Si algo demuestra el contacto de cada semana, en la sede de la Asamblea Provincial del Poder Popular en Ciego de Ávila, para examinar la marcha del verano y adoptar decisiones, es que no se le puede quitar el oído al estado de opinión popular.
Más de 600 criterios demuestran que en ninguno de los 10 municipios la población permanece indiferente a lo que acontece en torno al programa que las comisiones territoriales no conformaron por la formal razón de “cumplir” una indicación, y mucho menos para ser incumplido después.
Es obvio que las marcadas y sucesivas rebajas de combustible introducen “ruidos”. Lo que no parece muy sensato es que, mientras unos buscan alternativas, otros aguarden tranquilamente por una solución desde arriba, o actúen con lentitud.
Contrasta, por ejemplo, que pobladores de Tamarindo, en Florencia, agradezcan la actividad realizada en el parque infantil de allí, vaya usted a saber con cuánto esfuerzo y gestiones, mientras desde Morón claman por más espacios de música grabada o porque se rescate la noche moronera.
Por recurrente, aflora otro ejemplo: el precio de los alimentos en áreas e instalaciones recreativas. Aun cuando la gente siempre va a desearlos del modo más barato posible, no puede ser casual que en casi todos los municipios emerja esa preocupación.
El caso de El agroquímico, en Ciro Redondo, es convincente. No fue una sola voz la que emitió preocupación con los precios en esa instalación, sujeta a servicio arrendado. Tras un examen, afloraron variantes a favor de quienes allí acuden, no todos con igual poder adquisitivo. ¿Entonces, se puede o no?
Por cierto, mucho ojo con ese asunto. No olvidemos que el Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros de la República de Cuba ha insistido en ser enérgicos e implacables frente a quienes, en el ámbito estatal o privado, intenten elevar precios, de forma arbitraria, en detrimento de la población, cuando la tendencia debe ser en sentido totalmente contrario.
Otro lugar desde el cual, no por gusto, subieron ecos de inconformidad, fue Bolivia, cuya principal piscina, la del complejo gastronómico y recreativo situado en la cabecera municipal y visitado por avileños, camagüeyanos y hasta espirituanos, se vio afectada por consideraciones de Salud, resueltas, también, luego de ser colocados los puntos sobre las íes.
Tres semanas después, en fin, bien pueden ser moralejas del verano la invitación a abrir todo el tiempo oídos, no dejar para mañana lo que puedas hacer hoy, y no esperar a que otro haga lo que a ti corresponde.
Quizás esos tres consejos condensen el zumo de lo que alguien preguntó: ¿Será lógico enterarse, por una reunión u otra vía indirecta, de lo que in situ debieran detectar y conocer los responsables del verano en cada lugar? No lo creo.