“Para que todo esté limpio”

En la ciudad de Ciego de Ávila casi no hay día del año en el que Bernardo Quintana Sarría deje de ir al encuentro de su centro de trabajo: el parque Salvador Allende.

Por estos días en que la lluvia hace acto de presencia, de vez en vez, en la ciudad de Ciego de Ávila, el color rojo constituye para él un verdadero azote, tanto que desde muy temprano en la mañana lidia con él, para tratar de borrarlo de la superficie que, a pesar de conocer a la perfección, no deja de ser por ello menos fatigosa a la hora de limpiarla.

Y es que ese es el tono que tienen las flores de los dos frondosos flamboyanes que, cual fieles centinelas, se empinan altaneros en el parque Salvador Allende, de la capital provincial. En los próximos cinco o seis meses, estos botones también caerán sobre el suelo durante la mayor parte del día.

Tres años lleva allí Bernardo Quintana Sarría como barrendero. “Comienzo a las 7:00 de la mañana. Ahora, con la situación existente por la COVID-19, trabajo corrido hasta la 1:00 o 2:00 de la tarde. Los domingos solo laboro por la mañana”.

Le pregunto si siente temor ante la presencia del nuevo coronavirus. Su respuesta es rápida: “Miedo no tengo ante la pandemia, pero sí la respeto. Siempre me protejo con el nasobuco, uso guantes, gorra y botas de goma”.

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Este hombre de 53 años sigue la misma rutina cada jornada: “barro el parque, si hace falta también chapeo y podo los ruedos para que las matas sembradas allí y la hierba no sobresalgan. Cuando llueve, comienzo más tarde, porque tengo que esperar que las flores se sequen y puedan ser despegadas del piso”.

Bernardo asegura que le gusta ver el parque limpio y reconoce que le tomó su tiempo conocerlo bien: “es una faena que da su trabajo, pero ya estoy adaptado y me siento que estoy aportando mi granito de arena para que todo aquí esté limpio”.

Agradece el apoyo brindado por los vecinos que lo conocen, le brindan agua cuando lo necesita, aprecian y respetan la labor que acomete desde cada amanecer.

Por estas jornadas también este parque fue objeto de labores de conservación que lo hacen parecer bonito como el primer día. Bernardo continúa logrando, desde su callado y vital quehacer, que reluzca de tanta limpieza.

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