Las sonrisas como premio

Yordania Blanco Ruiz obtuvo el Premio Anual de Salud 2023 en el apartado de tesis de maestría. Para conversar con ella tuvimos que interrumpirla en su trabajo, porque tiempo, lo que se dice tiempo, no le sobra

Comprimidas en Yordania hay tres Yordanias. La primera es la que egresó como estomatóloga general de la Universidad de Ciencias Médicas en Camagüey en 2002, cumplió misión internacionalista en Venezuela, y se especializó en Ortodoncia. Actualmente atiende como promedio más de 10 pacientes, día tras día, en la Clínica Estomatológica Docente Doctor Luis Páez Alfonso, en la ciudad de Ciego de Ávila.

La segunda se ha volcado por completo en los últimos años a la docencia y la investigación. Su tesis de maestría sobre Escala de riesgo de los caninos maxilares, en la Universidad de Ciencias Médicas de Villa Clara, le costó viajes semanales de más de 150 kilómetros, a como diera lugar.

Todo ese el sacrificio, las idas y las vueltas, los desvelos, las tensiones, fueron retribuidas hace muy poco con el Premio Anual de Salud 2023 en la categoría en que concursan los estudios de postgrados en Cuba.

yordania

Yordania, la última Yordania, de 43 años, es la que seguía con frecuencia a los Tigres de Ciego de Ávila, iba muy seguido al estadio y colgaba las fotos que se tomaba allí en su muro de Facebook. Es la Yordania que a veces se daba el lujo de hacer maratón de series o leía para distraerse. Es la que todavía busca espacios para compartir con la familia y las amistades en el “cachito” de tiempo que le arranca a los días. Las verdades que las otras dos Yordanias están por devorar toda a esta Yordania.

Pactamos la entrevista para las 11:00 de la mañana del miércoles, la hora y el día en que más tiempo creyó que tendría. La foto quedó para el día siguiente, en otro escenario. Después de las 11:30 no ha empezado a responder preguntas porque, lo confesará luego, “este ha sido un día atípico”.

Quien me guía hasta su consulta la llama la “doctorsísima” y otra especialista en la clínica se refiere a ella como “lo mejor que tenemos aquí”, cuando sabe que desde el periódico Invasor han venido en busca de sus declaraciones.

Colgó la bata blanca y viste un jean azul con una blusa de rayas horizontales de variados colores; pero no deja de dar orientaciones relacionadas con lo que debiera hacer ahora en la consulta o continuará una vez termine el diálogo.

Yordania Blanco Ruiz está en la oficina de la jefa de Departamento; aunque, en realidad, parece un set preparado para ella. En el buró, entre otras decoraciones, resaltan un rectángulo de cristal con una foto incrustada donde aparece junto a sus profesores de Villa Clara y una jarra blanca donde se lee, en letras azules: Premio Anual de Salud 2023. A su izquierda, encima de una mesita, hay unos 20 libros de la carrera y arriba de estos sobresale un manual sobre cómo hacer una tesis.

• Su producción científica es abundante. Aquí una muestra:

Retención de caninos permanentes como problemática en la población infanto-juvenil

Labio y paladar fisurados ¿Puede evitarse esta malformación congénita?

Hoy estuvo enfrascada, junto a especialistas maxilofaciales, en el tratamiento ortoquirúrgico de una paciente que sufrió retención de los caninos maxilares, pero aún es posible alinearlos dentro de su arcada dentaria. La función más específica de Yordania fue cimentarle los botones, que se emplean en pos de acelerar los movimientos de rotación de los dientes, para ejercer presión en la dirección adecuada.

—¿Cuál fue la génesis del proyecto de tesis de maestría?

—En 2011 regreso de la misión internacionalista. Me traslado de mi municipio de origen, Primero de Enero, a Ciego de Ávila, y me incorporo a trabajar en la Escuela Primaria Roberto Rivas Fraga. Ahí surge, del contacto con los niños, tal vez, el interés de estudiar la especialidad en Ortodoncia.

“Los profesores de la clínica, José León y Orlando, fueron el impulso final. Cursé la especialidad entre 2015 y 2018. Entonces, luego, la Universidad de Ciencias Médicas de Villa Clara lanzó la convocatoria de la maestría Odontoestomatología Infanto-juvenil para territorios del centro del país e inició todo el proceso”.

—¿Qué se plantea la investigación y cuál puede ser su funcionalidad?

