No es quimera la feria que necesita Ciego de Ávila

Ciego de Ávila pretende disponer de una feria de productos industriales y alimenticios acorde con las necesidades de su población, pero por más que se ha trabajado en los últimos años, las carencias siguen presentes.

Para las máximas autoridades de la Asamblea Provincial del Poder Popular  este dilema precisa una revisión de las potencialidades del terruño, de manera que los surtidos se incrementen y se haga más fácil la solución de las necesidades de cada familia.

Así se hizo este martes en áreas del centro recreativo Esteban López, en el extremo oeste de la capital avileña, a donde acudieron representantes de la mayoría de las entidades locales relacionadas con la elaboración de comestibles.

La idea de ese encuentro fue expuesta por Raúl Pérez Carmenate, presidente del citado Órgano de Gobierno, quien convocó a la valoración colectiva de las potencialidades para ganar en estabilidad, calidad y presencia de las mercancías a venderse en ferias y mercados.

“Tenemos ventas en la feria de Ciego de Ávila entre el martes y el domingo, pero la realidad demuestra que ha habido escasez”, afirmó el dirigente. Expresó la urgencia, además, de una estrategia dirigida a incrementar los surtidos y alternativas aseguradoras de recursos, que dependen de financiamiento, los cuales pueden ser generados en el territorio a partir del apoyo de organismos centrales del Estado.

Representación de la Industria AlimentariaA la industria Alimentaria le toca una gran responsabilidad: surtidos de mucha aceptación que sus trabajadores pueden hacer. Con esa labor coordinada, la provincia tiene posibilidades de ofertar alimentos en porciones más pequeñas, adecuada presentación y el empleo de recursos que han estado ausentes por mucho tiempo de las redes comerciales como envases de diversos materiales, destinados a la conservación y mejor manipulación de los alimentos.

Esta concepción de trabajo, todavía muy distante de satisfacer las necesidades, deviene intento clave con el fin de dar facilidades a la población a la hora de comprar sus alimentos y sienta las bases con miras al incremento de las ofertas comerciales, deprimidas por muchos años, pero obligadas a una transformación que redunde en calidad de vida.