Invasor verifica: ¿Qué pasa con los modelos de dietas en Ciego de Ávila?

La poca disponibilidad de declaraciones juradas para la renovación de dietas es hoy un dolor de cabeza para avileñas y avileños.

El hecho de que el municipio Ciego de Ávila transite hace poco más de una semana, otra vez, por la Fase de Transmisión Autóctona Limitada, no significa que los esfuerzos por disminuir al mínimo los trámites y las colas sean todos los necesarios.

Y mucho menos en las Oficinas de Control para la Distribución de los Alimentos (Oficoda), donde se multiplicaron las aglomeraciones desde que se informara la obligatoriedad de dar baja de la libreta de abastecimiento a quienes, por causas disímiles, no estén presentes en el núcleo familiar.

A ello sumémosle el anuncio de que hoy cierra el plazo de renovación para las 18 442 personas que reciben dietas en el municipio Ciego de Ávila, contrario a la decisión acordada meses atrás como parte de la Resolución Conjunta Número 3 de 2020 entre los ministerios de Salud Pública (MINSAP) y de Comercio Interior (MINCIN).

Dicha normativa extendía, de forma excepcional y por cinco meses para las provincias de La Habana y Ciego de Ávila, la vigencia de las dietas médicas, tanto de adultos como las relacionadas con las enfermedades crónicas de la infancia, cuyos vencimientos correspondían a los meses de septiembre a diciembre del año pasado.

Sin embargo, la orientación que recibió Odalys Lorenzo Morales, directora municipal de la Oficoda, es muy distinta, pues ya la entidad no puede dar prórroga. “Por ejemplo, para las dietas que se vencían en septiembre, las personas tenían que venir en febrero; las de octubre para marzo; y las de noviembre, en abril. Ya eso cambió, todas las personas debieron renovar antes del 30 de enero porque sus productos, el mes que viene, no les van a llegar”.

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Con semejante luz roja, lo lógico era que cada persona beneficiada acudiera a su consultorio médico en busca de la declaración jurada que garantizara la renovación correspondiente, lo que se convirtió en otro problema, pues dichos modelos médicos brillan por su ausencia en muchos de los centros de atención primaria de Ciego de Ávila.

Así lo vivió Leonardo Estrada Jiménez, perteneciente al consultorio de la familia número 15 del Área Norte, quien, en primera instancia, no logró “empatarse” con el documento necesario, aunque para su suerte logró obtener (dígase, resolver) dos “papelitos”: uno para la renovación y el otro decidió conservarlo “por si se pierden en 2022”.

Gertrudis López Villavicencio fue otra avileña cuya premura de la decisión le sorprendió cuando se lo comunicaron en la bodega, aunque el día que decidió acudir a su centro de atención primaria, correspondiente al Policlínico Centro, sí había el codiciado modelo.

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La disponibilidad es intermitente, al menos en el municipio cabecera, y eso lo sabe el doctor Maikel García de la Fuente, director del Policlínico Centro, cuando reconoce que hace alrededor de un mes estaban en falta, pero que durante la primera quincena de enero fueron distribuidos un millar de ellos por sus 28 consultorios y una cantidad similar durante la segunda mitad del mes, números todavía insuficientes para las cerca de 9 000 dietas censadas hasta 2020 en esa área.

El directivo sugiere que no es recomendable realizarles duplicados a estos documentos, pues son entregados de manera oficial por el Sistema de Salud, aunque no sean foliados. “Nosotros tampoco trabajamos con fotocopias de declaraciones juradas, tiene que ser la original”, asegura la representante de la Oficoda avileña.

En la Dirección Provincial de Salud Yuriza Mendoza Molina, jefa de la Atención Primaria, asevera que no ha recibido información con respecto a la fecha de vencimiento de las dietas médicas y afirma que, aunque en algún momento hubo, hoy no existe déficit de los modelos en cuestión, pues ya se repartieron a las Direcciones Municipales de Salud para su distribución.

En cambio, Invasor conoce que en los Consultorios Médicos números 13, del reparto Ortiz; 19, de Vista Hermosa; y del Área Sur, por citar algunos ejemplos, han carecido del documento legal.

Que decenas de personas acudan preocupadas a consultorios, policlínicos y oficodas es la respuesta ante una medida que deja claro que, al menos esta vez, no funciona de manera efectiva el puente de comunicación entre el MINSAP y el MINCIN. Esperemos que febrero no llegue con un abastecimiento menor de dietas y sí con las soluciones que constituyen derechos de la población.