—El diagnóstico de retención de los caninos maxilares casi siempre se hace tardío, porque el paciente y sus familiares no se preocuparon, o porque la Atención Primaria lo detectó y lo remitió a destiempo. Es alta la incidencia de pacientes con esa maloclusión específica que acuden al segundo nivel. Esa fue una de las causas principales que nos llevó a investigar.

“Los autores establecen el brote de estos dientes a los 10 u 11 años. Cuando se observa un retraso, constituye una preocupación. Muchas veces sucede que no emerge o que todavía el paciente posee el diente temporal en la cavidad bucal a edades avanzadas y, por supuesto, conlleva incluso cirugías.

“Mediante el proyecto determinamos variables, diferentes factores de riesgo: la pérdida prematura por caries, por ejemplo, del diente primario, y cierre del espacio donde ha de emerger el canino maxilar. Determinados hábitos, como la succión (chuparse el dedo) o la respiración bucal en niños asmáticos o con otras enfermedades nasorespiratorias, provocan estrechez en la cavidad bucal.

“Es importante divulgar las consecuencias de la retención. Conocemos de pacientes que a los 15 y 16 años permanecen con dientes primarios, cuando a los 12 deberían tener la dentición permanente. A edades tempranas, es posible tomar medidas de intercepción en los servicios de ortodoncia, sin llegar a la necesidad de un tratamiento con aparatología fija. La tesis ahonda en qué factores provocan este problema en la comunidad y cómo prevenirlo. Detectarlo en los 9 o 10 años sería, además, evitar un proceso largo para el paciente y costoso para el sistema de Salud Pública”.

—¿Cómo percibes el presente de la ciencia cubana en la Odontología?

—Yo diría que es de avanzada, porque constantemente les da respuestas a muchas problemáticas de la comunidad. Ha habido un despertar en las investigaciones y la ciencia aplicada a la Estomatología. Se trabaja en busca de la excelencia en el servicio, en la superación de los profesionales.

Los especialistas que ingresan a los proyectos de doctorado cada vez son más, al menos si tomo como referencia esta clínica.

—Justamente, en un período de déficits para la Salud Pública, ¿qué te impulsa a continuar las investigaciones y, sobre todo, enfrentar día a día el sillón estomatológico?

—Para nadie es un secreto que la Ortodoncia es un tratamiento altamente costoso. Sin embargo, aquí, con toda la escasez de materiales y demás dificultades, que no es secreta para nadie, no se ha detenido el servicio. La pasión, yo creo que la pasión hace que me mantenga de forma intacta aquí.

“Me apasiona y me interesa mi superación profesional, y brindar un servicio con la mayor calidad posible. En eso me enfoco. Mi opción fue estudiar Estomatología y después hice la especialidad en Ortodoncia, la tesis de maestría y voy por el doctorado”.

—Hay quien ve a la Ortodoncia como una especialidad de menor valor, en tanto cumple una función, mayormente, estética.

—A veces se concibe como una especialidad que solo se relaciona con la estética. Técnicamente, puede ser, porque se trata de lograr una buena alineación en la arcada dentaria. Pero va más allá, porque tiene funciones también dentro del sistema estomatognático.

“Los caninos maxilares, que tienen que ver con nuestra investigación, pueden provocar daños a los dientes adyacentes. Pueden entorpecer la reabsorción de la raíz de los dientes adyacentes y, en el caso más desfavorable, perderlos. Las consecuencias a edades infantiles o juveniles son psicológicas por el bullying que reciben y la autopercepción que tengan”.

—Una clínica estomatológica quizás sea de los lugares que menos desee visitar cualquiera, menos un niño…

—La sensibilidad en nuestro trabajo debe ser muy alta, más para tratar con los niños. Hemos de poseer herramientas psicológicas y comunicacionales no solo con ellos, sino con sus familiares, porque estos tratamientos dependen, en gran medida, de la disposición y colaboración de todos. Los tratamientos, por lo general, no son tan invasivos; pero sí hay algunos que son traumáticos. Si aplicamos la investigación, se evita ese largo camino y se le devuelve esa idea estética con la que llegaron.

—¿Cuáles son los próximos objetivos a cumplir?

—Seguir la línea de investigación para lograr concretar el doctorado.

—Y, fuera del ámbito profesional, ¿qué aspiraciones persigues?

—Ahora solo pienso en concluir el doctorado.