Redondo, del municipio homónimo.

En el contexto de las labores, varios de ellos agradecieron la posibilidad de trabajar, codo a codo, e intercambiar, con jóvenes avileños que por estos días también realizan labores socialmente útiles, al tiempo que se recrean, de acuerdo con el programa que ha preparado la Unión de Jóvenes Comunistas en sus campamentos de verano.

Hombre con cañaEs la primera vez que Jorge Hysber realiza este trabajo… y lo agradece“Esta jornada de labor ha sido una verdadera bendición para mí —afirma Jorge Hysber Varela, procedente de Guáimaro—, porque había quienes dudaban que tanto yo, como otras personas con discapacidades en la visión, pudiéramos sembrar caña, y lo hemos hecho bien, en la medida de nuestras posibilidades, con la misma voluntad y satisfacción que he sentido al ayudar en la cocina-comedor de la villa donde estamos alojados, allá en la Escuela Pedagógica Rafael Morales, de Morón.

“Estas horas aquí han sido como una prolongación del trabajo itinerante que suelo hacer en mi ministerio, para animar a otros ciudadanos con limitaciones y motivarlos a que se incorporen a actividades útiles para ellos, para su familia y para la sociedad.”

También Rosa Yanelis Castellanos Leyet, estudiante de medicina en Santiago de Cuba, opina que regresará satisfecha a su provincia después de esta, su segunda visita a Ciego de Ávila como miembro de la Brigada.

“En la ocasión anterior ayudamos a damnificados por el huracán Irma en la zona de Punta Alegre y fue una experiencia inolvidable. Ahora me llevaré recuerdos igualmente imborrables, incluida esta siembra de caña, junto a jóvenes militantes, o no, de la UJC.”

Y, en efecto, compartiendo surco, estibas de gramínea, sol, sudor, merienda, canciones y puntos de vista, hay muchachos y muchachas como Ángel Alberto Álvarez Curbelo, profesor de secundaria básica en Florencia; Lianet Zurita Velásquez, alumna de Bioanálisis Clínico, o Marielys Pérez Alfonso, estudiante de Nutrición, quienes también tendrán cosas nuevas que contar en casa y en el radio de acción juvenil donde cotidianamente interactúan.

Además de ensanchar y fortalecer el diálogo cordial y profundo entre denominaciones ecuménicas y el Estado cubano, la Brigada Frank País, que este año celebra su aniversario 45, ha devenido forma concreta de homenaje a ese mártir: creyente, revolucionario y paradigma para la juventud cubana.