De apreciable valor para directivos y especialistas que intervienen en la cadena productiva de alimentos, resulta el curso acerca de inocuidad y enfermedades zoonóticas, impartido por el Máster en Ciencias y médico veterinario argentino Luis Enrique Martí, en la sede Manuel Ascunce Domenech, de la Universidad Máximo Gómez Báez de Ciego de Ávila.
Con énfasis en la necesidad de concebir e implementar acciones integradoras que garanticen la seguridad alimentaria, el curso alerta acerca del nocivo efecto que siguen provocando sustancias o elementos contaminantes, no añadidos intencionalmente a los alimentos pero presentes en ellos como resultado de fallas.
Tales fallas pueden surgir indistintamente en las labores de producción, fabricación, elaboración, preparación, tratamiento, envasado, empaquetado, transporte y almacenamiento, o a causa de la contaminación ambiental.
Si bien en el orden físico pueden tener esa negativa acción los residuos de madera, plástico, tierra, vidrio, hueso, pelos, metal…, también encienden bombillo rojo los de carácter químico (antibióticos, plaguicidas, antiparasitarios, desinfectantes, detergentes…), así como los biológicos: bacterias, hongos, levaduras y virus, entre otros.
Por ello, para lograr inocuidad o seguridad, e impedir la proliferación de enfermedades transmitidas por alimentos, no se puede prescindir, ni ser subestimado, el enfoque de la corresponsabilidad que conlleva a aplicar medidas de autocontrol en el sector privado, a la correspondiente verificación por parte del sector público, implementar un sistema riguroso en las empresas sobre la base de manuales de buenas prácticas y procedimientos operativos estandarizados de saneamiento, además de la permanente auditoría o supervisión estatal.
Solo así es posible evitar o contrarrestar mejor complicaciones en torno a la salmonelosis, brucelosis, teniasis, hepatitis, cisticercosis, toxoplasmosis, estafilococos, intoxicaciones, cólera y diarreas, entre otras.
De acuerdo con información contenida en el mencionado curso, los alimentos con mayor peso en los problemas epidemiológicos son el agua (33 por ciento de los casos) y las carnes rojas (27), seguidas por el binomio huevo-mayonesa y los lácteos.
Prever, alertar, actuar, integrar acciones, sectores y organismos, a favor de una alimentación cada vez más sana y segura, se inserta en una voluntad que convoca al mundo a obrar en función de una sola salud, que incluya en armoniosa interfaz a los componentes humano, animal y ambiental.
Las estadísticas indican que tal llamado no es un capricho. El 60 por ciento de las enfermedades infecciosas humanas son zoonóticas, y el 75 por ciento de los agentes patógenos, en el caso de las que emergen (ébola, VIH, influenza) son de origen animal.
Primero que, con ese tema, organiza la casa avileña de altos estudios, en coordinación con la Delegación de la agricultura en el territorio, el curso devino extensión del convenio que mantienen las universidades José Martí, de Sancti Spíritus y la Universidad Nacional del Litoral, en Santa Fe, Argentina.
El acuerdo posibilita que docentes de ambas instituciones intercambien conocimientos, y alumnos de los dos países viajen para realizar parte de los estudios correspondientes a sus carreras en los ámbitos agropecuario y agrónomo.
La universidad argentina mantiene unos 480 convenios con organizaciones, gobiernos e instituciones de distintos países.