Ciego de Ávila intensifica la lucha antivectorial en todos sus municipios, con énfasis en los de Baraguá, Ciro Redondo, Venezuela, Chambas, Majagua y el cabecera provincial, en los que más zumbidos hace el mosquito del género Aedes aegypti hasta el momento.
Yoel Sifonte Bello, director de Higiene, Epidemiología y Microbiología en el territorio, informó a la ACN que Ciego de Ávila continúa extendiendo las acciones de vigilancia y lucha antivectorial ante las condiciones ambientales actuales —calor, lluvia, humedad—, que propician indicadores epidemiológicos complejos.
En el municipio de Majagua, por ejemplo, el índice de focalidad se acrecentó en el mes de julio, por lo que allí las autoridades sanitarias locales, de conjunto con la dirección del sector en el territorio y voluntarios de diferentes organismos, adoptarán medidas para incrementar el control de los vectores.
Se suma una fuerte campaña de promoción y prevención por todo el suroeste avileño, así como también el sistemático e integral funcionamiento del Centro de Aislamiento y Vigilancia Epidemiológica en la escuela especial Capitán San Luis, en el poblado majagüense de Guayacanes, apto para asistir a los pacientes con síntomas febriles inespecíficos.
Idalmis Prieto González, directora de ese centro de aislamiento, dijo que en tiempo récord se crearon las condiciones para la apertura del lugar y, desde ese entonces, ha funcionado las 24 horas y con el apoyo incondicional de los propios trabajadores de la escuela.
Moisés Olazabal Quintero, jefe del departamento de Higiene y Epidemiología en la dirección municipal de Salud en Majagua, se refirió a la focalidad que ha tenido el municipio desde los primeros meses del año en curso, lo que se ha hecho visible mayormente en las viviendas, cuestión esta que ratifica la poca percepción de riesgo que sigue teniendo la población.
No obstante, el accionar de todos los involucrados y comprometidos ante esta situación epidemiológica permite lograr hoy una tendencia al control, añadió.
Ana María Simón Álvarez, jefa del departamento de vigilancia, indicó que los casos febriles han disminuido considerablemente y la reactividad comenzó también a reducirse; sin embargo, esos indicadores no son para confiarse.
Hay que efectuar el tratamiento focal y adulticida en viviendas, con una frecuencia de 7 a 11 días en aquellas áreas que presentan transmisión activa de dengue o vigilancia epidemiológica, cuya periodicidad normal es de 22, y realizar jornadas de saneamiento ambiental.
Es importante, además, elevar la percepción de riesgo en la población, impedir que un febril inespecífico se quede en casa, evitar ingresos en fase tardía, perfeccionar la labor de los operarios, con universos fijos, vinculando al consultorio del Médico de la Familia como un equipo básico integrado, certificar los focos de mosquitos y solucionarlos con lucha antivectorial, y movilizar a personas comprometidas, que actúen a conciencia en las pesquisas.
Carlos Luis Garrido Pérez, primer secretario del Partido en la provincia, en reciente sesión de la Asamblea Provincial del Poder Popular en Ciego de Ávila convocó a las entidades y a la población a redoblar las acciones respecto a la higiene comunal y a evitar la proliferación del mosquito, que complica el cuadro epidemiológico y origina una fuga de parte del presupuesto que pudiera emplearse para otros beneficios.
Osvaldo Iváñez González, director de Salud en el territorio, enfatizó en otras entrevistas que solo podrá cortarse la trasmisión con la eliminación del mosquito y el ingreso de los casos febriles en los Centros de Aislamiento y Vigilancia Epidemiológica habilitados, con uno en cada municipio avileño.
También Ciego de Ávila se sumó a la realización de audiencias sanitarias sobre arbovirosis, con una efectuada recientemente en la zona 36 del Consejo Popular Indalecio Montejo, de la ciudad cabecera, junto al Secretariado Provincial de los Comités de Defensa de la Revolución (CDR), donde que se convocó a la responsabilidad y respondió a las inquietudes de la población.
En ese propósito es importante reiterar que las irregularidades con la recogida de desechos sólidos y la proliferación de salideros en la geografía avileña son aspectos que dificultan la estabilidad epidemiológica.
El reto también es garantizar que las personas en sus casas tapen los tanques, no boten el abate, no permanezcan con fiebre en las viviendas o se marchen de los hospitales, además de controlar el trabajo de los operarios de vectores y el cumplimiento de las indicaciones, pues se conoce que estos, en ocasiones, no realizan las acciones de un modo adecuado.